Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                08 de junio de 2024 - 08:07 a. m.

                                                                                                                                El pez más grande del mundo pasa por Colombia, así intentan protegerlo

                                                                                                                                El tiburón ballena llega a las aguas del Pacífico colombiano, entre abril y mayo, para alimentarse. Aunque conocemos muy poco de esta especie, que ya está en peligro de extinción, un proyecto científico busca estudiarlo para conservarlo. Su trabajo fue fundamental para la creación del primer protocolo de avistamiento del tiburón ballena en Colombia, ¿de qué se trata?

                                                                                                                                Daniela Quintero Díaz

                                                                                                                                Periodista Medio Ambiente
                                                                                                                                Entre los meses de abril y mayo, el tiburón ballena llega a la costa Pacífica de Colombia para alimentarse. Su paso ha impulsado un enorme esfuerzo para investigarlo y conservarlo.
                                                                                                                                Foto: Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                Cuando la bióloga Melany Villate empezó a decirles a los habitantes de Bahía Solano, en el Pacífico colombiano, que quería encontrar al tiburón ballena (Rhincodon typus), todos la miraron como a un bicho raro. Ellos, en su mayoría pescadores artesanales, se aterraban de solo pensar que podrían encontrárselo en sus faenas de pesca. Hernando Hurtado, mejor conocido en la zona como el capi Nando, cuenta que, como él, “los nativos, criados frente al mar, crecimos viendo a nuestros ancestros pensando que se los podía comer”. ¿Por qué ahora alguien querría meterse al agua a buscarlo?, se preguntaban.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Pero Villate, hoy directora científica de la Fundación MarAdentro, tuvo toda su vida una fascinación por estos animales. Su trabajo de grado en Biología lo hizo con datos científicos internacionales sobre estos animales. En su maestría en Ecología de la Evolución y Sistemática aprendió a usar herramientas genéticas para hacer conservación, y en su doctorado, que cursó en la Universidad de Múnich (Alemania), usó esas herramientas en genética de la conservación de tiburones en el Pacífico colombiano.

                                                                                                                                Fue haciendo su trabajo de campo del doctorado, en 2016, cuando supo que por estas costas, en las que ya había identificado genéticamente 14 especies de tiburones, llegaba una que siempre había soñado ver. El pez más grande del océano: el tiburón ballena. Hasta entonces, los únicos que sabían que ese animal, que puede alcanzar el tamaño de un autobús (más de 18 metros), llegaba muy cerca de la costa, eran los locales. Ni la ciencia ni las autoridades ambientales lo tenían en el radar tan cerca del continente.

                                                                                                                                Foto: Tiburón ballena alimentándose de sardina agallona en el Pacífico colombiano. / Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                “Verlo por primera vez en su ambiente natural, en Colombia, dividió mi vida en dos. Me mostró lo que quería hacer el resto de la vida”, cuenta. Y de Alemania aterrizó en Bahía Solano, donde ahora vive. Con MarAdentro, su fundación, empezó a hacer investigación científica sobre esta especie desde 2021. Y hoy, junto a la agencia de turismo local Bahía Solano Me Llama, capitanes, pescadores artesanales y la comunidad, han sacado adelante el primer proyecto para identificar genéticamente, estudiar y conservar a los tiburones ballena en la costa Pacífica de Colombia.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “Luego de confirmar que estaban aquí, surgieron muchas otras preguntas. ¿Quiénes vienen? ¿De dónde vienen? ¿Para dónde van? ¿A qué vienen? ¿Esta zona será importante? ¿Qué implica Colombia en su larga migración por todo el Pacífico?”, asegura. Para el capi Nando, la combinación de los saberes y experiencias de todos, incluyendo la su ojo desarrollado para encontrarlos desde las embarcaciones, ha sido el primer paso para empezar a resolverlas. “Hoy me siento muy afortunado de que estos animales escojan nuestras aguas cálidas. Gracias a este trabajo hemos aprendido que son totalmente inofensivos”, dice.

