Nuevas guías ambientales para el bienestar del campo colombiano
Información institucional
En Colombia, seis sectores agrícolas (café, cacao, banano, aguacate, pasifloras y papa) generan más de dos millones de empleos y producen más de seis millones de toneladas de productos para el consumo local (52%) y para la exportación al mercado internacional (48%). En el tema la Unión Europea (UE) es un socio comercial clave para el país. Del total de alimentos exportados, el 63% de banano, aguacate y frutas exóticas, el 39% de aceite palma, el 25% de café y el 8% de las flores viajan al mercado europeo.
Al tratarse de actividades productivas de gran tamaño, se requiere de un manejo adecuado a nivel técnico agronómico de los recursos naturales, orientado hacia la sostenibilidad y la conservación ambiental. Por eso, el Ministerio de Ambiente diseñó e implementó en 2005 unas guías ambientales para el sector agropecuario para orientar conceptual, metodológica y procedimentalmente a las autoridades ambientales y a los productores en la planeación y ejecución de sus actividades agrícolas. (Lea La leche en Caquetá promueve el desarrollo empresarial con el Programa Rutas PDET)
Hoy, la UE, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dentro del programa Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II), están trabajando con los equipos técnicos del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Agricultura, las federaciones de cafeteros, cacaoteros, paperos y de pasifloras, las asociaciones de bananeros y hortofrutícolas y los productores y exportadores de aguacate hass para la actualización de las seis guías ambientales de café, cacao, banano, aguacate, pasiflora y papa.
Estas acciones están alineadas con el Pacto Verde, uno de los pilares principales de la UE que tiene una estrategia de crecimiento europea y de lucha contra el cambio climático cuyo objetivo es llegar a cero emisiones en 2050. Para lograr estos objetivos se anunciaron una serie de iniciativas prioritarias, como por ejemplo la “Estrategia de la Granja a la Mesa”, que pretende impulsar la producción y consumo de alimentos más sostenibles, reduciendo el uso de pesticidas y aumentando la superficie agraria dedicada a cultivos ecológicos. Estas acciones buscan tener un impacto neutral o positivo en el medio ambiente que garantice la seguridad alimentaria y la salud pública. (Lea ¿Por qué Colombia debería escuchar a sus ranas?)
En este contexto, las guías representan importantes avances ya que abordan integralmente temas normativos, buenas prácticas de producción, medidas de manejo para prevenir, reducir y mitigar los impactos ambientales y promover la adaptación al cambio climático para el sector agrícola. Asimismo, detallan oportunidades de innovación y de comercio justo para los productores. Todo esto con un enfoque especial en economía circular y crecimiento verde que permita a los agricultores cumplir con los nuevos requisitos del mercado mundial de alimentos.
“El reto consiste en fortalecer las capacidades de los productores en la lucha contra el cambio climático y en acompañarlos hacia una producción limpia que permita la protección de los ecosistemas y con estándares de certificación internacional”, explica la AICS.
Las guías ambientales para estos seis sectores son una gran apuesta al fortalecimiento de las buenas prácticas ambientales, enfatizando el manejo integrado del suelo y de las plagas y enfermedades, presentando oportunidades para el aprovechamiento de biomasa, la mejora de la eficiencia del uso de agua y energía y la reducción de los residuos sólidos y del uso de agrotóxicos. De esta forma, las guías se convierten en un instrumento efectivo que permite transcender los enfoques sectoriales y avanzar hacia procesos cada más simbióticos entre la producción agrícola y la conservación ambiental, siendo esta una de las principales apuestas del programa conjunto DRET II desarrollado entre el Gobierno de Colombia, la UE, AICS y la FAO. (Lea Lo que puede aprender Colombia de la protección del páramo de Chingaza)
En Colombia, seis sectores agrícolas (café, cacao, banano, aguacate, pasifloras y papa) generan más de dos millones de empleos y producen más de seis millones de toneladas de productos para el consumo local (52%) y para la exportación al mercado internacional (48%). En el tema la Unión Europea (UE) es un socio comercial clave para el país. Del total de alimentos exportados, el 63% de banano, aguacate y frutas exóticas, el 39% de aceite palma, el 25% de café y el 8% de las flores viajan al mercado europeo.
Al tratarse de actividades productivas de gran tamaño, se requiere de un manejo adecuado a nivel técnico agronómico de los recursos naturales, orientado hacia la sostenibilidad y la conservación ambiental. Por eso, el Ministerio de Ambiente diseñó e implementó en 2005 unas guías ambientales para el sector agropecuario para orientar conceptual, metodológica y procedimentalmente a las autoridades ambientales y a los productores en la planeación y ejecución de sus actividades agrícolas. (Lea La leche en Caquetá promueve el desarrollo empresarial con el Programa Rutas PDET)
Hoy, la UE, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dentro del programa Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II), están trabajando con los equipos técnicos del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Agricultura, las federaciones de cafeteros, cacaoteros, paperos y de pasifloras, las asociaciones de bananeros y hortofrutícolas y los productores y exportadores de aguacate hass para la actualización de las seis guías ambientales de café, cacao, banano, aguacate, pasiflora y papa.
Estas acciones están alineadas con el Pacto Verde, uno de los pilares principales de la UE que tiene una estrategia de crecimiento europea y de lucha contra el cambio climático cuyo objetivo es llegar a cero emisiones en 2050. Para lograr estos objetivos se anunciaron una serie de iniciativas prioritarias, como por ejemplo la “Estrategia de la Granja a la Mesa”, que pretende impulsar la producción y consumo de alimentos más sostenibles, reduciendo el uso de pesticidas y aumentando la superficie agraria dedicada a cultivos ecológicos. Estas acciones buscan tener un impacto neutral o positivo en el medio ambiente que garantice la seguridad alimentaria y la salud pública. (Lea ¿Por qué Colombia debería escuchar a sus ranas?)
En este contexto, las guías representan importantes avances ya que abordan integralmente temas normativos, buenas prácticas de producción, medidas de manejo para prevenir, reducir y mitigar los impactos ambientales y promover la adaptación al cambio climático para el sector agrícola. Asimismo, detallan oportunidades de innovación y de comercio justo para los productores. Todo esto con un enfoque especial en economía circular y crecimiento verde que permita a los agricultores cumplir con los nuevos requisitos del mercado mundial de alimentos.
“El reto consiste en fortalecer las capacidades de los productores en la lucha contra el cambio climático y en acompañarlos hacia una producción limpia que permita la protección de los ecosistemas y con estándares de certificación internacional”, explica la AICS.
Las guías ambientales para estos seis sectores son una gran apuesta al fortalecimiento de las buenas prácticas ambientales, enfatizando el manejo integrado del suelo y de las plagas y enfermedades, presentando oportunidades para el aprovechamiento de biomasa, la mejora de la eficiencia del uso de agua y energía y la reducción de los residuos sólidos y del uso de agrotóxicos. De esta forma, las guías se convierten en un instrumento efectivo que permite transcender los enfoques sectoriales y avanzar hacia procesos cada más simbióticos entre la producción agrícola y la conservación ambiental, siendo esta una de las principales apuestas del programa conjunto DRET II desarrollado entre el Gobierno de Colombia, la UE, AICS y la FAO. (Lea Lo que puede aprender Colombia de la protección del páramo de Chingaza)