Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El actor estadounidense Jason Momoa, famoso por su papel de “Aquaman”, el superhéroe que vive en el mar, lanzó un grito de alarma en el Festival de Cine de Sundance contra los peligros de la minería en los fondos marinos. (Puede leer: Los problemas de fondo detrás de las inundaciones en Medellín)
La estrella hawaiana es el narrador de “Deep Rising”, un nuevo documental estrenado el viernes en la cita anual del cine independiente, que denuncia la carrera de los grandes grupos industriales para extraer valiosos metales del fondo del Pacífico.
Los partidarios de la minería en aguas profundas afirman que el níquel y el cobalto, utilizados en las baterías de los automóviles eléctricos, pueden extraerse del lecho marino, lo que contribuiría a reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Pero conservacionistas y científicos temen que las extracciones devasten sistemas marinos poco conocidos que desempeñan un papel crucial en la regulación del clima. Algunas naciones han pedido prohibir este tipo de minería. (Le puede interesar: Científicos habrían descubierto los genes que hicieron gigantes a las ballenas)
“Hubo momentos en los que lloré y me emocioné” al narrar la película, dijo Momoa, antes de su estreno mundial en el festival Sundance que se celebra hasta el 29 de enero en Utah, oeste de Estados Unidos.
“Es muy importante, usar tu poder para el bien. Son todas cosas que me apasionan”, añadió el actor, que siguió cursos de biología marina cuando era estudiante y defiende a los océanos en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El documental sigue a los principales protagonistas de esta naciente industria, entre ellos The Metals Company, una compañía canadiense que quiere explotar Clarion Clipperton, una vasta extensión del fondo marino cerca de Hawái.
El director ejecutivo de la empresa, Gerard Barron, promete a ricos inversores que se hará poco daño a “la parte más árida y desolada del planeta”, en contraste con la actual devastación de las selvas tropicales.
Pero el director del documental, Matthieu Rytz, dijo que “sabemos muy poco” sobre el riesgo real para las profundidades oceánicas. (También puede leer: El crítico panorama de los tiburones y las rayas en los arrecifes de coral)
“La extracción en el fondo marino es solo una carrera, porque aún no tenemos suficiente conocimiento científico para entender realmente lo que sucede allí”, afirmó.
“El nuevo petróleo”
The Metals Company dijo que espera extraer anualmente 10 millones de toneladas cada año a partir de 2025.
Esta empresa es apenas una de una veintena de centros de investigaciones o corporaciones que tienen contratos de exploración oceánica y esperan la luz verde para comenzar la minería a escala comercial.
El documental de Rytz argumenta que la crisis energética no tiene una “solución milagrosa” y que la carrera que se está gestando para recolectar metales cruciales no es más que “el nuevo petróleo” y podría desencadenar futuras guerras por los recursos.
La película muestra reuniones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, en una “oscura sala en Kingston”, Jamaica, donde los delegados deciden “el futuro del 65% de la superficie del planeta”.
“Esto va más allá de la jurisdicción nacional. Es alta mar”, dijo Rytz. “Nos pertenece a todos o a nadie”, añadió. (Puede interesarle: “Nadie puede detener el agua”: el cambio climático ahoga las esperanzas en Fiji)
Rytz habla en la película con científicos que defienden la necesidad de explorar fuentes de energía alternativas, limpias y más abundantes, como el hidrógeno, para los motores de los coches, o de ampliar opciones de transporte como los trenes de alta velocidad.
“No necesitamos estos metales en primer lugar”, dijo.
“En los lugares que vamos a minar será un daño total. No hay daño a medias. Es como talar una selva tropical”, sostuvo.
Para Momoa, al ver película, “se supone que uno se debe cuestionar las cosas”, discutirlas y decir: ‘Necesitamos repensar todo’”.