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En 2013, frente a las costas de Costa Rica, a casi 3.000 metros de profundidad, un equipo de científicos descubrió a un grupo de hembras de pulpo que estaban juntas empollando sus huevos. Este hallazgo emocionó a los investigadores, pues era la primera vez que veían una escena como esta. (Puede leer: Colombia retrocede en su ambición para reducir las emisiones de gases de los buques)
Sin embargo, los científicos no vieron a ningún embrión en desarrollo, lo que les llevó a pensar que este no era un lugar adecuado para el crecimiento de estos animales.
Ahora, tras una expedición de 19 días al Dorado Outcrop, como denominaron el punto hace una década, acaba de demostrar que los investigadores estaban equivocados y que en realidad este espacio, a 2.800 metros de profundidad, es la tercera guardería de pulpos que se conoce en el mundo. (Le puede interesar: Ordenan detener la construcción de una base de guardacostas en Providencia, ¿por qué?)
Jyotika Virmani, Directora Ejecutiva del Instituto Oceánico Schmidt, una de las organizaciones que participó en la expedición Octopus Odyssey, señaló que “el descubrimiento de un nuevo criadero activo de pulpos a más de 2.800 metros bajo la superficie del mar en aguas costarricenses demuestra que aún queda mucho por aprender sobre nuestro océano”.
El equipo de científicos, conformado por 18 investigadores de distintas universidades, fue testigo de la eclosión de la especie Muusoctopus, la cual creen que es potencialmente nueva para la ciencia. Esta, según señaló el Instituto, serían pulpos pequeños o medianos y no tendrían saco de tinta. (También puede leer: Así impactaría el cambio climático al río Magdalena en las próximas décadas)
La expedición, que también exploró cinco montes submarinos que no habían sido investigados hasta ahora, considera que algunas especies de pulpos de aguas profundas buscan fuentes de hidrotermales, como los que se encuentran en el Dorado Outcrop, para incubar a sus huevos.
Con los resultados de esta expedición, los científicos buscan hacer un llamado a las autoridades sobre el alto nivel de amenaza al que se enfrentan estos ecosistemas y esperan que sean designados como áreas marinas protegidas.