¿Por qué llamamos a los páramos “esponjas de agua”?
Gracias a estos ecosistemas el 35% de la población nacional se beneficia de agua, se alimentan 73 hidroeléctricas y se provee el 70% del recurso hídrico del país.
Juan Pablo Correa
Lo que hace un páramo es absorber el agua que está en la atmósfera y transformarla. Son como “ríos voladores”, aseguran un grupo de investigadores en Páramos Colombia, biodiversidad y gestión, un libro que compila los resultados de investigación del Instituto Humboldt de este ecosistema.
Gracias a las cuencas de los páramos se regula y provee el 70 % del recurso hídrico del país. También se benefician 16 ciudades principales y más de 16 millones de personas. Estos ecosistemas son el lugar de origen de lagunas, quebradas y ríos. De echo, dice el Instituto Humboldt, son protectores ante fenómenos climáticos como el de El Niño y La Niña. (Le puede interesar: Estas son las plantas endémicas que podrían desaparecer de los páramos colombianos)
Sin embargo, Paula Ungar, una investigadora independiente que lleva 10 años trabajando en páramos, explica que con su conservación no es suficiente. “También es fundamental preservar las cuencas. Si tenemos los páramos bien conservados se regula hasta cierto punto el agua, pero de ahí si de ahí para abajo está destruido, no estamos haciendo mucho”, dice.
Lo que hace un páramo es absorber el agua que está en la atmósfera y transformarla. Son como “ríos voladores”, aseguran un grupo de investigadores en Páramos Colombia, biodiversidad y gestión, un libro que compila los resultados de investigación del Instituto Humboldt de este ecosistema.
Gracias a las cuencas de los páramos se regula y provee el 70 % del recurso hídrico del país. También se benefician 16 ciudades principales y más de 16 millones de personas. Estos ecosistemas son el lugar de origen de lagunas, quebradas y ríos. De echo, dice el Instituto Humboldt, son protectores ante fenómenos climáticos como el de El Niño y La Niña. (Le puede interesar: Estas son las plantas endémicas que podrían desaparecer de los páramos colombianos)
Sin embargo, Paula Ungar, una investigadora independiente que lleva 10 años trabajando en páramos, explica que con su conservación no es suficiente. “También es fundamental preservar las cuencas. Si tenemos los páramos bien conservados se regula hasta cierto punto el agua, pero de ahí si de ahí para abajo está destruido, no estamos haciendo mucho”, dice.