Colombia tiene nueva reserva de la biósfera, declarada por la Unesco, en Tribugá
Esta es la sexta reserva de biósfera declarada en el país, y la primera ubicada en la costa del pacífico colombiano.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó diez nuevas reservas de la biósfera en nueve países y una nueva reserva transfronteriza. Una de estas está en Colombia. Se trata del área de Tribugá-Cupica-Baudó, ubicada en Chocó, reconocida como patrimonio de biósfera de la humanidad.
Esta se convierte en la primera reserva de la biósfera situada en la costa del Pacífico colombiano gracias a la gran variedad de paisajes (acantilados, estuarios, costas, golfos, ensenadas, bahías y zonas marinas) y ecosistemas (arrecifes, manglares, bosque tropical) ricos en biodiversidad. (Lea: Un grupo de jóvenes inició un juicio histórico sobre el cambio climático en EE. UU.)
Allí hay, al menos, 1500 especies de plantas endémicas que han perdido más del 70 % de su hábitat natural. Aunque esta área solo cubre el 2.3 % de la superficie terrestre, cuentan con una gran cantidad de especies, algunas bajo amenaza de extinción, que actúan como prioridades globales para la conservación.
La nueva reserva de biósfera también tiene población de más de 18.000 habitantes, en su mayoría indígenas emberá y afrocolombianos. Sus principales actividades económicas son la agricultura de subsistencia, la pesca artesanal, la pesca tradicional y el aprovechamiento de los recursos, el comercio, el turismo de naturaleza y la artesanía, como la cerámica, según la UNESCO. (Lea: Caño Cristales abre de nuevo las puertas al público este 16 de junio)
Este nuevo reconocimiento se suma a otras figuras que ya existen en la zona, como las dos áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas: el Parque Nacional Natural Utría, y el Distrito Regional de Manejo Integrado golfo de Tribugá-Cabo Corrientes, así como también la Zona Exclusiva de pesca artesanal.
Tribugá-Cupica-Baudó fue postulada en febrero de 2022. En ese momento, el ministerio de Ambiente, en cabeza de Carlos Eduardo Correa, presentó una investigación sobre los componentes bióticos, socioeconómicos y culturales, realizado por el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP), y que contó con la participación de las comunidades indígenas, negras y locales que habitan el área.
Esta nueva reserva de biósfera es la sexta que se declara en el país, sumándose a las ya establecidas: El Tuparro, La Ciénaga Grande de Santa Marta, La Sierra Nevada de Santa Marta, El Cinturón Andino y Seaflower, en el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Además de Tribugá-Cupica-Baudó, se declararon otras nueve reservas en todo el mundo:
- Reserva de Bicentenario–Ayacucho, en Perú
- Drömling, en Alemania
- Selva Tropical Korup, en Camerún
- Bantimurung Bulusaraung - Ma’Rupanne, en Indonesia
- Transfronteriza del Monte Elgon, entre Kenia y Uganda
- Onon-Balj, en Mongolia
- Chitral Bashkar Garmchashma y Gallies, ambas en Pakistán
- Complejo de Áreas Protegidas del Noreste de la República Centroafricana
- Rufiji-Mafia-Kibiti-Kilwa, en Tanzania
¿Qué es una Reserva de la biósfera?
La declaración de estas áreas es uno “de los pilares del mandato de la UNESCO”. A través de estas zonas se promueve soluciones locales innovadoras, con el fin de conservar la biodiversidad, preservar los ecosistemas y hacer frente al cambio climático, mejorando al mismo tiempo los medios de subsistencia de la población, por ejemplo, a través del desarrollo de la agroecología, las fuentes de energía renovables y las industrias ecológicas.
