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En la mañana del miércoles (1º de febrero), la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, anunció la creación del Plan de Manejo Ambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta que, agregó, contará “con una inversión de 8 millones de dólares. Su propósito será promover la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, compromiso del Gobierno del Cambio”. (Puede leer: Día Mundial de los Humedales: el reto para Colombia está en recuperarlos)
Los recursos, precisó la ministra, habían sido aportados por “parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés)”. Horas después del anuncio, María Paula Correa, quien fue jefe de gabinete del gobierno de Iván Duque, cuestionó si realmente se trataba de un nuevo plan o si se estaba “reencauchando” lo que en junio de 2021 ya había anunciado el gobierno anterior.
A través de un tuit publicado en su cuenta, Correa cuestionaba a la ahora viceministra de Ambiente, Sandra Vilardy, por una publicación que esta última había hecho en marzo de 2021. En esa publicación, Vilardy, que entonces se desempeñaba como directora de la iniciativa Parques Cómo Vamos, cuestionaba el enfoque que tendría una inversión de USD $8 millones en la Ciénaga Grande de Santa Marta y que priorizaría a la zona palmera y bananera y no para los pescadores, o comprender el estado de la perdida (sic) de biodiversidad”. (Le puede interesar: Los pequeños humedales aislados podrían ser más importantes de lo que parece)
Ustedes que dirían si se gestionan recursos por mas de 8 millones de USD para la #CienagaGrande de Santa Marta y la mayor parte de los recursos va dirigida a las zona palmera y bananera y no para los pescadores, o comprender el estado de la perdida de biodiversidad 🤔
— Sandra Vilardy (@svilardyq) March 10, 2021
Meses después de ese tuit, en los primeros días de junio, durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, Iván Duque y Carlos Correa, por entonces presidente y ministro, anunciaron el lanzamiento del proyecto GEF Ciénaga Grande de Santa Marta, “con el que se mejorará la conservación de la biodiversidad de este ecosistema y se protegerá la vegetación natural al garantizar un adecuado uso del suelo y caudal del agua”. La inversión sería de nueve millones de dólares y ese dinero provenía del BID y GEF. El Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (Invemar) cumpliría el rol de entidad ejecutadora.
Por esta razón, Correa, que ahora trabaja en Libra Group, un conglomerado internacional, cuestionó el anunció realizado por la ministra Muhamad en horas de la mañana. “Y hoy qué piensa del refrito que lanzó la Minambiente? Ese programa se lanzó el 6 de junio/21 por Gob. de Iván Duque. Parece que hoy el mismo programa, financiado por GEF si comprende el estado de la pérdida de biodiversidad”, le escribió por Twitter a Vilardy. (También puede leer: Todavía no se conoce quién estará a cargo de la dirección de la Aunap)
Y hoy qué piensa del refrito que lanzó la @MinAmbienteCo ? Ese programa se lanzó el 6 de junio/21 por Gob. de @IvanDuque (https://t.co/tb67GeG05o) Parece que hoy el mismo programa, financiado por GEF si comprende el estado de la pérdida de la biodiversidad🤔 https://t.co/ivKv08yC02
— Maria Paula Correa F. (@mariapcorrea) February 2, 2023
Para aclarar si lo anunciado por la ministra Muhamad en la mañana del miércoles es algo nuevo o realmente es un refrito, El Espectador consultó a Vilardy, Viceministra de Políticas y Normalización Ambiental y una de las personas que más conoce sobre las problemáticas de este humedal, el primero del país en haber sido designado como sitio Ramsar en 1998.
Lo primero que aclara la viceministra es que, efectivamente, la financiación del proyecto es un logro del gobierno pasado, pero advierte que el nuevo gobierno recibió el proyecto “en una fase que estaba sin poder arrancar. De hecho, tiene un atraso importantísimo”.
