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Hace un mes Cumbres Blancas Colombia, un proyecto que busca la conservación de los glaciares en el país, hizo pública la denuncia de un incendio en el Parque Regional Siscunsi Oceta. Por otro lado, la semana pasada, mientras se conmemoraba el Día Mundial del Agua, el proyecto también informó que los frailejones del complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha, en el municipio de Aquitania, estaban en medio de las llamas por segunda vez en menos de un mes. El fuego se extendió por 65 hectáreas y, según el botánico Mauricio Diazgranados, las especies afectadas fueron Espeletiopsis guacharaca y Espeletia lopezii. Luego de dos jornadas, los bomberos lograron apagar el fuego.
Ante las denuncias hechas por Cumbres Blancas y por personas de las diferentes comunidades, y la falta de una respuesta por parte de las entidades correspondientes, el proyecto emitió un comunicado expresando su preocupación por la conservación de los páramos en Boyacá.
“No evidenciamos ninguna respuesta por parte de las entidades correspondientes. las investigaciones de las cuales se han hablado no han evidenciado responsables de los presentes delitos ambientales. Hemos pedido que se tomen medidas contundentes que eviten tales ecocidios y a la fecha la respuesta ha sido nula”, afirmaron en el comunicado. (Lea: Los páramos de Boyacá están en llamas. Nuevo incendio en Aquitania)
Diazgranados señala que los páramos pueden ser resilientes a los incendios naturales “cuando éstos se dan en baja frecuencia. Algunos frailejones pueden sobrevivir incluso a quemas de baja intensidad, y es frecuente ver las huellas de incendios pasados en los tallos de los frailejones”. Pero advierte que “los incendios provocados por el hombre normalmente alteran la frecuencia de quemas que recibe el páramo, generando daños severos en la estructura, composición y funcionalidad de las zonas afectadas. El fuego elimina la biomasa y la necromasa vegetal (por ejemplo las hojas secas que recubren los tallos de los frailejones), que sirven como esponja de agua. De esta manera, el fuego afecta de manera directa el almacenamiento, aprovisionamiento y regulación del agua en el páramo”.
Mientras haya una mayor intensidad, el fuego va eliminando elementos estructurales del ecosistema de páramo como los frailejones, arbustos y árboles enanos, por lo que además de afectar la biodiversidad, afecta la estructura de las comunidades en el ecosistema. Normalmente los incendios se generan para favorecer la siembra de especies exóticas (como pastos africanos, en este caso) y así introducir ganado en el territorio. (Lea: ¿Qué es el fracking y cuáles son las inquietudes sobre su impacto ambiental?)
En el mismo comunicado, Cumbres Blancas afirma que “como colectivo representante de la sociedad civil exigimos respuestas por parte de la corporación autónoma de Boyacá, el ministerio de Medio ambiente y desarrollo sostenible, presidencia y congreso de la República. Pedimos se tomen medidas ejemplarizantes que prevenga este tipo de sucesos. Solicitamos resultados concretos de las investigaciones y acciones claras que eviten que nuestras fábricas de agua sean afectadas de tal manera por los incendios causados”.
Y añade que conocen “el grave problema que atraviesa nuestro país en relación a la protección de nuestros líderes sociales”, por lo que se pone a disposición el correo cumbresblancascolombia@gmail.com para recibir denuncias de incendios en los páramos. (Le puede interesar: Fotos: así es el Golfo de Tribugá, una joya ambiental en Colombia)