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Santanderes, a sumar esfuerzos para no quedarse sin agua

Durante el tercer Encuentro por el Agua y la Energía Renovable, autoridades locales, representantes de organizaciones y sociedad civil expusieron sus propuestas para mitigar el posible desabastecimiento de agua al que se podría enfrentar la región con la llegada del fenómeno de El Niño.

Daniela Bueno y Laura Garzón - WWF
24 de agosto de 2023 - 02:00 p. m.
 El páramo de Santurbán abastece a 2,3 millones de personas de Santander y Norte de Santander. /Fundación Alianza Biocuenca.
El páramo de Santurbán abastece a 2,3 millones de personas de Santander y Norte de Santander. /Fundación Alianza Biocuenca.
Foto: Fundación Alianza Biocuenca- Fondo de Agua del Nororiente Colombiano
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Santander y Norte de Santander, departamentos del nororiente del país que tienen unos cuatro millones de habitantes, podrían estar en grave riesgo de desabastecimiento de agua en los próximos años, especialmente por la temporada seca que poco a poco se empieza a sentir en el país.

Según el Estudio Nacional del Agua 2022, presentado por el IDEAM, Santander es uno de los principales departamentos susceptibles al desabastecimiento en temporada seca, mientras que Norte de Santander tiene un mayor riesgo en temporada de lluvias. Según Claudia Vásquez, directora de The Nature Conservancy (TNC Colombia), esto quiere decir que un gran porcentaje de sus municipios “van a verse en problemas serios de abastecimiento en los próximos años por el aumento de la temperatura”, sostiene.

Esto se debe principalmente a que este departamento, conformado por 87 municipios, “demanda mucha agua, pero tiene poca oferta, y además desde ya ha empezado a sufrir las consecuencias del cambio climático”, agrega Vásquez. (Lea: Manglares: el tesoro de las comunidades del Pacífico colombiano)

Los dos departamentos son abastecidos por importantes ecosistemas, como el páramo de Santurbán y la serranía de los Yariguíes. El primero es la fuente de agua de unos 48 municipios, que representan cerca de 2,3 millones de personas de ambos departamentos. El segundo abastece a 15 acueductos municipales y más de 100 rurales en Norte de Santander, según Parques Nacionales Naturales (PNN).

Lo malo es que hay una amenaza que pone en riesgo estos importantes ecosistemas: la llegada del fenómeno de El Niño, que en el país representa una disminución de lluvias.

“Esto trae una afectación en términos de precipitaciones, lo que desemboca en la disponibilidad de agua a nivel de caudales. Para la región representa afectaciones en términos de agua disponible para la agricultura, el uso doméstico e industrial”, explica Jairo Guerrero, oficial en recurso hídrico de WWF Colombia. (Lea: Conservar el 30 % del área terrestre y marina: ¿lo logrará Colombia en siete años?)

En el caso puntual de Santurbán y Yariguíes, estos ecosistemas están en áreas protegidas. Si bien esto no los salva del todo de sufrir las consecuencias del aumento de las temperaturas que está viviendo todo el planeta, Fabio Villamizar Durán, director de la territorial Andes nororientales de PNN, explica que esta medida de conservación sí tiene consecuencias positivas.

“En las áreas protegidas la disminución de lluvias es un 25 % menos que la que se presenta en los caudales de las áreas no protegidas. Eso permite que haya un abastecimiento en las poblaciones que se abastecen de esta agua, siempre y cuando haya una buena gestión del recurso”, asegura Villamizar.

Otra de las consecuencias que se desprende con la llegada del fenómeno de El Niño, según Guerrero, de WWF, es la dificultad para la generación de energía hidroeléctrica (que transforma la fuerza del agua en energía eléctrica). (Lea: El llanto de bebés y otros primates infantiles atrae a esta especie de cocodrilos)

De acuerdo con Mauricio Zuluaga, director de la central hidroeléctrica de Sogamoso de ISAGEN, Santander tiene un gran potencial en la generación de este tipo de energía. De hecho, en el departamento está el embalse más grande del país, llamado Topocoro, y la cuarta hidroeléctrica más grande de Colombia, que tiene la capacidad de suplir el consumo de energía de la mitad de una ciudad como Bogotá.

