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Revalorizando la biomasa residual de la producción panelera en Boyacá

El municipio de Chirateque en Boyacá, es epicentro de buenas prácticas de economía circular al transformar los residuos, que deja la producción de panela, en biofertilizantes y biocombustibles. Esta experiencia ha sido posible gracias al trabajo impulsado por el Programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial DRET II de la Unión Europea, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Winy Anaya Altamar*
14 de agosto de 2024 - 09:01 p. m.
El proyecto ha permitido disminuir la contaminación de quebradas aledañas de los proyectos.
El proyecto ha permitido disminuir la contaminación de quebradas aledañas de los proyectos.
Foto: Programa DRET II

Valorizar sosteniblemente la biomasa residual de panela y sus beneficios ambientales es el objetivo del proyecto piloto “Aprovechamiento de biomasa residual del proceso productivo de la panela bajo el enfoque de economía circular rural” implementado por la corporación Biointropic en la hacienda Molino El Hato en el municipio de Chirateque (Boyacá).

Esta Unidad Productiva (UP), fue escogida por contar con 800 hectáreas cultivadas de caña panelera, de las cuales 140 son orgánicas, lo que hacía posible evaluar la implementación de procesos de transformación de bioproductos de alto valor agregado obtenidos del material orgánico que genera la producción panelera.

“Como parte de este piloto hemos logrado convertir la biomasa residual del proceso productivo de la panela en un fertilizante orgánico mineral que nos va a ayudar a reducir tiempos de compostaje de 160 días a 30 días y nos garantiza que podemos contribuir a la nutrición de los suelos”, afirmó Claudia Marcela Betancourt Giraldo, directora ejecutiva de Biontropic.

A este resultado se suman otros logros, como por ejemplo:

· El desarrollo del nuevo producto de “fertilizante orgánico-mineral” estable y de baja humedad que aporta nutrientes al suelo permitiendo su almacenamiento.

· La reducción de olores y lixiviados.

· La optimización de espacios para el manejo de la biomasa.

· El aprendizaje práctico de las técnicas del proceso.

· La viabilidad técnica y comercial que posibilita la conformación de una nueva unidad de negocio que puede beneficiar a la comunidad.

Para el alcalde de Chirateque, Carlos Amador Ramos, este proyecto representa beneficios notables para los productos de panela y para el medio el ambiente. “Desde la alcaldía municipal vamos a estar impulsando este tema porque lo necesitamos. Baja los costos, pero hay una gran ventaja para nuestra población y es el tema ambiental porque nos tiene preocupados la contaminación de los trapiches paneleros hacia nuestras quebradas. A eso le vamos a apuntar. Queremos y creemos en este proyecto, lo vamos a estar impulsando de parte nuestra administración, vamos a lograr que esto sea un éxito en nuestro municipio”, afirmó.

Cero residuos, máximo beneficio

Hojas, cogollos, bagazo, vinaza, bagacillo, cachaza y cenizas, son parte de los residuos que deja cerca del 60 % de la caña molida utilizada en este proceso.

Estos residuos, considerados como biomasa residual, pueden ser valorizados y transformados en insumos para crear nuevos productos con impacto positivo ambiental.

Según Biontropic con esta biomasa residual se pueden obtener ingredientes bioactivos y alcoholes como para de productos de mayor valor agregado, lo que requiere, a su vez, mayor inversión; así como fertilizantes, compostaje y alimentación animal que son productos de menor valor agregado y de mayor competencia.

Precisamente, el proyecto se centró en este último criterio, evidenciando cómo los nutrientes retornan al suelo, ayudando a mantener su equilibrio y favoreciendo los cultivos, cerrando, de esta manera, el ciclo productivo. Beneficios del proyecto:

· Aprovechamiento de los residuos del procesamiento de la panela.

· Ahorro económico al sustituir la compra de fertilizantes por los desarrollados en la propia finca.

· Disminución de uso de fertilizantes químicos.

· Reducción del tiempo de compostaje.

· Generación de nuevos ingresos si comercializa el fertilizante orgánico obtenido.

· Mejoramiento de los cultivos de diferentes productos al utilizar biofertilizantes.

· El cuidado del medio ambiente.

*Periodista del Programa DRET II.

Por Winy Anaya Altamar*

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