                                                                                                                                Un proyecto único para conservar al tiburón ballena

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Los investigadores de MarAdentro han desarrollado habilidades muy parecidas a las de los mamíferos marinos. Pueden sumergirse varios metros, aguantando la respiración mientras aletean con toda fuerza, para hacer varias tareas científicas. Miden al tiburón, le pasan por debajo para identificar si es hembra o macho, le toman foto de las manchas en su lado izquierdo (constelaciones únicas, similares a nuestra huella dactilar) y utilizan un instrumento parecido a un arpón (pero inofensivo) para sacarle una pequeña muestra de piel, de donde pueden extraer el material genético, clave para resolver varias preguntas.

                                                                                                                                Foto: Melany Villate, directora científica de MarAdentro, toma una muestra de ADN de un tiburón ballena. / Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                Lo cierto es que aún conocemos muy poco del tiburón ballena en el mundo. Sabemos que, pese a su enorme tamaño, se alimentan de animales diminutos, como el plancton, filtrando agua a través de sus branquias. Que suelen reunirse para comer y que, casi siempre, son agregaciones de machos juveniles. Y pueden alcanzar hasta los dos mil metros de profundidad, pero no tenemos idea de qué hacen allá. A Colombia, por ejemplo, llegan para darse un banquete de sardinas agallonas, unos peces de solo unos centímetros.

                                                                                                                                Hay otros grandes misterios. No sabemos dónde se reproducen, dónde nacen las crías, cuántas tienen o cuál es su periodo de gestación. Aún no tenemos claro cuántos años viven y si los que llegan hasta aquí son residentes o migran desde otros lugares. Una investigación del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales documentó que Anne, una hembra de tiburón ballena, migró más de 20.000 kilómetros desde el Parque Nacional de Coiba, en Panamá, hasta la Fosa de las Marianas, cerca de Australia. La travesía le tomó dos años y medio. “Las posibilidades son infinitas”, dice Villate.

                                                                                                                                El trabajo de MarAdentro ha sido clave para generar lo que los científicos llaman la “línea base” en Colombia. El catálogo de “huellas” en fotos les permite comparar con otras organizaciones si los tiburones comparten otras zonas. Los datos genéticos permiten ver a qué otras poblaciones del mundo se parecen, con quiénes podrían estar emparentados o con quiénes se estarían reproduciendo.

                                                                                                                                Pese a su enorme tamaño, el tiburón ballena se alimenta de animales diminutos, como el plancton, filtrando agua a través de sus branquias.
                                                                                                                                Foto: Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Y este año fue particularmente exitoso. Desde que iniciaron el trabajo científico han identificado, al menos, a 50 tiburones ballena. Más de la mitad (alrededor de 30) fueron muestreados en esta temporada, durante abril y mayo. Y aunque aún siguen organizando el material genético, revisando fotos y transcribiendo datos, con ellos —cuenta Villate— esperan “nutrir los datos globales, todavía muy escasos” y sumar piezas para armar el enorme rompecabezas de esta especie.

                                                                                                                                “Hemos encontrado tiburones de varios tamaños. Unos muy pequeños, de dos metros y medio, y otros de hasta 10 metros. Eso nos permite entender que este sitio es más que solo un punto de alimentación, también puede hacer parte de su proceso de crianza”, explica.

                                                                                                                                Un turismo que no puede ser masivo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Desde hace algunos años, el turismo y avistamiento de tiburones ballena empezó a popularizarse en el mundo. En lugares como Oslob, en Filipinas, estos animales se han convertido en la principal atracción. Allí se encuentra la operación de observación de esta especie más grande del mundo. Pero el turismo masivo también está generando graves presiones que, sumadas a amenazas como choques con embarcaciones, contaminación, pesca y enmalles, hoy tienen a este animal en peligro de extinción.

