En marzo celebramos 40 años de operaciones de la central San Carlos (Antioquia), efeméride que se cumplió en un contexto en el que, con sus 1.240 MW sigue siendo la segunda en capacidad instalada y continúa atendiendo una demanda que crece aceleradamente, en medio de un panorama incierto sobre las soluciones de energía firme que el país necesita. En medio de esta misma coyuntura, celebraremos en diciembre los 10 años de la central Sogamoso (Santander), la cuarta central con mayor capacidad instalada del país, con 820 MW.
Mientras la fortaleza de San Carlos se mantiene y está certificada con el mecanismo I-REC que certifica que la energía que genera se produce a partir de fuentes renovables; el embalse de Sogamoso, Topocoro, es uno de los más extensos del país y que almacena el mayor volumen de agua, dos activos claves a la hora de establecer nuestra estrategia de comercialización y de administrar el recurso hídrico en tiempos de sequía, como los recientes. Sogamoso, además, es la Central que mayor capacidad tiene de emitir Certificados de Reducción de Emisiones, CER, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
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Y es que la energía firme que sostiene el sistema interconectado es precisamente esta, la que viene de plantas como San Carlos y Sogamoso, nuestras dos plantas con más capacidad, así como de Jaguas (Antioquia) y Miel I (Caldas), que también son plantas mayores; estas cuatro centrales constituyen cerca del 90% de nuestra capacidad instalada. Si bien nuestras demás plantas complementan de manera significativa estos activos de generación y son un camino para continuar creciendo inteligentemente, es pertinente situarse en este año de celebraciones y en el momento que está viviendo el sector, para resaltar lo que significan estas plantas mayores para ISAGEN y para Colombia.
Su gran relevancia no solo está en su capacidad instalada, sino en que utilizan una fuente altamente confiable y disponible como el agua embalsada y además son activos con una larga vida útil, lo que magnifica sus aportes a través del tiempo. Esta combinación ha permitido que por años se generen corrientes confiables por las que, además de la electricidad, fluye la creación de valor para nuestros accionistas, trabajadores y demás grupos de interés; lo que se ve reflejado en un mayor soporte a la productividad y bienestar del país, más clientes atendidos, más transferencias de ley para las comunidades, mayores inversiones en proyectos de energía y acciones de sostenibilidad, entre otros.
Garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y las comunidades vecinas es lo primero, por esto, implementamos un plan de mantenimiento estricto y extendido en cuatro áreas: infraestructura civil, mecánica, electrónica y eléctrica. Este plan contiene mantenimientos que permiten la disponibilidad operacional y la optimización de la vida útil de los equipos.
Es por esto por lo que nos sentimos orgullosos de contar con estos activos, con gran satisfacción conmemoramos los aniversarios de San Carlos y Sogamoso, y expresamos con convicción que hoy, más que nunca, necesitamos modernizar, optimizar, mantener, cuidar y alargar su vida útil.