Sendero de la memoria muisca, una propuesta de conservación en Cundinamarca

El paisaje es nuestro patrimonio, tesoro y futuro, por ello es que en la Fundación Parque Jaime Duque trabajamos a través de la educación y la cultura para lograr el desarrollo de un paisaje sostenible, promoviendo la participación de nuestros integrantes, visitantes, aliados y comunidad aledaña en la construcción de acciones que nos permitan conservar nuestro territorio. (Lea: Oso andino: el “jardinero” de los bosques andinos está en peligro)

Al identificar que en la región, los espacios que vinculan los componentes culturales y ambientales que generan apropiación social del conocimiento y actividades de restauración ecológica participativa son escasos, nace el proyecto El Sendero de la memoria muisca como una estrategia para la conservación. Ubicado en la Reserva Natural Ecoparque Sabana de la Fundación Parque Jaime Duque, en la vereda Tibitó, municipio de Tocancipá, Cundinamarca.

En el Sendero se exploran las interrelaciones culturales, históricas, sociales, económicas y políticas de los habitantes del territorio que se establecieron hace dos mil años, los pueblos muiscas. Profundizando en los procesos de recuperación ambiental y cultural que se adelantan en las comunidades de la sabana del río Bogotá, ya que nuestra área de influencia incluye espacios ancestrales importantes como el Cerro del Majuy en Cota, el Cerro de la Balvanera en Chía, el Cerro de las Tres Viejas y la Laguna de Guatavita en Sesquilé, el Parque Lineal Peñas Blancas y el Camino del Gone en Tocancipá, y Pionono, y Cerro de las Águilas en Sopó y Guasca. Todos tienen en común la protección de ecosistemas de bosque andino y /o humedal sobre los 2200 m s.n.m.

En nuestro caso, la zona donde hoy está la Reserva Natural Ecoparque Sabana, fue durante años dedicada a la producción agropecuaria de un tercero, ocasionando que los humedales se encontraran degradados y los suelos afectados. Años después, se finaliza la actividad de producción e inicia en manos de la Fundación Parque Jaime Duque, la restauración ecológica y se establece la historia cultural del territorio. Con adecuaciones de espacios, creación de esculturas, actividades educativas y expresiones artísticas, se creó una experiencia que rinde tributo a la cultura muisca. (Lea: Comfenalco Quindío eleva su voz por el planeta)

Realizamos el proyecto para resaltar las enseñanzas de las comunidades ancestrales que con el pasar del tiempo han sido olvidadas y que, a través de sus costumbres, dejaron un legado sobre la forma de vivir en armonía con la naturaleza. El Sendero cuenta con un recorrido de cinco kilómetros pasando por seis de los ocho bosques presentes (Nogales, Tijikys, Alisos, Cedros, Guayacanes y Robles) a través de caminos que hacen mención a las especies objetos de conservación como son: tingua pico verde, serpiente sabanera, pez capitán de la sabana, lechuzas, Coatí de montaña, rana sabanera.

Allí los visitantes se sumergen en espacios tematizados, aprendiendo sobre los pueblos muiscas, resaltando sus actividades diarias y cómo convivían con la naturaleza de manera responsable y sostenible. El talento y la creatividad de nuestra comunidad han enriquecido la propuesta social que hace del Sendero un espacio de diálogo y educación que impulsa el intercambio de saberes entre comunidades.

El Sendero de la memoria muisca ha tenido relación con varias instituciones que fortalecen el proceso y consolidan la participación, algunas de ellas son:

• La Universidad de Ciencias Ambientales y Aplicadas, (UDCA), a través del convenio establecido, desarrollo el proyecto de investigación: “Fortalecimiento de la memoria histórica del territorio de Sabana Centro”, con el fin de construir el guion museológico del Sendero a partir de la consulta, revisión documental y entrevistas a grupos focales a comunidades muiscas de la región. Se trabajó desde el semillero de investigación de Historia Ambiental, bajo la orientación de la docente Henny Margot Santiago V., con la participación de estudiantes del programa de Ciencias Ambientales.
• Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR): III Congreso Internacional de Investigación e Innovación Ambiental del 9 al 11 de noviembre de 2022, participamos con el póster de la experiencia del Sendero de la memoria muisca, como forma de generar construcción social del conocimiento.
• Secretaría de Ambiente del municipio de Tocancipá: Se ejecutó una alianza institucional que permite hacer recorridos guiados con la comunidad de las veredas y de la cabecera municipal y se realizan celebraciones de fechas ambientales.
• La secretaria de Cultura del municipio de Tocancipá: Fue efectuada una alianza institucional que permite brindar recorridos guiados con los usuarios de la red de Bibliotecas Públicas de Tocancipá, asimismo se hace la circulación cultural de la Escuela de Formación Artística de Tocancipá EFAT, con talleres de alfarería, artes plásticas música y danza folclórica.
• Ibermuseos: es el principal programa de cooperación para los museos de Iberoamérica, que tiene el objetivo de promover el fortalecimiento de las más de diez mil instituciones existentes en la región. Fuimos ganadores del 12° premio Ibermuseos de Educación con el proyecto: Echando Raíces, Custodios de Semillas, que es una estrategia pedagógica que permite a las comunidades de los municipios de Boyacá y Cundinamarca, fortalecer la identidad regional y la apropiación territorial, teniendo como objetivo principal la comprensión de la seguridad y soberanía alimentaria.
• El resguardo muisca de Sesquilé aportó con sus conocimientos sobre las historias de la cosmogonía muisca, que se cuentan en cada una de las esculturas que hacen parte del sendero.
• Finalmente, las instituciones educativas se encuentran vinculadas con el Proyecto, Sendero de la Memoria muisca: una forma de apropiar el conocimiento a través de desarrollo de talleres que permitieron entender la importancia del agua en el territorio, los participantes fueron: Institución Educativa Departamental Rafael Pombo de Sopó, Colegio Cooperativo de Sopó y la Institución Educativa Rural La Fuente de Tocancipá.

