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Desde el 15 de agosto de este año, los registros indican que el 27 % del océano mundial está experimentando una ola de calor marina, al reportarse que la temperatura media mensual de los océanos está en su nivel más alto desde que se monitorea. (Puede leer:La ruta amenazada de los bagres amazónicos)
Ahora, un grupo de oceanógrafos asociados al Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, que fue patrocinado por la Organización Mundial Meteorológica (OMM), realizó una evaluación conjunta de las tendencias mundiales y de qué se podría esperar en el futuro.
Lo primero que hacen en el documento los oceanógrafos es reiterar una de las causas del calentamiento que se está viviendo: las condiciones del fenómeno de El Niño, que se han desarrollado por primera vez en siete años. (Le puede interesar: Un esfuerzo sin precedentes para conocer una de las migraciones más largas del mundo)
“Las temperaturas de la superficie del Pacífico tropical son más cálidas durante los años de El Niño, ya que el contenido de calor de la parte superior del océano se redistribuye de oeste a este a través del Pacífico, lo que explica el intenso calentamiento que se está produciendo en el Pacífico ecuatorial oriental”, explican los investigadores.
Pero, más allá de lo esperado con El Niño, hay otras razones que explican las actuales olas de calor marinas en otras regiones diferentes al Pacífico tropical. Por ejemplo, el calentamiento que se está registrando en el Atlántico Norte responde a un patrón natural que ocurre a miles de kilómetros de distancia pero que le afecta directamente: el polvo del desierto del Sahara. (También puede leer: Islandia retrocede y vuelve a autorizar la caza de ballenas)
Comentan los oceanógrafos que por un patrón de variabilidad atmosférica, conocida como la Oscilación del Atlántico Norte, se sopló menos polvo sahariano sobre el océano Atlántico tropical, “lo que permite que llegue más luz solar a la superficie” y, por ende, se caliente el océano.
Otro de los factores que están jugando un rol importante en las recientes olas de calor, tiene que ver con el exceso de calor que absorbe el océano. “Sabemos que alrededor del 90 % del exceso” de este calor ha sido absorbido por el océano, señala el documento. Esto ha generado un aumento en la temperatura global de la superficie oceánica en 0,9 °C, si se compara con la temperatura en la época preindustrial. (Puede interesarle: Científicos vuelven a ver este pez “raro” después de 25 años)
Una de las preguntas que intenta responder el documento es, ¿hasta cuándo persistirán estas olas de calor? Aunque los científicos son claros en señalar que es muy complejo intentar predecir la duración de estos fenómenos y que, a medida que pase el tiempo, es posible que las previsiones sean más precisas, apuntan a que, es posible, que en varias regiones se sigan registrando incluso a mediados de 2024.
Pero, sin duda alguna, los impactos que generan estas olas de calor son uno de los temas que más inquieta a los científicos. Más allá de los miles de millones de dólares en pérdidas que acarrea este calentamiento, los investigadores señalan el impacto que están generando sobre los ecosistemas marinos, las especies que los habitan y los posibles impactos en otros fenómenos. (Puede leer: Estudiarán agua subterránea en La Guajira para saber si es aprovechable)
“Las olas de calor marinas en el Océano Índico tropical contribuyen a la rápida intensificación de los ciclones y a las fluctuaciones de las precipitaciones monzónicas. El calentamiento extremo en el Atlántico tropical podría contribuir a tormentas más fuertes, aunque la influencia de El Niño en los vientos de niveles superiores podría contrarrestar el efecto de las cálidas temperaturas de superficie”, son algunos de los ejemplos que resaltan.
Otro caso, más puntal, es el de los arrecifes de coral de los Cayos de Florida, donde se han registrado blanqueamientos sin precedentes.