Las reservas de biósfera también actuán como una estrategia para alcanzar los objetivos fijados en diciembre de 2022 en el marco del Convenio sobre el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica. Allí, 196 países, incluido Colombia, se comprometieron, entre otras cosas, a la designación del 30% de la superficie terrestre como zonas protegidas y la restauración del 30% de los ecosistemas más degradados del planeta de aquí a 2030.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó diez nuevas reservas de la biósfera en nueve países y una nueva reserva transfronteriza. Una de estas está en Colombia. Se trata del área de Tribugá-Cupica-Baudó, ubicada en Chocó, reconocida como patrimonio de biósfera de la humanidad.
Esta se convierte en la primera reserva de la biósfera situada en la costa del Pacífico colombiano gracias a la gran variedad de paisajes (acantilados, estuarios, costas, golfos, ensenadas, bahías y zonas marinas) y ecosistemas (arrecifes, manglares, bosque tropical) ricos en biodiversidad. (Lea: Un grupo de jóvenes inició un juicio histórico sobre el cambio climático en EE. UU.)
Allí hay, al menos, 1500 especies de plantas endémicas que han perdido más del 70 % de su hábitat natural. Aunque esta área solo cubre el 2.3 % de la superficie terrestre, cuentan con una gran cantidad de especies, algunas bajo amenaza de extinción, que actúan como prioridades globales para la conservación.
La nueva reserva de biósfera también tiene población de más de 18.000 habitantes, en su mayoría indígenas emberá y afrocolombianos. Sus principales actividades económicas son la agricultura de subsistencia, la pesca artesanal, la pesca tradicional y el aprovechamiento de los recursos, el comercio, el turismo de naturaleza y la artesanía, como la cerámica, según la UNESCO. (Lea: Caño Cristales abre de nuevo las puertas al público este 16 de junio)
Este nuevo reconocimiento se suma a otras figuras que ya existen en la zona, como las dos áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas: el Parque Nacional Natural Utría, y el Distrito Regional de Manejo Integrado golfo de Tribugá-Cabo Corrientes, así como también la Zona Exclusiva de pesca artesanal.
Tribugá-Cupica-Baudó fue postulada en febrero de 2022. En ese momento, el ministerio de Ambiente, en cabeza de Carlos Eduardo Correa, presentó una investigación sobre los componentes bióticos, socioeconómicos y culturales, realizado por el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP), y que contó con la participación de las comunidades indígenas, negras y locales que habitan el área.
Esta nueva reserva de biósfera es la sexta que se declara en el país, sumándose a las ya establecidas: El Tuparro, La Ciénaga Grande de Santa Marta, La Sierra Nevada de Santa Marta, El Cinturón Andino y Seaflower, en el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Además de Tribugá-Cupica-Baudó, se declararon otras nueve reservas en todo el mundo:
- Reserva de Bicentenario–Ayacucho, en Perú
- Drömling, en Alemania
- Selva Tropical Korup, en Camerún
- Bantimurung Bulusaraung - Ma’Rupanne, en Indonesia
- Transfronteriza del Monte Elgon, entre Kenia y Uganda
- Onon-Balj, en Mongolia
- Chitral Bashkar Garmchashma y Gallies, ambas en Pakistán
- Complejo de Áreas Protegidas del Noreste de la República Centroafricana
- Rufiji-Mafia-Kibiti-Kilwa, en Tanzania
¿Qué es una Reserva de la biósfera?
La declaración de estas áreas es uno “de los pilares del mandato de la UNESCO”. A través de estas zonas se promueve soluciones locales innovadoras, con el fin de conservar la biodiversidad, preservar los ecosistemas y hacer frente al cambio climático, mejorando al mismo tiempo los medios de subsistencia de la población, por ejemplo, a través del desarrollo de la agroecología, las fuentes de energía renovables y las industrias ecológicas.
Las reservas de biósfera también actuán como una estrategia para alcanzar los objetivos fijados en diciembre de 2022 en el marco del Convenio sobre el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica. Allí, 196 países, incluido Colombia, se comprometieron, entre otras cosas, a la designación del 30% de la superficie terrestre como zonas protegidas y la restauración del 30% de los ecosistemas más degradados del planeta de aquí a 2030.