Tras semanas de debate, Gobierno presenta borrador para regular pesca de tiburones
El debate sobre la captura incidental de tiburones, que volvió a reactivarse por las declaraciones de la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, tiene un nuevo capítulo: la autoridad pesquera publicó el borrador de una nueva resolución que señala el camino que quiere seguir el Gobierno.
César Giraldo Zuluaga
En las últimas horas, varios medios de comunicación y redes sociales del país han estado enfrascados en un debate sobre las declaraciones de la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica. Sus palabras las dijo a raíz de unos cambios que su cartera le está haciendo a un antiguo decreto que fue promulgado en la época de Iván Duque y que prohibía, en el papel, las capturas incidentales de tiburones y rayas marinas hechas por pescadores artesanales. Pero, mientras todo esto pasaba, la autoridad pesquera, la Aunap, publicó para comentarios el borrador de resolución con la que busca establecer las reglas de juego para regular esa actividad. (Puede leer: Gobierno avala obra en isla Gorgona: el debate por la construcción de muelle y radar)
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En las últimas horas, varios medios de comunicación y redes sociales del país han estado enfrascados en un debate sobre las declaraciones de la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica. Sus palabras las dijo a raíz de unos cambios que su cartera le está haciendo a un antiguo decreto que fue promulgado en la época de Iván Duque y que prohibía, en el papel, las capturas incidentales de tiburones y rayas marinas hechas por pescadores artesanales. Pero, mientras todo esto pasaba, la autoridad pesquera, la Aunap, publicó para comentarios el borrador de resolución con la que busca establecer las reglas de juego para regular esa actividad. (Puede leer: Gobierno avala obra en isla Gorgona: el debate por la construcción de muelle y radar)
Para algunos medios, que titularon “Minagricultura critica prohibición de venta de aleta de tiburón: ‘Idea de yupicitos y gomelos’” y “Por las aletas de los tiburones, agarrón entre ambientalistas y la ministra de Agricultura, los llamó gomelos, racistas y clasistas”, parte del debate había surgido porque, supuestamente, Mojica había criticado la normativa que prohíbe esta práctica en el país. Sin embargo, para empezar a desenmarañar la discusión, que no ha estado exenta de imprecisiones, es importante aclarar que en su intervención, que se produjo el viernes (9 de febrero) en Buenaventura, la ministra estaba haciendo referencia al Decreto 281 de 2021, firmado por el entonces presidente Iván Duque y el ministro de Ambiente de la época, Carlos Correa.
Frente a cientos de pescadores y mujeres que viven de ahumar y comercializar la carne de tiburón, Mojica calificó este acto administrativo, al que volveremos más adelante, como “odioso, gomelo, yupi, dice nuestro presidente”. En un momento de su discurso, que no fue incluido en el video que se ha viralizado en redes sociales, la ministra aclara que la discusión actual no es sobre el aleteo del tiburón, “que lo reprochamos todos nosotros”. Para otras personas, como la senadora Andrea Padilla, el debate se ha centrado en los calificativos que utilizó la ministra, pero es un punto sobre el que no ahondaremos en este texto.
No obstante, esta discusión pasa por alto el verdadero debate, que se revivió a raíz de una resolución de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), emitida el 24 de enero, pero que inició en 2021, con el decreto de Duque. Justo en la tarde de este miércoles 14 de febrero, la Aunap publicó para comentarios la resolución en la que se establecen las reglas del acto administrativo de finales de enero. Pero, para entender mejor este tema, es importante regresar unos años en la línea del tiempo. (Le puede interesar: Laboratorios contra el cambio climático en uno de los humedales más grandes de Colombia)
El 281, un decreto muy cuestionado
En marzo de 2021, Duque y Correa firmaron el Decreto 281, que dejaba en firme una resolución expedida días antes por la Aunap en la que los tiburones y rayas marinas del país dejaban de ser considerados como recursos pesqueros y pasaban a considerarse como recursos hidrobiológicos.
Este cambio implicaba que estos animales ya no se podían pescar en el país y, de paso, prohibió que pescadores artesanales y comunidades costeras, sobre todo del Pacífico, pudieran aprovechar las capturas incidentales de estos animales, es decir, las que no son intencionales. Además, estos animales pasaban de ser competencia de la Aunap al Ministerio de Ambiente.
Yenny Palma, una bonaverense de 41 años, de los cuales lleva 28 dedicándose al oficio de ahumadora (mujeres que ahuman la carne del tiburón para luego venderla), no duda en calificar el 281 como un decreto nefasto y desastroso. “Nos hacía sentir como delincuentes. Nosotros decíamos, si toda la vida hemos hecho nuestra actividad en tranquilidad, ¿por qué ahora somos perseguidas?”, dice la mujer que lideró varias marchas en contra de ese acto administrativo. Según relata Palma, desde marzo de 2021 las autoridades empezaron a seguir a los pescadores, ahumadoras y platoneras que tuvieran carne de tiburón o raya. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, 17 pescadores fueron judicializados en estos tres años por ese motivo.
A diferencia de la amplia reacción de rechazo que hubo en las comunidades del Pacífico, el Decreto 281 dividió a los investigadores: algunos, como Felipe Ladino, ecólogo marino de la Fundación Malpelo, celebraron la decisión, pues consideraban que gracias a esta se alcanzaba el máximo nivel de protección para estos animales. A otros, como Vladimir Puentes, biólogo marino con un doctorado en ciencias pesqueras, el 281 no les convencía para nada. (También puede leer: El gran dilema de los terraplenes en el bajo río Sinú)
En un artículo publicado en 2022 en la revista científica Marine Policy plasmó, junto a otros científicos, sus argumentos en contra. Para Puentes y sus colegas no tenía sentido que los tiburones y rayas pasaran a ser administrados por el Minambiente, que no tiene la capacidad ni la competencia de llevar las estadísticas de la pesca, algo que sí hace la Aunap. Esto, a sus ojos, más que proteger a estos animales, los perjudicaba. La razón, como explica el biólogo marino, es que pretender eliminar la captura incidental, como lo proponía el 281, es prácticamente imposible, pues para lograrlo básicamente habría que prohibir la pesca.
En el papel, nos decía hace algunas semanas el biólogo marino y doctor en ciencias marinas Diego Cardeñosa, el decreto de Duque sonaba muy bien. En la realidad, reconocen Puentes y Cardeñosa, se generaba un vacío de información, pues las capturas incidentales seguían presentándose, pero ninguna entidad les estaría haciendo seguimiento a estas.
Por eso, desde marzo de 2021, los pescadores, ahumadoras y platoneras solicitaron la derogación del Decreto 281. Tras meses de insistencia y reuniones, las comunidades recibieron una respuesta parcial: la Resolución 0119 del 24 de enero de 2024. Aunque este acto administrativo no deroga el 281, sí devuelve a 11 especies de tiburones y cuatro de rayas marinas a recursos pesqueros. La decisión, que ha sido defendida por la Aunap y el Ministerio de Agricultura, celebrada por las comunidades costeras, ha despertado algunas preocupaciones en parte de la comunidad científica.
Los planes del Gobierno con algunas especies de tiburones y rayas
Como nos explicaron la ministra de Agricultura y la directora encargada de la Aunap, Karen Mejía, la Resolución 0119 nació, principalmente, como una respuesta a la problemática socioeconómica que generó el Decreto 281. Aunque varios científicos, como Carlos Polo, biólogo marino con doctorado en ciencias del mar, cuestionaron la falta de transparencia en los datos que la autoridad pesquera tuvo en cuenta para elegir a las 15 especies de la reciente resolución, Mejía le dijo a este diario que estas corresponden a las especies más capturadas de forma incidental y negó que alguna de estas estuviera en peligro crítico, como sugirieron algunos científicos. (Puede interesarle: La nueva lista que muestra las especies que están en riesgo de extición en Colombia)
Para Polo, Cardeñosa y Ladino la Resolución 0119 puede significar un retroceso en la conservación de estos animales, pues a su criterio no es tan clara sobre lo que se permite y se prohíbe con el acto administrativo. Puentes, por su parte, tiene otra forma de ver la reciente decisión. “Reversar la decisión de 2021 y regresar la competencia al sector pesquero no es un retroceso para estas especies, incluyendo las que están amenazadas. (...) Era necesario que el sector pesquero pudiera volver a gestionar la captura incidental de estos peces, pero teniendo en cuenta su vulnerabilidad y fácil sobreexplotación, aun siendo captura incidental”, escribía hace algunos días en un artículo.
En la tarde de este miércoles, la Aunap publicó para comentarios la resolución “por medio de la cual se establecen medidas de ordenación, administración y control de las capturas incidentales”, para las 15 especies de tiburones y rayas marinas de la Resolución 0119.
Con este documento, además de establecer las reglas de juego mediante las cuales se podrán aprovechar las capturas incidentales que hagan las comunidades costeras, Puentes cree que se ayudarán a resolver algunas inquietudes que tenían varios colegas suyos.
Gran parte del documento aborda las prohibiciones. Las más importantes establecen la prohibición de la pesca dirigida a tiburones y rayas marinas, “el uso de cable acerado o metálico ‘guaya de acero’ o ‘alambres de acero’”, y “la práctica del aleteo consistente en el cercenamiento y retención de las aletas de tiburón”. También específica los tipos de cortes permitidos, como puede ver en la imagen que acompaña este texto.
Respecto al aleteo, el borrador de la resolución también establece que las aletas deberán ser entregadas a la Aunap en los puertos y que es la única parte de los tiburones que no podrá ser aprovechada por las comunidades costeras. El documento igual deja claro que “se autoriza el aprovechamiento integral de los ejemplares de tiburones y rayas marinas capturados de manera incidental en las faenas de pesca por parte de las comunidades costeras que tradicionalmente han hecho uso de estas capturas”.
Sobre la comercialización de los productos, un tema que preocupaba a expertos como Polo o Ladino, de la Fundación Malpelo, el proyecto de resolución propone prohibir la exportación, reexportación e importación de productos y subproductos de las especies de tiburones y rayas marinas incluidas en la Resolución 0119. (Lea: Pesca de tiburones: un asunto en el que ni Duque ni Petro aciertan)
La reglamentación contempla que la autoridad adelante estudios e investigaciones sobre la abundancia, distribución, dinámicas poblacionales y comportamiento de estas especies. Esto, le explicó la directora de la Aunap a El Espectador, con el fin de definir el porcentaje de incedantilidad permitido que, según anticipó, no será mayor al 10 %. Sin embargo, esta información no fue incluida en el borrador de resolución.
Puentes ve con buenos ojos el borrador de la resolución, aunque cree que se deben hacer algunos ajustes menores. Eso sí, considera que falta que se incluyan algunas especies que están en el limbo y que son captura incidental. Mientras los demás expertos revisan las medidas propuestas por la Aunap, las comunidades del Pacífico esperan que el Decreto 281 sea derogado por completo. Aunque Mejía aseguró que la entidad que dirige está de acuerdo con esta solicitud, advierte que el debate que le espera a esta solicitud será largo.