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A partir del domingo 23 de julio entrará en vigencia la medida que prohíbe la pesca deportiva en parques ecoturísticos que son administrados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). (Le puede interesar: Santa Marta, Riohacha y Cartagena registran récord de temperatura para el mes julio)
Así lo anunció la entidad, luego de que en abril empezara a regir la sentencia C-148 de 2022, con la que la Corte Constitucional declaró la prohibición de esta actividad en Colombia, al considerar que es contraria a las leyes de conservación y protección del medio ambiente.
“Hacemos un llamado a la comunidad para que cumpla esta medida y contribuya a la preservación de la riqueza natural de los parques ecoturísticos CAR”, apuntó Andrea Lorena Real Ramírez, directora Operativa de Parques CAR.
De hoy en adelante solo se permitirá la pesca artesanal en horarios determinados por la entidad. Esta actividad solo podrán hacerla las personas que se encuentren certificadas por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) y presenten el carnet que les permite desarrollarla. (Le recomendamos: Los niños indígenas rescatados en la selva serán declarados “héroes milenarios”)
“Son seis parques ecoturísticos ubicados en Cundinamarca y Boyacá los que administra la CAR. Además de El Hato y Neusa, hacen parte de estos ecosistemas la Laguna del Cacique Guatavita, Río Neusa, Puente Sopó y Juan Pablo II, donde también hay cuerpos hídricos pero no estaba habilitada la pesca”, explicó la entidad.
Este anuncio revivió el debate que surgió durante 2022, cuando se profirió la sentencia por parte de la Corte, por las consecuencias que esta medida podría tener en los ecosistemas que se encuentran en estos embalses y en la economía de las personas que se dedicaban a esta actividad. (También puede leer: Así están trabajando para conservar una de las cuencas más importantes de Casanare)
Las poblaciones de especies invasoras, como la trucha arcoíris, que fue introducida para su reproducción y aprovechamiento económico, eran controladas por medio de la pesca deportiva. Con la prohibición, esta especie podría crecer en número sin ningún control, afectando a especies nativas y al equilibrio del ecosistema.
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