Desde su apertura en el 2020, el Sendero se ha fortalecido y con la numerosa asistencia de visitantes, quienes disfrutan de los recorridos en bicicleta, caminando y realizando observación de aves, se ha convertido en un referente de conocimiento y conservación cultural y ambiental, inspirando a la comunidad a ser parte del cambio.

Complementando la experiencia del Sendero, ha sido diseñado el circuito, Nuestro Planeta, un recorrido que refleja y lleva a la reflexión sobre las acciones que como seres humanos podemos realizar desde la sostenibilidad; allí se encuentran, el vivero de plantas nativas, reservorio de semillas criollas, lombricultivo, casa de las abejas, huerta, permacultura y un mundo de residuos.

Seguiremos trabajando para que el sendero de la memoria muisca permita que las comunidades reconozcan el valor entre la naturaleza y la cultura, asimismo para identificar las prácticas ancestrales tradicionales como base de la sostenibilidad y la permanencia de la cultura muisca en la región.

Somos territorio de vida, en la Fundación Parque Jaime Duque, cultivamos con amor un legado de conservación de la cultura, la familia, la naturaleza y la vida, a través de un turismo con propósito.

El paisaje es nuestro patrimonio, tesoro y futuro, por ello es que en la Fundación Parque Jaime Duque trabajamos a través de la educación y la cultura para lograr el desarrollo de un paisaje sostenible, promoviendo la participación de nuestros integrantes, visitantes, aliados y comunidad aledaña en la construcción de acciones que nos permitan conservar nuestro territorio. (Lea: Oso andino: el “jardinero” de los bosques andinos está en peligro)

Al identificar que en la región, los espacios que vinculan los componentes culturales y ambientales que generan apropiación social del conocimiento y actividades de restauración ecológica participativa son escasos, nace el proyecto El Sendero de la memoria muisca como una estrategia para la conservación. Ubicado en la Reserva Natural Ecoparque Sabana de la Fundación Parque Jaime Duque, en la vereda Tibitó, municipio de Tocancipá, Cundinamarca.

En el Sendero se exploran las interrelaciones culturales, históricas, sociales, económicas y políticas de los habitantes del territorio que se establecieron hace dos mil años, los pueblos muiscas. Profundizando en los procesos de recuperación ambiental y cultural que se adelantan en las comunidades de la sabana del río Bogotá, ya que nuestra área de influencia incluye espacios ancestrales importantes como el Cerro del Majuy en Cota, el Cerro de la Balvanera en Chía, el Cerro de las Tres Viejas y la Laguna de Guatavita en Sesquilé, el Parque Lineal Peñas Blancas y el Camino del Gone en Tocancipá, y Pionono, y Cerro de las Águilas en Sopó y Guasca. Todos tienen en común la protección de ecosistemas de bosque andino y /o humedal sobre los 2200 m s.n.m.

En nuestro caso, la zona donde hoy está la Reserva Natural Ecoparque Sabana, fue durante años dedicada a la producción agropecuaria de un tercero, ocasionando que los humedales se encontraran degradados y los suelos afectados. Años después, se finaliza la actividad de producción e inicia en manos de la Fundación Parque Jaime Duque, la restauración ecológica y se establece la historia cultural del territorio. Con adecuaciones de espacios, creación de esculturas, actividades educativas y expresiones artísticas, se creó una experiencia que rinde tributo a la cultura muisca. (Lea: Comfenalco Quindío eleva su voz por el planeta)

Realizamos el proyecto para resaltar las enseñanzas de las comunidades ancestrales que con el pasar del tiempo han sido olvidadas y que, a través de sus costumbres, dejaron un legado sobre la forma de vivir en armonía con la naturaleza. El Sendero cuenta con un recorrido de cinco kilómetros pasando por seis de los ocho bosques presentes (Nogales, Tijikys, Alisos, Cedros, Guayacanes y Robles) a través de caminos que hacen mención a las especies objetos de conservación como son: tingua pico verde, serpiente sabanera, pez capitán de la sabana, lechuzas, Coatí de montaña, rana sabanera.

