Fenómeno de La Niña: se esperan más de 5.000 inundaciones
Más de 5.000 inundaciones y 3.000 deslizamientos se esperan en el país durante los próximos meses de 2024, por cuenta de la segunda temporada de lluvias y el fenómeno de La Niña, advirtió la UNGRD. Al plan que presentó el gobierno para prepararse y responder a las emergencias, le hacen falta casi $7 billones.
A inicios de esta semana, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) anunció que el fenómeno de El Niño había llegado a su fin. Los impactos de este evento climático en el país se manifestaron en incendios forestales, sequías y racionamientos de agua en varias zonas del país. Aunque sus efectos todavía se sienten, el Gobierno Nacional ya está pensando en lo que viene durante los próximos meses para Colombia: el fenómeno de La Niña.
La razón, como explicó la directora del IDEAM, Ghisliane Echeverry, en una rueda de prensa llevada a cabo en la mañana de este jueves, 18 de julio, es que la probabilidad de que se desarrolle un fenómeno de La Niña entre agosto y septiembre es del 70 %, de acuerdo con los modelos internacionales. Dicho de otra manera, este fenómeno, que se caracteriza por intensificar las lluvias en las regiones Andina, Pacífico y Caribe, se estaría consolidando en el segundo semestre de este año.
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A inicios de esta semana, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) anunció que el fenómeno de El Niño había llegado a su fin. Los impactos de este evento climático en el país se manifestaron en incendios forestales, sequías y racionamientos de agua en varias zonas del país. Aunque sus efectos todavía se sienten, el Gobierno Nacional ya está pensando en lo que viene durante los próximos meses para Colombia: el fenómeno de La Niña.
La razón, como explicó la directora del IDEAM, Ghisliane Echeverry, en una rueda de prensa llevada a cabo en la mañana de este jueves, 18 de julio, es que la probabilidad de que se desarrolle un fenómeno de La Niña entre agosto y septiembre es del 70 %, de acuerdo con los modelos internacionales. Dicho de otra manera, este fenómeno, que se caracteriza por intensificar las lluvias en las regiones Andina, Pacífico y Caribe, se estaría consolidando en el segundo semestre de este año.
La Niña, agregó Echeverry, coincidirá con la segunda temporada de más lluvias en estas regiones, así como con la temporada de ciclones, que empezó en junio y se extenderá hasta noviembre.
Con este panorama en el horizonte y luego de analizar la información que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) tiene sobre los impactos de anteriores temporadas de lluvias y fenómenos de La Niña, el director de la entidad, Carlos Carrillo, calificó la situación como un “escenario preocupante”.
Aunque es bien sabido (y advertido) que las lluvias y La Niña generan cientos de inundaciones, deslizamientos y otras emergencias en Colombia, Carrillo dio a conocer algunas cifras que prevén lo que podría presentarse en el país durante los próximos meses.
“Alrededor de 550.000 familias podrían verse afectadas, 16.000 viviendas destruidas y otras 224.000 averiadas, así como afectaciones en más de 2.201.000 hectáreas de cultivos y 6.184.771 animales”, expuso el director de la UNGRD, quien agregó que las pérdidas, “en el peor de los escenarios”, estarían alrededor de los $20 billones.
Las inundaciones, deslizamientos y vendavales, que entre 1998 y 2021 representaron el 94 % de las emergencias y el 86 % de los afectados en el país, según un estudio publicado en 2023, serán las emergencias más recurrentes en los próximos meses, como se puede ver en el mapa de proyecciones que acompaña este artículo. Mientras que los departamentos ubicados en las regiones Andina, Pacífico y Caribe seguirán siendo los más afectados, de acuerdo con el IDEAM y la UNGRD.
La cantidad de municipios que podrían verse afectados por cuenta del fenómeno de La Niña depende, en palabras de Carrillo, de la intensidad de este evento climático. Si es moderado o débil, como hasta ahora lo sugieren los modelos, según Echeverry, 600 municipios se verían perjudicados. En caso de que sea fuerte, la cifra ascendería hasta los 900 municipios.
Ante este escenario, el Gobierno Nacional presentó el plan nacional de preparación, respuesta y recuperación para la segunda temporada de lluvias con influencia del fenómeno de La Niña. Durante la rueda de prensa de este jueves, las ministras de Transporte y Agricultura, Constanza García y Martha Carvajalino, y los directores de la UNGRD y el IDEAM, dieron a conocer algunas de las acciones con las que cuenta este plan.
La primera de ellas, explicó Carrillo, es la de alistamiento que, de hecho, ya finalizó. En esta, todos los sectores del Gobierno y los Sistemas Departamentales de Gestión del Riesgo de Desastres, aportaron los insumos con los que cuentan para prepararse de cara a La Niña. Sin embargo, nueve departamentos —Caquetá, Córdoba, Guainía, La Guajira, Risaralda, San Andrés y Providencia, Santander, Vaupés y Vichada—, no han entregado sus planes, precisó el director de la UNGRD.
La segunda corresponde a la preparación para la respuesta. Si bien Carrillo no entregó detalles de las acciones que se deben adelantar durante esta etapa, anotó que se requieren cerca de $6 billones para completarla.
Si se agregan los recursos que hacen falta para el alistamiento y la respuesta —la tercera etapa—, el marco diseñado por la UNGRD para los próximos meses tiene un déficit de $7 billones, pues como reconoció el funcionario, “la Unidad no cuenta con esos recursos”. Esto sin tener en cuenta la recuperación, la cuarta etapa del plan, que estima en $20 billones la inversión necesaria para reparar los daños ocasionados en los próximos meses.
“Es una gran cantidad de dinero la que necesitaría una adecuada gestión del riesgo y no está en el Presupuesto General de la Nación (PGN), ni ha estado en los gobiernos anteriores”, agregó Carrillo, quien aseguró que “es una realidad sobre la que tenemos que empezar a reflexionar” e invitó a dar la discusión en los próximos meses, cuando se empiece a estudiar el PGN del próximo año.
Carrillo y Echeverry coinciden en un punto: la discusión es importante más allá del fenómeno de La Niña que se establecerá en los próximos meses en el país. Con o sin La Niña existe una alta probabilidad de fenómenos extremos en el futuro, señaló la directora del IDEAM. Esto está marcado, entre otras cosas, por el cambio climático que ya se manifiesta en el planeta.
Una forma de verlo son las altas temperaturas que el planeta está experimentando. Al hecho de que 2023 cerrará como el año más caliente de la historia desde que se tienen registros, se suman los altos registros que se siguen reportando en el mundo y en Colombia durante 2024, a pesar de las lluvias que se han presentado en el territorio nacional. Estos factores llevan a una alta probabilidad de fuertes lluvias, aún sin la influencia de La Niña, ejemplificó Echeverry.
La temporada de ciclones, que empezó el 1º de junio y se extenderá hasta finales de noviembre, es otro buen ejemplo para evidenciarlo. A finales de mayo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), advirtió que esta temporada sería más activa de lo normal. Muestra de eso fue Beryl, el primer huracán de la temporada que azotó a varias islas y países del Caribe a finales de junio e inicios de julio.
Este huracán dejó varios registros que inquietaron a los científicos del clima. Por mencionar solo un par, Beryl es el huracán que se ha formado más al este y se convirtió en el huracán categoría 4 que más temprano se ha registrado en el océano Atlántico.
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