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¿Qué son las áreas protegidas y cómo podemos conservarlas?

Información institucional

01 de abril de 2022 - 09:57 p. m.

Las áreas protegidas son lugares destinados a conservar ecosistemas estratégicos para el país, como páramos, llanuras, bosques húmedos tropicales y manglares. Hay distintas categorías para definirlas, por ejemplo, Parques Nacionales Naturales o Reservas Nacionales Naturales, pero al final, resguardan recursos de los que, no solo depende la vida de los seres humanos, sino también la de millones de especies.

Como la reserva natural de la sociedad civil más grande de Colombia, la reserva natural La Aurora, ubicada en la Orinoquia, contiene 200 especies de aves identificadas, aunque se estima que hay más de 400.
Como la reserva natural de la sociedad civil más grande de Colombia, la reserva natural La Aurora, ubicada en la Orinoquia, contiene 200 especies de aves identificadas, aunque se estima que hay más de 400.
Foto: WWF WWF

Uno de los mecanismos más importantes para la conservación de la naturaleza en el mundo son las áreas protegidas, espacios geográficos que representan ecosistemas propios de cada país, preservan el conocimiento que tienen las comunidades indígenas o tradicionales que las habitan o las rodean, aportan soluciones frente al cambio climático (por ejemplo, con la regulación de la temperatura), y generan incontables servicios naturales como la captura de carbono, la producción de oxígeno y agua, y el mantenimiento de la riqueza paisajística que se traduce en inspiración, salud y bienestar para las personas.

En Colombia, los Parques Nacionales son tal vez la forma más conocida de áreas protegidas, especialmente porque 36 de los 59 que existen tienen vocación ecoturística, lo que quiere decir que tienen una oferta para visitantes (bastante diversa, pues incluye actividades como el senderismo, el buceo y el avistamiento de especies). Sin embargo, aunque podemos decir que todos los Parques Nacionales son áreas protegidas, también podemos afirmar que no todas las áreas protegidas son Parques Nacionales Naturales.

Te recomendamos: Sin áreas protegidas y conservadas, no hay futuro

¿Cómo se diferencian las áreas protegidas en Colombia?

Las áreas protegidas son declaradas con el fin de alcanzar unos objetivos específicos de conservación. Pero no todas son iguales: entre ellas hay distintas categorías de manejo, tipos de gobernanza, escalas de gestión (nacional, regional o local) y actividades permitidas para realizar.

Pero más que una lista de lugares dedicados a la conservación, las áreas protegidas conforman un todo: el Sistema Nacional de Áreas Protegidas-SINAP, que además de las mismas áreas, reúne a distintos actores (incluyendo sociedad civil e instituciones públicas y privadas) y contempla estrategias e instrumentos de gestión para contribuir al cumplimiento de los objetivos de conservación del país.

Al día de hoy, Colombia tiene 1428 áreas protegidas que ocupan una superficie de 31′458,049.67 hectáreas (un poco más que la superficie de Polonia), distribuidas entre áreas de carácter nacional, como los Parques Nacionales Naturales, las Reservas Forestales Protectoras Nacionales y los Distritos Nacionales de Manejo Integrado; y de carácter regional, como los Parques Naturales Regionales y los Distritos Regionales de Manejo Integrado.

Todas estas, según el caso, son administradas por la entidad Parques Nacionales Naturales o por las Corporaciones Autónomas Regionales, que varían según los departamentos.

Además, existen también las áreas de carácter privado, de las que hacen parte las Reservas Naturales de la Sociedad Civil. En total, el SINAP representa el 17% de la superficie terrestre nacional, así como el 13% de la marina. También puedes leer: ¿Qué son las Reservas Forestales Protectoras Nacionales?

Colombia, reconocida por sus resultados de manejo y conservación en áreas protegidas

La riqueza de la biodiversidad de nuestro país hace de este uno de los puntos estratégicos para la conservación y la lucha contra el cambio climático en el mundo. Teniendo en cuenta esto, nuestro país ha desarrollado distintas apuestas para mejorar su conectividad (evitar que se queden aisladas de otros ecosistemas y pierdan su funcionalidad), representatividad (declarar nuevas áreas en lugares que aún no están protegidos), manejo (que estén bien gestionadas) y equidad (distribuir de manera justa, los costos y beneficios que se derivan de la conservación).

De hecho, estos principios rigen la Política Nacional de Áreas Protegidas, lanzada a finales del año pasado con miras a fortalecer el Sistema para 2030. Además, Colombia también se ha enfocado en la promoción de los estándares de la Lista Verde, reconocimiento otorgado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-UICN a las áreas protegidas que demuestran los mejores resultados en manejo y conservación, con el objetivo la mejorar la efectividad en el manejo de las mismas. Te puede interesar: Colombia es un referente mundial para el manejo de las áreas protegidas

Así es como el país ha logrado el reconocimiento para cinco de las siete áreas protegidas incluidas en la Lista Verde en Latinoamérica: los Santuarios de Flora y Fauna Galeras y Malpelo, y los Parques Nacionales Naturales Gorgona (Cauca), Tatamá (Chocó, Risaralda y Valle del Cauca), Chingaza (Cundinamarca).

¿Podemos retribuir a las áreas protegidas los beneficios que recibimos de ellas?

Son evidentes los beneficios que recibimos de las áreas protegidas, pero por mencionar algunos, podemos decir que son nuestras grandes aliadas para adaptarnos al cambio climático y para proveernos de comida, agua, energía y oxígeno.

De hecho, para ilustrar lo que recibimos de ellas, basta remitirnos al agua que el Parque Nacional Natural Chingaza produce para más de 6 millones de personas (el 80% del agua de Bogotá), o el agua y la energía eléctrica que se originan en las cuencas de los Parques Nacionales Naturales Yariguíes, Hermosas y Selva Florencia, en la región Andina.

Pero, ¿qué podemos hacer para retribuir a estos lugares lo que nos entregan? Para empezar, informarse sobre cuáles son aquellas que se encuentran más cerca del lugar de residencia y apoyarlas como visitantes, voluntarios, veedores, investigadores, entre otros, es importante para entender su valor y difundirlo. Al visitarlas, es importante cumplir con las normas de seguridad indicadas, pues si no hacemos buen uso de estos espacios podemos deteriorarlos.

Por otro lado, recuerda que existe la posibilidad de crear un área protegida de carácter privado. Si eres propietario de un predio con un valor para la conservación, puedes inscribirlo en el Registro Único de Áreas Protegidas, un procedimiento que se realiza a través de la entidad Parques Nacionales Naturales. De esta manera podrás tener una Reserva Natural de la Sociedad Civil, una figura que permite sumar a las metas de conservación del país.

En Colombia hay más de 800 Reservas Naturales de la Sociedad Civil, algunas de las cuales tienen reconocimiento a nivel regional y nacional, como La Aurora en la Orinoquia, El Hatico en el Valle del Cauca y la Planada en Nariño. Estas han demostrado que es posible conciliar las actividades productivas, el turismo y la conservación, apostándole a un futuro más sostenible.

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