Más frailejones en llamas: otro incendio en los páramos de Boyacá
Mientras se conmemoraba el Día Mundial del Agua, y a pesar de que la figura del frailejón Ernesto Pérez se ha hecho viral, los frailejones del complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha estaban de nuevo bajo las llamas. Las causas del incendio están siendo investigadas, pero se cree que el principal propósito podría ser expandir las zonas de agricultura y ganadería.
Mientras se conmemoraba el Día Mundial del Agua, los frailejones del complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha estaban, una vez más en casi un mes, bajo las llamas.
Las denuncias fueron hechas por un campesino de la zona y por los miembros del colectivo Cumbres Blancas Colombia, un proyecto que busca visibilizar y conservar los glaciares y la alta montaña en el país.
Hace un mes, el 19 de febrero, también habían denunciado el incendio en el Parque Natural Siscunsí, en el páramo de Ocetá, que rápidamente se visibilizó por redes sociales.
Según informaron habitantes de la zona, los dos páramos donde ocurrieron los incendios son muy cercanos. Razón por la que creen que el principal propósito podría ser expandir las zonas de agricultura y ganadería.
Se estima que cerca de 65 hectáreas se vieron afectadas y el origen del fuego se encuentra actualmente en materia de investigación. Sin embargo, las afectaciones son evidentes.
Según el botánico Mauricio Diazgranados, las especies afectadas por este incendio son el Frailejón guacharaco y el Frailejón perrito.
El fuego elimina la biomasa y la necromasa vegetal, es decir, las hojas secas que recubren los tallos de los frailejones y que funcionan como esponjas de agua.
“De esta manera el fuego afecta directamente el almacenamiento, aprovisionamiento y regulación del agua en el páramo”, afirma.
Los frailejones son considerados especies clave para el sostenimiento del ecosistema de páramo. Los biólogos llaman a esta planta la “fábrica del agua”: captura la humedad del entorno y almacena el líquido para liberarlo en las quebradas y ríos que nacen en el páramo
Aunque en los últimos días la figura del frailejón se ha hecho viral, incendios como estos siguen ocurriendo.
Estos no solo afectan la biodiversidad local, sino que, a mayor intensidad, elimina también elementos estructurales como frailejones, arbustos y árboles enanos.
Mientras se conmemoraba el Día Mundial del Agua, los frailejones del complejo de páramo Tota – Bijagual – Mamapacha estaban, una vez más en casi un mes, bajo las llamas.
Las denuncias fueron hechas por un campesino de la zona y por los miembros del colectivo Cumbres Blancas Colombia, un proyecto que busca visibilizar y conservar los glaciares y la alta montaña en el país.
Hace un mes, el 19 de febrero, también habían denunciado el incendio en el Parque Natural Siscunsí, en el páramo de Ocetá, que rápidamente se visibilizó por redes sociales.
Según informaron habitantes de la zona, los dos páramos donde ocurrieron los incendios son muy cercanos. Razón por la que creen que el principal propósito podría ser expandir las zonas de agricultura y ganadería.
Se estima que cerca de 65 hectáreas se vieron afectadas y el origen del fuego se encuentra actualmente en materia de investigación. Sin embargo, las afectaciones son evidentes.
Según el botánico Mauricio Diazgranados, las especies afectadas por este incendio son el Frailejón guacharaco y el Frailejón perrito.
El fuego elimina la biomasa y la necromasa vegetal, es decir, las hojas secas que recubren los tallos de los frailejones y que funcionan como esponjas de agua.
“De esta manera el fuego afecta directamente el almacenamiento, aprovisionamiento y regulación del agua en el páramo”, afirma.
Los frailejones son considerados especies clave para el sostenimiento del ecosistema de páramo. Los biólogos llaman a esta planta la “fábrica del agua”: captura la humedad del entorno y almacena el líquido para liberarlo en las quebradas y ríos que nacen en el páramo
Aunque en los últimos días la figura del frailejón se ha hecho viral, incendios como estos siguen ocurriendo.
Estos no solo afectan la biodiversidad local, sino que, a mayor intensidad, elimina también elementos estructurales como frailejones, arbustos y árboles enanos.