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Diablo negro: el pez que vive en las profundidades fue visto cerca a la superficie

Un grupo de investigadores de la ONG Condrik Tenerife aseguró que “podría tratarse del primer avistamiento registrado en el mundo de un “diablo negro” o “rape abisal” adulto y vivo, a plena luz del día y en superficie”. El video fue grabado cerca de la costa de la playa de San Juan, en España.

07 de febrero de 2025 - 09:53 p. m.
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En Canarias, España, un grupo de investigadores de la ONG Condrik Tenerife, que se ha especializado en la investigación y conservación de tiburones y rayas en esta zona, en uno de sus viajes se llevó una inusual sorpresa. A dos kilómetros de la costa de Tenerife, muy cerca de la superficie del océano, durante el día encontraron un ejemplar de un pez conocido comúnmente como “diablo negro” o “rape abisal”, el cual es una especie depredadora. El momento quedó registrado en un video.

En la publicación realizada en sus redes sociales, la ONG aseguró que “podría tratarse del primer avistamiento registrado en el mundo de un “diablo negro” o “rape abisal” adulto y vivo, a plena luz del día y en superficie. Un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida”.

De acuerdo con la ONG, el ejemplar de Melanocetus johnsonii, como es su nombre científico, se presentó el pasado 26 de enero cerca de la costa de la playa de San Juan. Hasta el momento, según dijo Laia Valor, bióloga marina, a EFE, no se había podido avistar a un ejemplar vivo tan cerca de la superficie y contó que lo observaron cuando ya estaban regresando al puerto.

“Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba en mal estado y solo duró vivo unas horas”, añadió al medio español y aclaró que pueden ser diversas las razones que llevaron al ejemplar hasta el punto donde fue encontrado, como una posible enfermedad o la huía de un depredador. De acuerdo con el relato de la bióloga, una vez confirmaron que el individuo se había muerto, lo recogieron para llevarlo al Museo de la Naturaleza y Arqueología, de Santa Cruz de Tenerife.

Este avistamiento se suma al de noviembre de 2014, cuando científicos del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI, por sus siglas en inglés) consiguieron grabar a un ejemplar. Se trataba de una hembra de nueve centímetros que se encontraba a unos 600 metros de profundidad en el cañón submarino de Monterrey, frente a la costa californiana.

En ese entonces, un portavoz del instituto le aseguró a BBC que creían que “esta es la primera vez que se ha conseguido grabar a un ejemplar de esta especie en su hábitat natural”.

Este animal se caracteriza por tener una antena y, su extremo superior, se ilumina por las bacterias bioluminiscentes, lo que le permite atraer a sus presas, las cuales, al final, terminan atrapadas en sus mandíbulas repletas de dientes afilados. Además, habita en el fondo marino entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad. Las hembras pueden llegar a medir 20 centímetros, mientras que el macho es diez veces más pequeño y no puede sobrevivir por sí solo. Este pez tomó popularidad al aparecer en una de las escenas de la popular película de Disney, Buscando a Nemo.

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