Estos delfines estaban “jugando” con una anaconda y ahora hay muchas preguntas
Un grupo de científicos capturó, por primera vez, a varios delfines con una anaconda en sus hocicos mientras nadaban. ¿Qué estaban haciendo? Nadie parece saberlo con precisión.
El delfín boliviano de río (Inia boliviensis) es una especie particular. También llamada “bufeo” o “delfín rosado” (aunque no tiene nada que ver con los de Colombia) solo habita en la porción de la Amazonía que le corresponde a Bolivia. Encontrarlo es para cualquier científico un motivo de satisfacción. (Lea El deshielo de la Antártida vuelve a registrar cifras alarmantes)
En agosto de 2021, un equipo de investigadores capturó con sus cámaras a varios ejemplares. Mientras realizaban un trabajo para documentar la biodiversidad que esconde el río Tijamuchi, en Bolivia, observaron que los cetáceos sacaban con cierta frecuencia la cabeza hacia la superficie. Era algo inusual. Con suerte, esta especie deja ver una aleta o la cola. (Lea ¿Pagaría más en el recibo del agua para cuidar la Amazonia?)
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El delfín boliviano de río (Inia boliviensis) es una especie particular. También llamada “bufeo” o “delfín rosado” (aunque no tiene nada que ver con los de Colombia) solo habita en la porción de la Amazonía que le corresponde a Bolivia. Encontrarlo es para cualquier científico un motivo de satisfacción. (Lea El deshielo de la Antártida vuelve a registrar cifras alarmantes)
En agosto de 2021, un equipo de investigadores capturó con sus cámaras a varios ejemplares. Mientras realizaban un trabajo para documentar la biodiversidad que esconde el río Tijamuchi, en Bolivia, observaron que los cetáceos sacaban con cierta frecuencia la cabeza hacia la superficie. Era algo inusual. Con suerte, esta especie deja ver una aleta o la cola. (Lea ¿Pagaría más en el recibo del agua para cuidar la Amazonia?)
Lo primero que hicieron fue disparar varias fotografías. Cuando las observaron se percataron que algo extraño había pasado: los delfines tenían en su boca una enorme anaconda.
Lo que percibieron lo describieron con precisión en un artículo (aún sin revisión de pares) publicado el pasado abril en la revista Ecology. En él relatan lo que sucedió, aunque no tienen una clara explicación sobre la extraña escena.
“La respuesta más acertada parece ser que estaban jugando”, le dijo al diario The New York Times Omar Entiauspe-Ne, uno de los autores de la publicación y taxónomo de la Universida de Federal do Rio Grande do Sul, en Brasil.
Como cuentan los investigadores, los delfines llevaban la culebra en sus hocicos sumergiéndola cada tanto. Es posible, creen, que estuviese muerta, pues, aunque es un reptil subacuático, no logra aguantar la respiración por mucho tiempo.
Pero, en realidad, no saben qué sucedió con la serpiente. Antes que un extrañísimo caso de depredación, prefieren sospechar que los delfines estaban jugando con la anaconda. Otra hipótesis señala que los delfines adultos estaban enseñándole a los más jóvenes las anacondas o alguna técnica de caza.
En palabras de Sonja Wild, ecologista del comportamiento del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal de Alemania, es “algo extraordinario”. “Es la primera vez que escucho que los delfines juegan con una serpiente de gran tamaño”, aseguró al periódico estadounidense.
La otra cosa que sorprendió al grupo de científicos fue los penes erectos de los delfines macho. Como le explicó a The New York Times Diana Reiss, científica especializada en mamíferos marinos y psicóloga cognitiva del Hunter College de Nueva York (EE.UU.), es posible que esa actividad resultara sexualmente estimulante para los animales. Probablemente, era un elemento contra el que les gustaba frotarse, algo que no es extraño en estos cetáceos. Cree, incluso, que es posible que estuviesen tratando de meter el pene en la anaconda.
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