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Si hay algo que pueda definir al veterinario Delio Orjuela, coordinador del Hogar de Paso del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), es la palabra compromiso.
Lideró al equipo de profesionales que el pasado 17 de agosto recibió un águila coronada, herida con disparos de perdigón y rescatada en el parque de El Ingenio, al sur de Cali. Este grupo no solo le salvó la vida al espécimen, sino que, además, logró recuperarla después de un estado crítico. Luego de mucho trabajo y dedicación, la llevaron de vuelta a la libertad en las montañas de Pance.
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Para lograr esta liberación, (la número 1.273 de este año por parte del Hogar de Paso del Dagma), el proceso resulto todo un desafío. “El águila llegó herida y de inmediato pasó a rayos x y a toma de muestras. Tenía una hemorragia interna. Muchas veces uno podría pensar que solo es un ala rota, pero hay que mirar el ojo, porque las aves que tienen este tipo de fracturas es porque no están viendo adecuadamente. Cuando vimos un ala partida con un perdigón, tuvimos que hacerle rayos x a todo el resto del ave para poder encontrar otros posibles perdigones”, describe el veterinario Orjuela.
El águila fue encontrada en uno de los parques del barrio El Ingenio. No se pudo establecer si logró llegar hasta allí malherida, o si alguna persona intentó auxiliarla y la trajo hasta Cali y se le escapó. Solo pudieron constatar la versión de una señora que la encontró y la llevó al Hogar de Paso, en el norte de Cali.
“Acá en Cali no, pero en otros lados del país he encontrado perdigones en muchas de ellas. Por ejemplo, en el campo, las aves rapaces no entienden que las gallinas tienen dueño y cuando vienen y atacan, los campesinos normalmente les disparan. No es difícil imaginar que los animales silvestres, viendo una oportunidad, fácilmente van a ir por los pollos”, señala el veterinario.
En su momento, al águila coronada se le practicaron ecografías para constatar, entre otras cosas, el sexo del animal. Se identificó como una hembra adulta, lo cual generó un mayor valor biológico para el equipo de trabajo.
“La verdad, gracias a Dios, hemos tenido el gusto de poderla ayudar. Es un tiempo casi récord para haberla recuperado después de tantos problemas. Durante la última semana estuvo volando y cazando a la perfección, habitando en una jaula de vuelo con obstáculos, que la obligaron a realizar giros y movimientos que la ayudaron a hacer una fisioterapia mucho más adecuada. Ya en libertad, pudimos nuevamente verla en acción”, contó el experto.
Según el veterinario, el animal se quedaría a vivir por la misma región, volando entre los sectores de Pance, Dapa y La Buitrera. “Es un corredor biológico muy interesante y lo que esperamos es que ella pueda contribuir a la conservación, dejando sus genes en sus polluelos. Insistimos en que las personas tienen que aprender a coexistir con los animales; no hay otra opción. De eso se trata vivir en el planeta, aprender a coexistir con las demás especies”, sostuvo.