“El fenómeno de El Niño implica una disminución de las lluvias y de los afluentes que abastecen los embalses. Desde ISAGEN nos hemos venido preparando para abastecer el suministro de energía, lo que nos garantiza un suministro confiable para los próximos meses”, afirma Zuluaga.

Aunque, por el momento, el parte es de tranquilidad, tanto en el abastecimiento de agua como en la generación de energía, hay algo en lo que coincidieron las más de 70 personas que asistieron al tercer Encuentro por el Agua y la Energía Renovable que se realizó en Bucaramanga el 16 de agosto. Actores de los sectores públicos y privados, representantes de autoridades locales y sociedad civil dicen que hay que mejorar la gestión del agua en la región.

Retos y recomendaciones para los Santanderes

Además del fenómeno de El Niño, esta región ha tenido retos históricos que deberán ser revisados por los gobiernos locales, que empezarán su período el próximo año, para mitigar ese riesgo de desabastecimiento de agua que se ha alertado, dijeron los participantes. (Lea: Los puntos claves del Tratado que busca proteger la biodiversidad de las aguas internacionales)

Por ejemplo, resaltaron la falta de articulación entre entidades locales encargadas de garantizar la conservación de los ecosistemas a escala departamental. En ese sentido, Zoraida Ortiz, secretaria de Ambiente de Santander, hizo un llamado para “unificar esfuerzos y recursos de las diferentes entidades y de esta manera poder impactar nuestro medio ambiente”.

Sin embargo, el problema no es solo local. Otro de los puntos que destacaron los participantes del encuentro es la necesidad de articulación entre los gobiernos de Santander y Norte de Santander, pues comparten ecosistemas estratégicos.

“Hay una gran cantidad de herramientas, como planes de ordenamiento de cuencas, esquemas de ordenamiento territorial, planes de cambio climático y estrategias de adaptación; lo que pasa es que están muy dispersos en el territorio y muy desarticulados”, indica María Isabel Vieira, especialista de análisis multisectorial de TNC.

Al respecto, María Fernanda Cuartas, representante de la sociedad civil durante el encuentro, suma que ya hay, incluso, compromisos legales que deben aterrizar y cumplir los nuevos gobernantes. “La inversión del 1 % tiene que irse a pagos por servicios ambientales, compra de predios y modelos de restauración, que se tienen que realizar”, enfatiza. (Lea: Cuatro hipopótamos deambularon por las calles de Puerto Triunfo, Antioquia)

Para poder trabajar con las herramientas que ya existen la recomendación es primero actualizar los documentos y, segundo, trabajar con técnicos para que guíen a los tomadores de decisiones en los proyectos. Esto también sería clave para poder transmitir esa información a las comunidades, pues en la mayoría de los casos la información es muy técnica, lo que representa una barrera.

“Necesitamos hablar lo más claro posible, incluso desde términos muy puntuales como el cambio climático. Las personas deben entender cómo nos afecta a cada uno de nosotros y eso se logra con educación”, resalta Cuartas.

Con esta recomendación, los asistentes pidieron a los próximos gobernantes que hagan un acompañamiento a los pequeños municipios que están impulsando el turismo, pero que no lo están haciendo con una línea de sostenibilidad.

“Santander tiene un gran potencial turístico, pero un turismo en un escenario con 2,5 grados más de temperatura no es viable. Por eso hay que preguntarse cuáles serán las medidas que van a tomar las autoridades en ese sentido. Es urgente hacer un acompañamiento ambiental en los municipios”, resalta la directora de TNC Colombia.

Para los asistentes, el buen uso de los recursos hídricos y el trabajo con las comunidades será la clave para que los próximos alcaldes y gobernadores afronten el posible desabastecimiento que se puede presentar, especialmente en Santander, con el fenómeno de El Niño.

Por Laura Garzón - WWF

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