Allí los visitantes se sumergen en espacios tematizados, aprendiendo sobre los pueblos muiscas, resaltando sus actividades diarias y cómo convivían con la naturaleza de manera responsable y sostenible. El talento y la creatividad de nuestra comunidad han enriquecido la propuesta social que hace del Sendero un espacio de diálogo y educación que impulsa el intercambio de saberes entre comunidades.

El Sendero de la memoria muisca ha tenido relación con varias instituciones que fortalecen el proceso y consolidan la participación, algunas de ellas son:

• La Universidad de Ciencias Ambientales y Aplicadas, (UDCA), a través del convenio establecido, desarrollo el proyecto de investigación: “Fortalecimiento de la memoria histórica del territorio de Sabana Centro”, con el fin de construir el guion museológico del Sendero a partir de la consulta, revisión documental y entrevistas a grupos focales a comunidades muiscas de la región. Se trabajó desde el semillero de investigación de Historia Ambiental, bajo la orientación de la docente Henny Margot Santiago V., con la participación de estudiantes del programa de Ciencias Ambientales.
• Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR): III Congreso Internacional de Investigación e Innovación Ambiental del 9 al 11 de noviembre de 2022, participamos con el póster de la experiencia del Sendero de la memoria muisca, como forma de generar construcción social del conocimiento.
• Secretaría de Ambiente del municipio de Tocancipá: Se ejecutó una alianza institucional que permite hacer recorridos guiados con la comunidad de las veredas y de la cabecera municipal y se realizan celebraciones de fechas ambientales.
• La secretaria de Cultura del municipio de Tocancipá: Fue efectuada una alianza institucional que permite brindar recorridos guiados con los usuarios de la red de Bibliotecas Públicas de Tocancipá, asimismo se hace la circulación cultural de la Escuela de Formación Artística de Tocancipá EFAT, con talleres de alfarería, artes plásticas música y danza folclórica.
• Ibermuseos: es el principal programa de cooperación para los museos de Iberoamérica, que tiene el objetivo de promover el fortalecimiento de las más de diez mil instituciones existentes en la región. Fuimos ganadores del 12° premio Ibermuseos de Educación con el proyecto: Echando Raíces, Custodios de Semillas, que es una estrategia pedagógica que permite a las comunidades de los municipios de Boyacá y Cundinamarca, fortalecer la identidad regional y la apropiación territorial, teniendo como objetivo principal la comprensión de la seguridad y soberanía alimentaria.
• El resguardo muisca de Sesquilé aportó con sus conocimientos sobre las historias de la cosmogonía muisca, que se cuentan en cada una de las esculturas que hacen parte del sendero.
• Finalmente, las instituciones educativas se encuentran vinculadas con el Proyecto, Sendero de la Memoria muisca: una forma de apropiar el conocimiento a través de desarrollo de talleres que permitieron entender la importancia del agua en el territorio, los participantes fueron: Institución Educativa Departamental Rafael Pombo de Sopó, Colegio Cooperativo de Sopó y la Institución Educativa Rural La Fuente de Tocancipá.

Desde su apertura en el 2020, el Sendero se ha fortalecido y con la numerosa asistencia de visitantes, quienes disfrutan de los recorridos en bicicleta, caminando y realizando observación de aves, se ha convertido en un referente de conocimiento y conservación cultural y ambiental, inspirando a la comunidad a ser parte del cambio.

Complementando la experiencia del Sendero, ha sido diseñado el circuito, Nuestro Planeta, un recorrido que refleja y lleva a la reflexión sobre las acciones que como seres humanos podemos realizar desde la sostenibilidad; allí se encuentran, el vivero de plantas nativas, reservorio de semillas criollas, lombricultivo, casa de las abejas, huerta, permacultura y un mundo de residuos.

Seguiremos trabajando para que el sendero de la memoria muisca permita que las comunidades reconozcan el valor entre la naturaleza y la cultura, asimismo para identificar las prácticas ancestrales tradicionales como base de la sostenibilidad y la permanencia de la cultura muisca en la región.

Somos territorio de vida, en la Fundación Parque Jaime Duque, cultivamos con amor un legado de conservación de la cultura, la familia, la naturaleza y la vida, a través de un turismo con propósito.