Vilardy también aclara que, antes de que el proyecto fuera aceptado, el BID la buscó para que diera sus opiniones sobre lo que se estaba planificando bajo el gobierno de Iván Duque. “Cuando llegamos al gobierno (...) me reúno con el BID para recordarles las consideraciones que ya les había compartido y para explorar la posibilidad de hacer unos ajustes”, comenta. Tras algunas reuniones, la entidad que financia este plan aceptó la redirección que el gobierno de Gustavo Petro propuso sobre el alcance y objetivo del proyecto. En otras palabras, el gobierno de Iván Duque consiguió el dinero, pero el de Gustavo Petro ajustó lo que se va a hacer.
Entonces, habiendo aclarado los cuestionamientos que quedaron en el aire tras el mensaje de Correa, queda una pregunta, ¿en qué se diferencian el plan de este gobierno, respecto al que se anunció hace poco más de año y medio en la administración de Iván Duque? (Puede interesarle: Los problemas de fondo detrás de las inundaciones en Medellín)
La primera gran diferencia que Vilardy identifica tiene que ver con el enfoque de los recursos. “Con el anterior proyecto, la mayor cantidad de los recursos no necesariamente iban a los pescadores y a los habitantes más desprotegidos de la Ciénaga, sino a las actividades económicas productivas más fuertes”, apunta la viceministra. Ahora, aclara, la prioridad serán las personas que han sufrido los efectos más grandes de la pérdida del deterioro ambiental.
“En este caso cambiamos el énfasis de los productores de palma y banano a los pueblos palafíticos, los pescadores y el delta del Río Magdalena”, expresó sobre este punto la ministra Muhamad a través de su cuenta de Twitter en respuesta al trino de Correa.
El segundo cambio respecto al proyecto del gobierno Duque, está relacionado con la gobernanza, uno de los objetivos que desde el inicio ha tenido este proyecto. Según Vilardy, “la anterior estructura de este objetivo era muy frágil, no lograba incorporar debidamente las recomendaciones de la Convención Ramsar en torno a las gobernanzas”.
El de ahora, comenta, está mucho más fortalecido “para poder verlo de una manera más estructural en cuando a los mecanismos del humedal Ramsar”. Para este objetivo, el Ministerio estuvo trabajando con expertos de la Universidad Javeriana que han trabajado el tema anteriormente, agrega Vilardy. (Le puede interesar: El degradante impacto ambiental de cuatro décadas de minería en 173 ríos del mundo)
Respecto al segundo objetivo, que tiene que ver con restauración y conservación de ecosistemas, la viceministra reconoce que no se hicieron muchos cambios. Sin embargo, el tercer objetivo, que tiene que ver con los sistemas productivos, fue uno de los que más modificaciones tuvo.
En el plan del gobierno Duque, señala Vilardy, “una de las zonas que se había priorizado estaba ubicada en zonas donde ya se habían implementado otros proyectos GEF”, mientras que otras regiones, como la zona paralela al río Magdalena, en donde está el municipio de Salamina (Magdalena), “que tiene problemas de erosión del río”, seguían sin ser tratadas. “Lo que hicimos fue que esos indicadores de los procesos productivos pudiéramos ubicarlos geográficamente en otras zonas que han sido desatendidas históricamente”, menciona.
Uno de los últimos aspectos que resalta Vilardy, y que diferencia el anuncio de este miércoles con el realizado hace un año y medio, tiene que ver con el Plan de Manejo Ambiental. “En el objetivo de gobernanza, la Ciénaga Grande de Santa Marta también tenía una deuda pendiente y era el Plan de Manejo del humedal Ramsar”. Este documento quedará listo hoy, jueves 2 de febrero. (También puede interesarle: Las represas hidroeléctricas que ponen en riesgo el futuro de los ríos amazónicos)
La viceministra concluye apuntando que, a más tardar, el próximo mes se estará empezando la implementación del plan que buscara recuperar a la Ciénaga, el humedal Ramsar más afectado de los 10 que tiene el país reconocidos por esa convención.