Javier Luque sostiene un ejemplar del fósil de “Callichimaera perplexa” hallado en las montañas de Boyacá.
Foto: Daniel Ocampo - Vencejo Films
Si a usted le entregaran un lápiz y un papel, y le pidieran dibujar un cangrejo, sin importar sus habilidades artísticas, seguramente empezaría a esbozar a un animal de cuerpo redondo y achatado, con un par de pinzas grandotas, dos ojos pequeños parecidos a un par de fósforos y cuatro pares de patas delgadas a cada lado. Similar a los que huyen de nosotros y se esconden bajo la arena cuando visitamos la playa.