                                                                                                                                A Oslob, por ejemplo, los tiburones no llegan de forma natural, sino son atraídos con alimento. Decenas de turistas gritan, se hunden con ellos, los tocan y los persiguen. No es el único lugar donde pasa. En Colombia, hasta hace 10 días, no contábamos con un protocolo oficial para avistar al tiburón ballena de forma responsable.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                MarAdentro había logrado difundir, con apoyo de la comunidad, algunas pautas para que turistas y operadores pudieran verlos sin alterar sus dinámicas. Desde el aeropuerto hasta las panaderías, pescaderías y tiendas de barrio tenían colgados unos afiches con información sobre la importancia de la especie y los cuidados para avistarlos. El pasado 30 de mayo, gracias a ese trabajo previo, la autoridad ambiental del Chocó (Codechocó) emitió la primera resolución en Colombia para avistar al tiburón ballena.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Como explica Kary Sánchez, subdirectora Marino-costera de Codechocó, “el objetivo principal es que se puedan reducir los motores de pérdida de biodiversidad mediante la aplicación de medidas de avistamiento responsables con miras a fortalecer el turismo de naturaleza”. “Después de la resolución, vamos a ejecutar un plan de sensibilización y educación ambiental en territorio en alianza con actores institucionales y locales que lleve a que todos los involucrados (motoristas, turistas, operadores turísticos y comunidad en general), puedan poner en prácticas estas medidas de avistamiento responsable y convertirse en replicadores de las mismas”, dice.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El documento, al que accedió El Espectador, establece varias reglas: solo puede haber una embarcación por cada tiburón ballena. Solo pueden entrar cinco personas al agua al tiempo con el tiburón y todas, sin excepción, deben llevar chaleco. Las embarcaciones deben estar a una distancia mínima de 10 metros de los tiburones ballena y quienes estén en el agua deben mantener una distancia de, al menos, dos metros de la cabeza y tres metros de la cola (documento disponible al final de la nota).

                                                                                                                                Villate espera que esta zona del Pacífico colombiano “pueda ser un santuario para ellos. Un sitio de conservación para un animal que hasta ahora estamos empezando a conocer. Donde puedan alimentarse tranquilamente, algo que no sucede en otras partes”. Pero lograrlo solo es posible, insiste, si desde el principio se vincula a las comunidades, se socializan y se acuerdan los protocolos. Si no, como otros, pueden quedarse solo en el papel.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

                                                                                                                                Entre los meses de abril y mayo, el tiburón ballena llega a la costa Pacífica de Colombia para alimentarse. Su paso ha impulsado un enorme esfuerzo para investigarlo y conservarlo.
                                                                                                                                Foto: Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                Cuando la bióloga Melany Villate empezó a decirles a los habitantes de Bahía Solano, en el Pacífico colombiano, que quería encontrar al tiburón ballena (Rhincodon typus), todos la miraron como a un bicho raro. Ellos, en su mayoría pescadores artesanales, se aterraban de solo pensar que podrían encontrárselo en sus faenas de pesca. Hernando Hurtado, mejor conocido en la zona como el capi Nando, cuenta que, como él, “los nativos, criados frente al mar, crecimos viendo a nuestros ancestros pensando que se los podía comer”. ¿Por qué ahora alguien querría meterse al agua a buscarlo?, se preguntaban.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Pero Villate, hoy directora científica de la Fundación MarAdentro, tuvo toda su vida una fascinación por estos animales. Su trabajo de grado en Biología lo hizo con datos científicos internacionales sobre estos animales. En su maestría en Ecología de la Evolución y Sistemática aprendió a usar herramientas genéticas para hacer conservación, y en su doctorado, que cursó en la Universidad de Múnich (Alemania), usó esas herramientas en genética de la conservación de tiburones en el Pacífico colombiano.

                                                                                                                                Fue haciendo su trabajo de campo del doctorado, en 2016, cuando supo que por estas costas, en las que ya había identificado genéticamente 14 especies de tiburones, llegaba una que siempre había soñado ver. El pez más grande del océano: el tiburón ballena. Hasta entonces, los únicos que sabían que ese animal, que puede alcanzar el tamaño de un autobús (más de 18 metros), llegaba muy cerca de la costa, eran los locales. Ni la ciencia ni las autoridades ambientales lo tenían en el radar tan cerca del continente.

