Capturan en San Andrés a hombre que quería atraer tiburones con un perro muerto
En el pasado, actividades como estas tuvieron desenlaces fatales, advirtió la autoridad ambiental, recordando el ataque de un tiburón a un turista italiano, ocurrido en marzo de este año. También anunció que próximamente emitirá nueva regulación que prohíbe la ceba de fauna silvestre.
En la tarde del miércoles, la comunidad del occidente de San Andrés alertó a las autoridades sobre un hombre que había atado el cadáver de un perro a una soga y lo lanzaba varias veces al mar con el fin de atraer tiburones a la costa de la isla. En varios videos se puede observar a dos tiburones que llegaron a un metro de la costa atraídos por el perro muerto. El hombre fue capturado por hombres de la Policía Nacional. (Puede leer: Todo ha sido un malentendido con los tiburones)
La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), rechazó el acto pues considera que las actividades de ceba a la fauna marina atentan contra la fauna silvestre y le hizo un llamado a la comunidad para que cesen estas malas prácticas de inmediato.
De hecho, la autoridad ambiental resaltó que prácticas como estas “no solo alteran las condiciones naturales de la biodiversidad marina, sino que además pueden atraer animales potencialmente peligrosos hacia la costa, con incidencias directas en el turismo, en la seguridad de las personas y en acciones represivas contra animales protegidos, que están en su hábitat natural”, recordando el incidente que se presentó en marzo de este año. (Le puede interesar: En el mercado de aletas de tiburón, el 70% son de especies amenazadas)
A mediados de ese mes, Antonio Roseto Degli, un turista de 56 años, murió tras ser mordido por un tiburón en la zona conocida como La Piscinita, en San Andrés. En reacción, varias personas de la comunidad cazaron un tiburón nodriza e intentaron hacer lo mismo con tiburones tigre. Cabe recordar que estos animales están protegidos a nivel nacional e internacional y su caza está prohibida desde 2008.
La subdirección de Mares y Costas de Coralina recordó que desde marzo se han intensificado las campañas de educación “tendientes a que no se deben alimentar animales en el mar”. Sin embargo, no es la primera vez que la autoridad ambiental denuncia la realización de este tipo de actividades. A finales de marzo, rechazó que prestadores de servicios turísticos en el islote Johnny Cay Regional Park estuvieran arrojando comida para atraer tiburones. (También puede leer: (Video) Increíbles imágenes de tres ballenas orca depredando a un tiburón blanco)
“Teniendo presente lo anterior, es necesario recordar que cualquier acción que atente contra fauna protegida como son los tiburones, están considerados como delitos ambientales y podrían acarrear sanciones”, apuntó Coralina en un comunicado, en el que también anunció que próximamente emitirá nueva regulación que prohíbe la ceba de fauna silvestre en el Archipiélago.
En la tarde del miércoles, la comunidad del occidente de San Andrés alertó a las autoridades sobre un hombre que había atado el cadáver de un perro a una soga y lo lanzaba varias veces al mar con el fin de atraer tiburones a la costa de la isla. En varios videos se puede observar a dos tiburones que llegaron a un metro de la costa atraídos por el perro muerto. El hombre fue capturado por hombres de la Policía Nacional. (Puede leer: Todo ha sido un malentendido con los tiburones)
La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), rechazó el acto pues considera que las actividades de ceba a la fauna marina atentan contra la fauna silvestre y le hizo un llamado a la comunidad para que cesen estas malas prácticas de inmediato.
De hecho, la autoridad ambiental resaltó que prácticas como estas “no solo alteran las condiciones naturales de la biodiversidad marina, sino que además pueden atraer animales potencialmente peligrosos hacia la costa, con incidencias directas en el turismo, en la seguridad de las personas y en acciones represivas contra animales protegidos, que están en su hábitat natural”, recordando el incidente que se presentó en marzo de este año. (Le puede interesar: En el mercado de aletas de tiburón, el 70% son de especies amenazadas)
A mediados de ese mes, Antonio Roseto Degli, un turista de 56 años, murió tras ser mordido por un tiburón en la zona conocida como La Piscinita, en San Andrés. En reacción, varias personas de la comunidad cazaron un tiburón nodriza e intentaron hacer lo mismo con tiburones tigre. Cabe recordar que estos animales están protegidos a nivel nacional e internacional y su caza está prohibida desde 2008.
La subdirección de Mares y Costas de Coralina recordó que desde marzo se han intensificado las campañas de educación “tendientes a que no se deben alimentar animales en el mar”. Sin embargo, no es la primera vez que la autoridad ambiental denuncia la realización de este tipo de actividades. A finales de marzo, rechazó que prestadores de servicios turísticos en el islote Johnny Cay Regional Park estuvieran arrojando comida para atraer tiburones. (También puede leer: (Video) Increíbles imágenes de tres ballenas orca depredando a un tiburón blanco)
“Teniendo presente lo anterior, es necesario recordar que cualquier acción que atente contra fauna protegida como son los tiburones, están considerados como delitos ambientales y podrían acarrear sanciones”, apuntó Coralina en un comunicado, en el que también anunció que próximamente emitirá nueva regulación que prohíbe la ceba de fauna silvestre en el Archipiélago.