Los polinizadores silvestres están en riesgo, pero la polinización continúa, ¿por qué?
La creciente urbanización y una especie muy conocida de abejas estaría poniendo en peligro la existencia de algunos de estos animales. La polinización es clave para la seguridad alimentaria, porque la supervivencia de las plantas depende de este proceso.
La polinización, en palabras simples, es el proceso por medio del cual las plantas se reproducen, como el sexo en los animales. Cuando florecen, sus flores están cargadas de polen que sirven como alimento para animales como las abejas, las mariposas o los colibríes. (Le puede interesar: La discordia por los planes para construir una vía en Risaralda)
Como van de flor en flor comiendo, también llevan polen de un lado al otro, garantizando que las plantas puedan continuar con su ciclo reproductivo para la formación de frutos.
Los polinizadores más conocidos, sin duda, son las abejas. También son los más abundantes y, por tanto, los más importantes. Pero hay una gran cantidad de animales que se dedican a esta labor y que poco a poco han ido disminuyendo debido a los riesgos a los que están expuestos.
Un grupo de investigadores de la Universidad Martín Luther de Halle-Wittenberg (MLU, por sus siglas en alemán) y de la Academia China de Ciencias hicieron un estudio en el que encontraron algunos datos preocupantes sobre las poblaciones de polinizadores. (Le recomendamos: Carne cultivada, el curioso invento que servirán en restaurantes de EE. UU.)
Allí revisaron los datos de 133 investigaciones que revisan el estado de diferentes especies de polinizadores. Con información de todos los continentes, a excepción de la Antártida, los investigadores resaltaron la importancia de conservar la naturaleza en los entornos urbanos.
“Hay muchos estudios que han examinado la relación entre urbanización, polinizadores y rendimiento de la polinización y han encontrado efectos negativos. Como este trabajo es muy complejo y requiere mucho tiempo, los estudios suelen limitarse a ciudades o regiones concretas”, explica el biólogo Panagiotis Theodorou, de la MLU, en una nota emitida por la institución sobre la investigación.
El crecimiento de las ciudades, la contaminación ambiental, lumínica y sonora han jugado un papel determinante en la disminución de especies de mariposas, abejas, entre otros animales. Además, no solo han impactado en número a sus poblaciones, sino que también las ha hecho menos eficientes en su labor de polinización. (También puede leer: Con el cacao, campesinos del Caquetá le apuestan a la paz y a la reforestación)
Paradógicamente, la polinización no ha disminuido y los investigadores encuentran una razón que, aunque puede ser beneficiosa en el corto plazo, no lo es pensando en la conservación ambiental a largo plazo.
La Apis mellifera, que es la especie de abeja más distribuida en el mundo, es la que se utiliza por parte de apicultores para promover la polinización. La crianza de estas abejas es algo que realizan profesionales y aficionados, por lo que estos animales se reproducen en grandes números nivel mundial.
Su existencia garantiza que la polinización pueda seguirse desarrollando, lo que hace que sea imperceptible para muchos el riesgo en el que se encuentran otras poblaciones de polinizadores. (Lea también: Más alto que la Estatua de la Libertad: el árbol que acaban de descubrir en el Tíbet)
Pero, las abejas melíferas también son animales que consumen los recursos disponibles de manera masiva, dejando sin alimento y hábitat a otros polinizadores como las mariposas o las abejas silvestres.
En el largo plazo, y tal como el estudio muestra que está sucediendo, entre el impacto humano por la urbanización y las abejas melíferas, se está disminuyendo la diversidad y cantidad de polinizadores, por lo que los investigadores recomiendan tomar acciones para empezar a cuidar los ecosistemas y diseñar ciudades adaptadas a las nece3sidades de los polinizadores.
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La polinización, en palabras simples, es el proceso por medio del cual las plantas se reproducen, como el sexo en los animales. Cuando florecen, sus flores están cargadas de polen que sirven como alimento para animales como las abejas, las mariposas o los colibríes. (Le puede interesar: La discordia por los planes para construir una vía en Risaralda)
Como van de flor en flor comiendo, también llevan polen de un lado al otro, garantizando que las plantas puedan continuar con su ciclo reproductivo para la formación de frutos.
Los polinizadores más conocidos, sin duda, son las abejas. También son los más abundantes y, por tanto, los más importantes. Pero hay una gran cantidad de animales que se dedican a esta labor y que poco a poco han ido disminuyendo debido a los riesgos a los que están expuestos.
Un grupo de investigadores de la Universidad Martín Luther de Halle-Wittenberg (MLU, por sus siglas en alemán) y de la Academia China de Ciencias hicieron un estudio en el que encontraron algunos datos preocupantes sobre las poblaciones de polinizadores. (Le recomendamos: Carne cultivada, el curioso invento que servirán en restaurantes de EE. UU.)
Allí revisaron los datos de 133 investigaciones que revisan el estado de diferentes especies de polinizadores. Con información de todos los continentes, a excepción de la Antártida, los investigadores resaltaron la importancia de conservar la naturaleza en los entornos urbanos.
“Hay muchos estudios que han examinado la relación entre urbanización, polinizadores y rendimiento de la polinización y han encontrado efectos negativos. Como este trabajo es muy complejo y requiere mucho tiempo, los estudios suelen limitarse a ciudades o regiones concretas”, explica el biólogo Panagiotis Theodorou, de la MLU, en una nota emitida por la institución sobre la investigación.
El crecimiento de las ciudades, la contaminación ambiental, lumínica y sonora han jugado un papel determinante en la disminución de especies de mariposas, abejas, entre otros animales. Además, no solo han impactado en número a sus poblaciones, sino que también las ha hecho menos eficientes en su labor de polinización. (También puede leer: Con el cacao, campesinos del Caquetá le apuestan a la paz y a la reforestación)
Paradógicamente, la polinización no ha disminuido y los investigadores encuentran una razón que, aunque puede ser beneficiosa en el corto plazo, no lo es pensando en la conservación ambiental a largo plazo.
La Apis mellifera, que es la especie de abeja más distribuida en el mundo, es la que se utiliza por parte de apicultores para promover la polinización. La crianza de estas abejas es algo que realizan profesionales y aficionados, por lo que estos animales se reproducen en grandes números nivel mundial.
Su existencia garantiza que la polinización pueda seguirse desarrollando, lo que hace que sea imperceptible para muchos el riesgo en el que se encuentran otras poblaciones de polinizadores. (Lea también: Más alto que la Estatua de la Libertad: el árbol que acaban de descubrir en el Tíbet)
Pero, las abejas melíferas también son animales que consumen los recursos disponibles de manera masiva, dejando sin alimento y hábitat a otros polinizadores como las mariposas o las abejas silvestres.
En el largo plazo, y tal como el estudio muestra que está sucediendo, entre el impacto humano por la urbanización y las abejas melíferas, se está disminuyendo la diversidad y cantidad de polinizadores, por lo que los investigadores recomiendan tomar acciones para empezar a cuidar los ecosistemas y diseñar ciudades adaptadas a las nece3sidades de los polinizadores.
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