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Hacemos parte de un mundo interconectado, en el que los problemas globales requieren soluciones más allá de las fronteras, por lo que, una de las apuestas más importantes de los últimos gobiernos en Colombia ha sido la descarbonización de la economía para llegar a un país carbono neutro al 2050. Instrumentos legales como la ley 2169 de 2021, conocida como la ley de Acción Climática, son parte de una estrategia de mediano plazo que busca que el impacto de Colombia sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sea reducido en un 51 % al 2030 y se llegue a la neutralidad de emisiones en 2050, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
(Lea: Sequía y escasez de agua potable, los efectos de la crisis climática en la Amazonía)
En este contexto, y aunque los negocios que operamos en ISA (transmisión de energía, vías y telecomunicaciones) no son intensivos en carbono, conscientes de nuestro rol, y como un legado para las generaciones futuras, desde la organización nos propusimos reducir y compensar las emisiones asociadas a nuestras operaciones y contribuir, al 2030, la reducción de 11 millones de toneladas de CO2 equivalentes al planeta.
Un compromiso que se conecta con la proyección del Gobierno colombiano, que trasciende los límites geográficos y se extiende a países donde tenemos presencia como Chile, Bolivia, Perú y Brasil, este último un territorio clave por la presencia de ecosistemas como el Amazonas, donde apoyamos proyectos forestales para su conservación y protección.
Un trabajo en línea con estándares de calidad
En 2022 anunciamos que alcanzamos la certificación de carbono neutro en cinco países en lo que operamos en Latinoamérica, un certificado que otorga ICONTEC para reconocer el esfuerzo por reducir y compensar las emisiones derivadas de las operaciones que tenemos, legitimar el trabajo realizado y dar cuenta de un compromiso con una gestión ambiental rigurosa. Certificación que, por dos años consecutivos, mantenemos en nuestras operaciones, lo que implica más de 50.00 Km de circuitos de líneas, 699 km de rutas y 57.000 km de fibra óptica en tres negocios, once empresas y cinco países. Con un total de emisiones de 38.151 toneladas de CO2 en alcance 1 y 2, compensados en un 100 % y un 10 % adicional en alcance 3, para un total de compensación de 40.408 toneladas de CO2 a través créditos de carbono en diferentes proyectos.
(Lea también: Cambiar los incentivos perjudiciales por positivos, la oportunidad de la agricultura)
The Envira Amazonia, 39.000 hectáreas de protección en la Amazonía brasilera
The Envira Amazonia Project es uno de los proyectos más relevantes, y con el que realizamos la compensación de las emisiones de 6 empresas, correspondientes a 22.064 toneladas de CO2, lo que representa el 58% de nuestro inventario de GEI del 2022. Se trata además de un proyecto de conservación forestal de pago por servicios ecosistémicos, también conocido como proyecto de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+), en 39.300,6 hectáreas de tierras de propiedad privada en Acre, en Brasil.
Este proyecto nació como una iniciativa de una comunidad de antiguos recolectores de caucho en Feijó, en el estado brasileño de Acre y les ha permitido proteger hectáreas de bosques tropicales en las orillas del río Envira, que iban a ser convertidas en pastizales para ganadería extensiva. El proyecto también busca generar oportunidades económicas sostenibles para las comunidades locales e implementar proyectos sociales, al mismo tiempo que se mitiga la deforestación y se preserva el hábitat de la selva tropical y su rica biodiversidad asociada.
El bosque cuenta con individuos arbóreos en riesgo de ser talados, de especies comercialmente importantes y en riesgo como caoba de Honduras (swietenia macrophyla), cedro español (cedrela odorata) y tuno o canela-de-velho (miconia albans). Al evitar la deforestación del terreno para la explotación ganadera, los vecinos del proyecto Envira aseguran también la supervivencia de 20 especies amenazadas entre las que se encuentran armadillos gigantes y guacamayos.
Trabajar con proyectos como Envira no solo nos permite capturar emisiones y proteger una gran extensión de bosque tropical, también favorece a los habitantes de esta región del Brasil, que es uno de los focos en nuestras operaciones. Estas personas, que antes buscaban talar bosque para su agricultura y ganadería de subsistencia, ahora consiguen sus ingresos de manera sostenible.
Esta es solo una de las acciones que adelantamos en ISA, igualmente, destacamos las inversiones para aumentar la eficiencia de nuestras operaciones, mediante el uso de tecnologías como la fibra óptica para controlar las subestaciones, y la reducción del uso de gases como el hexafluoruro de azufre.
Como se mencionaal principio, nuestra estrategia al 2030 está orientada a la creación de Valor Sostenible, lo que nos ha retado desde el 2018 y permitido trascender la generación de valor netamente económico, para generar valor en el tiempo, creando un impacto positivo en lo social y ambiental. Una promesa que, de manera decidida, seguiremos abanderando con resultados tangibles y velando por mantener y potenciar nuestras acciones con los estándares que hemos alcanzado hasta ahora.
*Especialista Sostenibilidad de ISA.