Los retos que enfrenta el plan del Gobierno para llevar agua y comida a La Guajira

Con un piloto en 125 rancherías y la activación de pozos de agua en La Guajira, se espera empezar a solucionar el problema de hambre que hay en las poblaciones wayuu de las zonas media y alta del departamento.

24 de julio de 2023 - 12:35 a. m.
Miembros de las comunidades wayuu reciben ayudas de emergencia entregadas por la UNGRD antes de iniciar el piloto de ollas comunitarias.
Miembros de las comunidades wayuu reciben ayudas de emergencia entregadas por la UNGRD antes de iniciar el piloto de ollas comunitarias.
Foto: Andrés Díaz
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En Manaure, en la media Guajira, hay un perímetro de unos cinco kilómetros en la mitad del desierto que algunas autoridades wayuu decidieron llamar el círculo de la muerte. Ese nombre, explican sus habitantes, se lo dieron por la cantidad de niños y niñas que morían por desnutrición y deshidratación. (Le puede interesar: Empieza la prohibición de pesca deportiva en parques ecoturísticos de Cundinamarca)

Durante años, estas comunidades han hecho llamados a los gobiernos locales, en Riohacha, Manaure, Maicao y Uribia, para poner fin a esta problemática. En su campaña, el hoy presidente Gustavo Petro viajó hasta la región para comprometerse con las comunidades a llevar “agua, comida y desarrollo”.

Esta semana, durante la realización de la Feria del Agua en ese departamento, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de desastres dio inicio a un piloto de ollas comunitarias con el que se espera acabar con el hambre en la región.

Se trata de 125 rancherías que recibieron implementos de cocina y capacitación en manipulación de alimentos. La UNGRD hará llegar los insumos para preparar al menos dos comidas al día durante tres meses, tiempo en el que se evaluará el piloto. (Le recomendamos: Así están trabajando para conservar una de las cuencas más importantes de Casanare)

Olmedo López, director de la entidad, explicó que los alimentos se comprarán en cosechas del sur de La Guajira, con el objetivo de dinamizar la economía del departamento y buscar una forma de hacer sostenible el programa.

La estrategia estará acompañada de la activación o construcción de jagüeyes, pozos que se llenan de agua cerca de las rancherías. Mientras se despliega la capacidad operativa del Ejército Nacional y la UNGRD que se requiere para estas obras, la Gobernación de La Guajira se comprometió a enviar diariamente carrotanques para garantizar el acceso a agua potable.

Además, López anunció que ya se firmó un convenio por 11.000 millones de pesos con el Instituto Geológico Agustín Codazzi, con el fin de que esta entidad busque agua en el subsuelo de La Guajira a la que se pueda acceder para consumo humano. (También puede leer: Las razones detrás de la crisis del agua sin precedentes que vive Uruguay)

Otra estrategia será evaluar la obra del embalse de El Cercado, en el río Ranchería. Esta represa, que se construyó con el objetivo a abastecer los acueductos de varios municipios, ha tenido problemas para cumplir con los objetivos que se plantearon en su construcción. Además, disminuyó el afluente del río Ranchería, algo que ha afectado a comunidades que no tienen agua.

Los retos que enfrentan el Gobierno y las comunidades

Javier Rojas, representante de algunas autoridades indígenas de las 125 rancherías que participarán en el piloto de ollas comunitarias, dice para sus comunidades es importante que el proyecto no se quede en el asistencialismo humanitario.

Para esto, se necesita crear sistemas de riego que permitan a las comunidades volver a dedicarse a la agricultura, algo que hace bastantes años no es posible en la región. (Le puede interesar: Las orcas posmenopáusicas protegen a sus crías machos de agresores, pero no a las hembras)

Sin embargo, apenas se están explorando opciones, como las que buscará el Agustín Codazzi o lo que se podría lograr con la represa de El Cercado, para garantizar un mínimo vital de agua para el consumo de las personas.

Además, los jagüeyes, que son una de las soluciones concertadas en conjunto con las comunidades, son reservas grandes de agua, pero que se encuentran al aire libre. Aún debe definirse por parte del Gobierno cómo se garantizará el saneamiento y potabilización de estas aguas.

También deberán prevenirse brotes de dengue, pues estos pozos darían las condiciones adecuadas para que los mosquitos que transmiten la enfermedad se reproduzcan. (Le recomendamos: La autoridad que regula la pesca en Colombia ya tiene nuevo director. ¿Quién es?)

En cuanto a las ollas comunitarias, que ya iniciaron, Rojas cree que puede ser una forma efectiva de garantizar las dos comidas diarias para las comunidades. Si el piloto funciona, los recursos y la capacidad logística para llevar los alimentos deberá expandirse a las más de 4.200 rancherías que, se estima, hay en La Guajira.

Allí también hay dificultades en las negociaciones que se hacen con las comunidades, pues las ayudas deben ser concertadas. Mientras no pueda haber sistemas de riego en el departamento, no habrá agricultura y los alimentos deberán ser comprados por el Estado en otros municipios, haciendo que la asistencia tenga que extenderse en el tiempo, algo con lo que no están de acuerdo algunas autoridades wayuu.

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