Así descubrieron el alfabeto de sonidos con el que se comunican los cachalotes
Un equipo de científicos ha identificado una estructura en la forma en la que se comunican estos mamíferos marinos. Ajustan ritmos y sonidos para crear vocalizaciones elaboradas y expresivas.
Cabeza larga y en forma de bloque que abarca hasta un tercio del cuerpo, y aletas cortas y anchas. Los cachalotes (Physeter macrocephalus) pueden medir de 16 a 20 metros y pesar hasta 55000 kg. Pero no solo su forma y tamaño es característico, también los sonidos tan audibles que emiten.
Este tipo de comunicación es importante para los animales, ya que les ayuda a tomar decisiones en grupo y a coordinar tareas conjuntas, como la búsqueda de alimento y la cría de sus pequeños. En el caso de estos mamíferos marinos, ‘hablan’ entre sí mediante secuencias de chasquidos, pero hasta ahora poco más se conocía sobre este proceso.
Hay que tener en cuenta que los cachalotes son los animales con el cerebro más grande que jamás haya existido en nuestro planeta. El contraste entre la aparente simplicidad de su sistema de comunicación y la variedad de comportamientos coordinados que permite ha planteado un misterio fundamental a los especialistas del campo.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en EE UU) han analizado grabaciones de unos 60 especímenes diferentes del clan del Caribe Oriental, dentro del Proyecto Cachalote de Dominica, y las han utilizado para definir un ‘alfabeto fonético’.
Todos ellos forman parte de la misión CETI (siglas en inglés de Iniciativa de Traducción de Cetáceos), uno de los mayores proyectos de comunicación entre especies de la historia, que incluye a expertos en lingüística, robótica, ingeniería fotográfica e inteligencia artificial.
“Los cachalotes se comunican mediante chasquidos, y sus llamadas de comunicación se realizan juntando un paquete corto de dichos chasquidos llamados codas”, explica a SINC Daniela Rus, una de las científicas del MIT. “Entender qué aspectos de sus codas pueden controlar y variar nos ayuda a comprender cómo pueden codificar información en sus llamadas”.
“Demostramos que estas codas no son aleatorias, sino que se crean ensamblando cuidadosamente cuatro características de la coda: ritmo, tempo, rubato y ornamentación”, añade.
Transmisión de información
“La combinación y estructura de las secuencias de chasquidos depende del contexto conversacional de cada individuo”, explican los autores. Así, han descubierto que el sistema de comunicación de estas ballenas es más complejo y tiene mayor capacidad de transmisión de información de lo que se pensaba. Los resultados se publican esta semana en la revista Nature Communications.
Sonidos con muchos significados posibles
Los científicos también han identificado una ‘estructura combinatoria’ en su lenguaje, en el que pueden ajustar y modular diferentes chasquidos y ritmos para crear vocalizaciones complejas y expresivas, similares al lenguaje humano.
“Los sistemas de vocalización combinatoria son poco frecuentes y su presencia indica que, en principio, la especie es capaz de representar un espacio más amplio de mensajes”, afirma a SINC Pratyusha Sharma, una de las autoras e investigadora del MIT.
Aunque aún se desconoce la función y el significado de dichas combinaciones sonoras, los expertos sugieren que el lenguaje de los cachalotes es “potencialmente capaz de representar un gran número de significados posibles”.
“Si bien este estudio no ayuda aún a mejorar el lenguaje humano, sí nos dice que en la naturaleza existen otros sistemas de comunicación combinatoria de origen natural que han evolucionado en ecosistemas y sociedades muy específicas. Un estudio más profundo quizá pueda responder preguntas sobre cómo ha evolucionado nuestro propio sistema de comunicación”, concluye Sharma.
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Cabeza larga y en forma de bloque que abarca hasta un tercio del cuerpo, y aletas cortas y anchas. Los cachalotes (Physeter macrocephalus) pueden medir de 16 a 20 metros y pesar hasta 55000 kg. Pero no solo su forma y tamaño es característico, también los sonidos tan audibles que emiten.
Este tipo de comunicación es importante para los animales, ya que les ayuda a tomar decisiones en grupo y a coordinar tareas conjuntas, como la búsqueda de alimento y la cría de sus pequeños. En el caso de estos mamíferos marinos, ‘hablan’ entre sí mediante secuencias de chasquidos, pero hasta ahora poco más se conocía sobre este proceso.
Hay que tener en cuenta que los cachalotes son los animales con el cerebro más grande que jamás haya existido en nuestro planeta. El contraste entre la aparente simplicidad de su sistema de comunicación y la variedad de comportamientos coordinados que permite ha planteado un misterio fundamental a los especialistas del campo.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en EE UU) han analizado grabaciones de unos 60 especímenes diferentes del clan del Caribe Oriental, dentro del Proyecto Cachalote de Dominica, y las han utilizado para definir un ‘alfabeto fonético’.
Todos ellos forman parte de la misión CETI (siglas en inglés de Iniciativa de Traducción de Cetáceos), uno de los mayores proyectos de comunicación entre especies de la historia, que incluye a expertos en lingüística, robótica, ingeniería fotográfica e inteligencia artificial.
“Los cachalotes se comunican mediante chasquidos, y sus llamadas de comunicación se realizan juntando un paquete corto de dichos chasquidos llamados codas”, explica a SINC Daniela Rus, una de las científicas del MIT. “Entender qué aspectos de sus codas pueden controlar y variar nos ayuda a comprender cómo pueden codificar información en sus llamadas”.
“Demostramos que estas codas no son aleatorias, sino que se crean ensamblando cuidadosamente cuatro características de la coda: ritmo, tempo, rubato y ornamentación”, añade.
Transmisión de información
“La combinación y estructura de las secuencias de chasquidos depende del contexto conversacional de cada individuo”, explican los autores. Así, han descubierto que el sistema de comunicación de estas ballenas es más complejo y tiene mayor capacidad de transmisión de información de lo que se pensaba. Los resultados se publican esta semana en la revista Nature Communications.
Sonidos con muchos significados posibles
Los científicos también han identificado una ‘estructura combinatoria’ en su lenguaje, en el que pueden ajustar y modular diferentes chasquidos y ritmos para crear vocalizaciones complejas y expresivas, similares al lenguaje humano.
“Los sistemas de vocalización combinatoria son poco frecuentes y su presencia indica que, en principio, la especie es capaz de representar un espacio más amplio de mensajes”, afirma a SINC Pratyusha Sharma, una de las autoras e investigadora del MIT.
Aunque aún se desconoce la función y el significado de dichas combinaciones sonoras, los expertos sugieren que el lenguaje de los cachalotes es “potencialmente capaz de representar un gran número de significados posibles”.
“Si bien este estudio no ayuda aún a mejorar el lenguaje humano, sí nos dice que en la naturaleza existen otros sistemas de comunicación combinatoria de origen natural que han evolucionado en ecosistemas y sociedades muy específicas. Un estudio más profundo quizá pueda responder preguntas sobre cómo ha evolucionado nuestro propio sistema de comunicación”, concluye Sharma.
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