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Desde el pasado 30 de agosto, varios medios de comunicación han registrado la noticia sobre la muerte un hipopótamo a orillas del río Magdalena en Puerto Triunfo, Antioquia, que además sería el tercero que muere desde 2019. La información fue compartida con “preocupación” por el colectivo ‘Comisión protectora de la vida de los hipopótamos’, quienes pidieron atención por parte del Ministerio de Ambiente y una “investigación” para determinar las causas de la muerte.
Lejos de ser una “mala noticia”, la muerte de este animal se habría dado por causas naturales, y sobre los otros dos registros hay dudas alrededor de su ocurrencia. Según la información del colectivo animalista, la primera muerte se habría registrado en 2019 y la segunda durante los primeros meses de 2024.
Pero, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), que tiene a su cargo gran parte del territorio en el que habita la especie que fue declarada como invasora en 2022, asegura que la única muerte sobre la que se tiene certeza es la que se registró el pasado 30 de agosto. “Los otros dos han sido rumores”, explica David Echeverri López, jefe de la oficina de Gestión de la Biodiversidad de Cornare.
El primer rumor surgió en 2019, cuando se habló de la muerte de una cría de hipopótamo que nunca fue confirmada. El segundo se dio durante este año tras la circulación de un vídeo grabado por pescadores en que se ve a un hipopótamo dentro del río Magdalena en una zona caudalosa. “A un hipopótamo no se lo lleva tan fácil el río. Como se ve claramente en ese vídeo, es un hipopótamo ‘encallado’ en esta zona y que realmente no lo mueve tan fácil el agua”, señala Echeverri, quien también es biólogo, sobre estos animales que pueden pesar más de una tonelada.
Sobre el único caso que está confirmado, Cornare asegura que visitó la zona en la que se registró y, aunque no fue posible determinar la causa de la muerte, sostienen la hipótesis de que pudo deberse a una disputa territorial con otro hipopótamo, pues era un macho juvenil, o a una enfermedad. “Es normal que se presenten muertes de hipopótamos, porque no son inmortales, están expuestos a enfermedades, virus, bacterias y a luchas territoriales que pueden derivar en la muerte, porque es su comportamiento natural”, apunta Echeverri.
Este tipo de situaciones, sin embargo, no se presentan con mucha frecuencia. Justamente esa fue la razón por la que la especie fue declarada como invasora por parte del Ministerio de Ambiente, pues “se reproduce muy bien, vive mucho y está colonizando ambientes naturales colombianos”, dice el experto.
También se descarta la posibilidad de que estén siendo cazados por habitantes de la región, ya que, de acuerdo con Cornare, cazar a un hipopótamo requiere de armas de alto calibre que en Colombia solo son manejados por el ejército o por cazadores expertos. En cambio, sí es una problemática que se presenta con animales nativos de menor tamaño, como nutrias, chigüiros y zorros, generando presiones ambientales adicionales a las que ya causan los hipopótamos en el ecosistema.
¿En qué va el plan de manejo de los hipopótamos?
Como contamos en esta nota, el Ministerio de Ambiente publicó el pasado 21 de junio la resolución que reglamenta el plan de manejo y control de los hipopótamos como especie invasora, pues se estima que puede haber cerca de 200 individuos, que podrían convertirse en más de 1.000 para 2034. En este documento se contemplan la caza de control, las alertas tempranas, el confinamiento, la intervención social y la translocación como acciones necesarias para frenar su crecimiento poblacional.
Hasta el momento, se han presentado avances con respecto a las traslocaciones, pues se han recibido propuestas de India, México y Perú. Sin embargo, tramitar los permisos internacionales para llevarlas a cabo es un proceso lento, pues es necesario asegurar que los animales irán a vivir en buenas condiciones y sin afectar los ecosistemas de otro país, como está ocurriendo en Colombia.
En cuando intervención social, esta es una labor que desarrolla Cornare desde hace varios años, visitando a las comunidades de la región para hacer pedagogía sobre los impactos de esta especie en el país y los cuidados que hay que tener para evitar accidentes. Pero, aún no se tienen los lineamientos por parte del Minambiente para ejecutarla en el marco del plan de manejo.
Tampoco cuentan con lineamientos del Minambiente el confinamiento y la caza de control, acciones necesarias para controlar el crecimiento de la población de hipopótamos para evitar mayores impactos en los ecosistemas del Magdalena Medio.
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