                                                                                                                                Foto: Tiburón ballena alimentándose de sardina agallona en el Pacífico colombiano. / Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                “Verlo por primera vez en su ambiente natural, en Colombia, dividió mi vida en dos. Me mostró lo que quería hacer el resto de la vida”, cuenta. Y de Alemania aterrizó en Bahía Solano, donde ahora vive. Con MarAdentro, su fundación, empezó a hacer investigación científica sobre esta especie desde 2021. Y hoy, junto a la agencia de turismo local Bahía Solano Me Llama, capitanes, pescadores artesanales y la comunidad, han sacado adelante el primer proyecto para identificar genéticamente, estudiar y conservar a los tiburones ballena en la costa Pacífica de Colombia.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “Luego de confirmar que estaban aquí, surgieron muchas otras preguntas. ¿Quiénes vienen? ¿De dónde vienen? ¿Para dónde van? ¿A qué vienen? ¿Esta zona será importante? ¿Qué implica Colombia en su larga migración por todo el Pacífico?”, asegura. Para el capi Nando, la combinación de los saberes y experiencias de todos, incluyendo la su ojo desarrollado para encontrarlos desde las embarcaciones, ha sido el primer paso para empezar a resolverlas. “Hoy me siento muy afortunado de que estos animales escojan nuestras aguas cálidas. Gracias a este trabajo hemos aprendido que son totalmente inofensivos”, dice.

                                                                                                                                Un proyecto único para conservar al tiburón ballena

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Los investigadores de MarAdentro han desarrollado habilidades muy parecidas a las de los mamíferos marinos. Pueden sumergirse varios metros, aguantando la respiración mientras aletean con toda fuerza, para hacer varias tareas científicas. Miden al tiburón, le pasan por debajo para identificar si es hembra o macho, le toman foto de las manchas en su lado izquierdo (constelaciones únicas, similares a nuestra huella dactilar) y utilizan un instrumento parecido a un arpón (pero inofensivo) para sacarle una pequeña muestra de piel, de donde pueden extraer el material genético, clave para resolver varias preguntas.

                                                                                                                                Foto: Melany Villate, directora científica de MarAdentro, toma una muestra de ADN de un tiburón ballena. / Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)

                                                                                                                                Lo cierto es que aún conocemos muy poco del tiburón ballena en el mundo. Sabemos que, pese a su enorme tamaño, se alimentan de animales diminutos, como el plancton, filtrando agua a través de sus branquias. Que suelen reunirse para comer y que, casi siempre, son agregaciones de machos juveniles. Y pueden alcanzar hasta los dos mil metros de profundidad, pero no tenemos idea de qué hacen allá. A Colombia, por ejemplo, llegan para darse un banquete de sardinas agallonas, unos peces de solo unos centímetros.

                                                                                                                                Hay otros grandes misterios. No sabemos dónde se reproducen, dónde nacen las crías, cuántas tienen o cuál es su periodo de gestación. Aún no tenemos claro cuántos años viven y si los que llegan hasta aquí son residentes o migran desde otros lugares. Una investigación del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales documentó que Anne, una hembra de tiburón ballena, migró más de 20.000 kilómetros desde el Parque Nacional de Coiba, en Panamá, hasta la Fosa de las Marianas, cerca de Australia. La travesía le tomó dos años y medio. “Las posibilidades son infinitas”, dice Villate.

                                                                                                                                El trabajo de MarAdentro ha sido clave para generar lo que los científicos llaman la “línea base” en Colombia. El catálogo de “huellas” en fotos les permite comparar con otras organizaciones si los tiburones comparten otras zonas. Los datos genéticos permiten ver a qué otras poblaciones del mundo se parecen, con quiénes podrían estar emparentados o con quiénes se estarían reproduciendo.

