Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde hace varios años, distintos países del mundo han discutido la posibilidad de realizar minería en los océanos para buscar minerales depositados en los fondos marinos, como cobalto, manganeso y níquel. Estos materiales serían importantes para la transición energética, y desarrollar infraestructura y otros elementos.
Sin embargo, científicos han advertido que no se conoce suficiente sobre los impactos de la minería en los ecosistemas marinos. Ahora, un nuevo informe publicado por la organización Flora & Fauna advierte que la minería en los fondos marinos podría causar daños “extensos e irreversibles”.
“Este es un año crítico para el futuro de nuestro océano. En septiembre de 2021, los miembros de la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, votaron a favor de una moratoria sobre la explotación minera de los fondos marinos, a menos que se cumplan una serie de requisitos. Entre ellos, que se conozcan a fondo los riesgos de la minería y se pueda garantizar una protección eficaz”, dijo a través de un comunicado Catherine Weller, directora de Política Global de Fauna & Flora. (También puede leer: Los más afectados por la contaminación del aire en Bogotá)
“La investigación analizada en el informe de actualización de Fauna & Flora demuestra inequívocamente que esto está aún lejos de la realidad, y, por lo tanto, nosotros instamos a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) a que evite conceder contratos mineros prematuramente y adopte una moratoria sobre la minería de los fondos marinos”, agregó.
En 2020, la organización ya había publicado un reporte sobre el mismo tema. El nuevo informe se conforma a partir de la información actualizada con el estudio de zonas de mar profundo. Allí hay billones de nódulos de manganeso, níquel y cobalto. Estos metales son fundamentales para la fabricación de carros eléctricos o turbinas eólicas, por ejemplo.
El análisis incluido en el documento muestra los impactos y riesgos asociados a esta actividad en las zonas más profundas del océano. Entre ellos, están la afectación a la mortalidad y cambios de comportamiento en especies marinas, por el ruido asociado a la actividad, pérdida o alteración de organismos importantes en el ciclo del carbono y la perturbación a gran escala de las reservas de carbono almacenadas en los sedimentos marinos, así como bacterias responsables del secuestro de carbono. Estos últimos impactos, por ejemplo, podrían exacerbar el cambio climático, anota el informe. (Le puede interesar: Aguacate hass, de un éxito en el Super Bowl a posible riesgo para un lorito colombiano)
En la ausencia de una herramienta y/o técnica para evaluar mejor los impactos de esta actividad en los ecosistemas marinos, los investigadores recomiendan tener una aproximación preventiva a este tipo de minería. A esto se le suma que tampoco conocemos el mar profundo extensivamente. “Más del 75% del fondo marino sigue sin ser cartografiado y se ha explorado menos del 1% del océano profundo”, anota el informe.
Por esto mismo, entre algunas otras cosas, no se comprende del todo, todavía, el rol de la fauna del océano profundo en las funciones de ecosistemas, y cómo su funcionamiento se relaciona con los procesos más sistémicos de la Tierra.
En general, el informe advierte que “la explotación minera de los fondos marinos no se producirá de forma aislada. Los efectos del cambio climático y la minería interactuarán y pueden exacerbar los impactos de la minería”.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