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Por medio de sus redes sociales, la Corporación Autónoma Regional de Chivor (Corpochivor) anunció que se debían suspender las actividades de explotación y trituración de material pétreo en el río Súnuba, ubicado en Boyacá.
Según explicó la corporación, esta medida se tomó luego de una serie de “inspecciones y operativos de seguimiento, las cuales revelaron irregularidades en el cumplimiento de las obligaciones por parte de la empresa Gravimax”.
La corporación además señaló que “esta medida tiene como objetivo proteger el ambiente, promoviendo el uso racional y sostenible de los recursos naturales, asegurando así su disponibilidad para las generaciones futuras”.
Además de las inspecciones y los operativos, la corporación dijo que también se basó en la resolución 244 del 25 de abril de 2024, en la cual se ordenó suspender las actividades de triturado. Allí, entre otras cosas, se determinó que como el Plan de Manejo Ambiental estaba desactualizado, las actividades planteadas en el proyecto de instalación y operación de la planta trituradora de Materiales Pétreos, del predio “San Carlos” vereda “El Salitre”, no cumplían con las normativas ambientales vigentes.
También señaló que se ha incumplido con el compromiso de reubicar las piscinas de sedimentación, que invaden la ronda hídrica de protección del río Súnuba y que el método de explotación no está acorde con lo aprobado en la licencia. Asimismo, advirtió que la sobreexplotación en el cauce de este río ha promovido fenómenos erosivos.
#Atención ❗️Corpochivor ordenó #suspender las actividades de explotación y trituración de material pétreo en el Rio Súnuba.
— CORPOCHIVOR (@CORPOCHIVOR) July 18, 2024
Abrimos #hilo con el alcance de esta medida, encaminada a la protección de los recursos naturales del Sur Oriente Boyacense.👇 pic.twitter.com/eLC61pitkS
¿Qué pasa en el río Súnuba?
Como lo explicamos en esta nota, el 22 de marzo cerca de 200 personas se reunieron para explicarle a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría que no estaban de acuerdo con lo que está pasando con la minería en su territorio, donde desde hace 20 años se hace explotación minera.
Sin embargo, la situación se empezó a complicar en 2015, cuando llegó Gravimax S.A, luego de que Minercol LTDA le cediera la licencia ambiental. Ahora, Gravimax solicitó una nueva licencia para explotar otra porción cercana al río, entre la vereda Piedra Larga, de Sutatenza, y la vereda Canos, de Somondoco. Para ese entonces, la solicitud había avanzado en un 70%.
En esta zona, Gravimax, como lo explica en su página web, se dedica a extraer material en porciones de tierra cercanas al río para luego trasformarlo en variedad de productos, “desde material crudo, hasta componentes esenciales para obras civiles y concretos”. Para conseguirlo, emplean una planta trituradora.
Además del ruido que genera esta máquina, la extracción provoca otras series de consecuencias ambientales, como la disminución del caudal y el agua del río Súnuba no puede ser utilizada para consumo humano, animal o regadío de cultivos por su “suciedad y sedimentación”.
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