                                                                                                                                Pese a su enorme tamaño, el tiburón ballena se alimenta de animales diminutos, como el plancton, filtrando agua a través de sus branquias.
                                                                                                                                Foto: Juan Camilo Mora (@jcmoraphotography)
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Y este año fue particularmente exitoso. Desde que iniciaron el trabajo científico han identificado, al menos, a 50 tiburones ballena. Más de la mitad (alrededor de 30) fueron muestreados en esta temporada, durante abril y mayo. Y aunque aún siguen organizando el material genético, revisando fotos y transcribiendo datos, con ellos —cuenta Villate— esperan “nutrir los datos globales, todavía muy escasos” y sumar piezas para armar el enorme rompecabezas de esta especie.

                                                                                                                                “Hemos encontrado tiburones de varios tamaños. Unos muy pequeños, de dos metros y medio, y otros de hasta 10 metros. Eso nos permite entender que este sitio es más que solo un punto de alimentación, también puede hacer parte de su proceso de crianza”, explica.

                                                                                                                                Un turismo que no puede ser masivo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Desde hace algunos años, el turismo y avistamiento de tiburones ballena empezó a popularizarse en el mundo. En lugares como Oslob, en Filipinas, estos animales se han convertido en la principal atracción. Allí se encuentra la operación de observación de esta especie más grande del mundo. Pero el turismo masivo también está generando graves presiones que, sumadas a amenazas como choques con embarcaciones, contaminación, pesca y enmalles, hoy tienen a este animal en peligro de extinción.

                                                                                                                                A Oslob, por ejemplo, los tiburones no llegan de forma natural, sino son atraídos con alimento. Decenas de turistas gritan, se hunden con ellos, los tocan y los persiguen. No es el único lugar donde pasa. En Colombia, hasta hace 10 días, no contábamos con un protocolo oficial para avistar al tiburón ballena de forma responsable.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                MarAdentro había logrado difundir, con apoyo de la comunidad, algunas pautas para que turistas y operadores pudieran verlos sin alterar sus dinámicas. Desde el aeropuerto hasta las panaderías, pescaderías y tiendas de barrio tenían colgados unos afiches con información sobre la importancia de la especie y los cuidados para avistarlos. El pasado 30 de mayo, gracias a ese trabajo previo, la autoridad ambiental del Chocó (Codechocó) emitió la primera resolución en Colombia para avistar al tiburón ballena.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Como explica Kary Sánchez, subdirectora Marino-costera de Codechocó, “el objetivo principal es que se puedan reducir los motores de pérdida de biodiversidad mediante la aplicación de medidas de avistamiento responsables con miras a fortalecer el turismo de naturaleza”. “Después de la resolución, vamos a ejecutar un plan de sensibilización y educación ambiental en territorio en alianza con actores institucionales y locales que lleve a que todos los involucrados (motoristas, turistas, operadores turísticos y comunidad en general), puedan poner en prácticas estas medidas de avistamiento responsable y convertirse en replicadores de las mismas”, dice.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El documento, al que accedió El Espectador, establece varias reglas: solo puede haber una embarcación por cada tiburón ballena. Solo pueden entrar cinco personas al agua al tiempo con el tiburón y todas, sin excepción, deben llevar chaleco. Las embarcaciones deben estar a una distancia mínima de 10 metros de los tiburones ballena y quienes estén en el agua deben mantener una distancia de, al menos, dos metros de la cabeza y tres metros de la cola (documento disponible al final de la nota).

                                                                                                                                Villate espera que esta zona del Pacífico colombiano “pueda ser un santuario para ellos. Un sitio de conservación para un animal que hasta ahora estamos empezando a conocer. Donde puedan alimentarse tranquilamente, algo que no sucede en otras partes”. Pero lograrlo solo es posible, insiste, si desde el principio se vincula a las comunidades, se socializan y se acuerdan los protocolos. Si no, como otros, pueden quedarse solo en el papel.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar