Tres años seguidos de La Niña: inundaciones y sequías desbordadas
El reciente informe de Global Water Monitor muestra el impacto de tres años seguidos del fenómeno de La Niña prolongado sobre el ciclo del agua a nivel mundial. Mientras que fuertes inundaciones se vivieron en Asia, en algunos puntos del Cuerno de África hubo sequías sin precedentes.
El último informe de Global Water Monitor muestra alarmantes cambios en el ciclo del agua en todo el mundo. Basándose en las observaciones de 40 satélites que monitorean la atmósfera y la superficie terrestre, y comparándolas con monitoreos del clima y el agua, los expertos identificaron enclaves en los que se dieron los eventos más alarmantes relacionados con el ciclo del agua en 2022, como inundaciones y sequías. Entre estos puntos se incluyen Europa, Pakistán, India, China, el sudeste Asiático, Australia, Somalia, Sudáfrica, Nigeria, Sudamérica y el occidente de Estados Unidos.
Por medio de los monitoreos, los investigadores analizaron cómo el fenómeno de La Niña prolongado, en su tercer año consecutivo, afectó el ciclo del agua en todo el mundo. Uno de los efectos del fenómeno es que generó que las temperaturas en la superficie del mar fueran más frías de lo normal, por ejemplo, en el Pacífico tropical central y oriental, mientras que más cálidas en el Pacífico occidental. (Lea: El lago salado más grande de Norteamérica podría secarse en cinco años)
Si bien el informe encontró que los registros de lluvias parecen mantenerse intactos, las lluvias en períodos cortos se están volviendo más intensas. De hecho, uno de los puntos más afectados fue Pakistán, en donde unos 8 millones de personas se desplazaron por inundaciones masivas. Las consecuencias más graves fueron los deslizamientos de tierras, que dejaron a cientos de familias sin hogar.
Ahora, algo en lo que el informe hace un énfasis importante es que entre los diferentes factores que han influido en la prolongación de La Niña en los últimos tres años, se encuentra el aumento de la temperatura a nivel global. En el caso de Pakistán las lluvias habrían empeorado por una ola de calor anterior que, incluso, intensificó el derretimiento de los glaciares del Himalaya. (Lea: Registros señalan que 2022 fue el quinto año más caliente)
Otra advertencia del informe es que el aumento de la temperatura hará que, a largo plazo el efecto de los años “fríos” de La Niña se pierda. Algo en lo que coincide la Organización Meteorológica Mundial que señala que el impacto de enfriamiento de La Niña “será de corta duración y no revertirá la tendencia de calentamiento a largo plazo causada por niveles récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en nuestra atmósfera”.
En otro informe realizado por la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) se encontró que 2022 registró una temperatura de 0,89 grados Celsius por encima del promedio desde que se tienen registros (1880). Según ese informe, “la Tierra en 2022 fue cerca de 1,11 grados Celsius (o unos 2 grados Fahrenheit) más cálida que el promedio de finales del siglo XIX”.
“Las últimas dos décadas han visto un aumento de la temperatura del aire y una disminución de la humedad del aire”, indica el informe, por lo que otra de las consecuencias del aumento de la temperatura es que tanto las sequías como los riesgos de incendio se están dando con mayor frecuencia, un evento que preocupa especialmente en los bosques. (Lea: Registros señalan que 2022 fue el quinto año más caliente)
Si bien el informe insiste en que todavía no se detectan cambios en la precipitación global promedio, hay algunas tendencias alarmantes en ciertas regiones, como las monzónicas -desde la India hasta el norte de Australia-, que se están volviendo más húmedas, mientras que zonas de América y África se estarían secando más. De hecho, en 2022 se registró la peor sequía en 40 años en Somalia.
Las olas de calor por fuera de temporada son otras de las afectaciones al ciclo del agua. Por ejemplo, las temporadas de calor en Europa el año pasado causaron sequías de ríos, lo que, además, aumentó “los requisitos de agua para personas, cultivos y ecosistemas por igual”, algo que incide paulatinamente en la presión sobre los recursos hídricos.
Por ahora se prevé que para mediados de 2023 se empiece a notar el fenómeno de El Niño, lo que podría significar menos inundaciones en Asia y Oceanía, pero más lluvias en las regiones que fueron afectadas por sequías en América y África Oriental. Mientras que en Australia se pueden dar más olas de calor e incendios forestales. (Le puede interesar: La historia de una masacre en el Urabá antioqueño que quedó oculta bajo el mar)
Global Water Monitor advierte que si los periodos de La Niña o El Niño se siguen prolongando es probable que se experimenten sequías e inundaciones más intensas que las que hasta ahora hemos visto.
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El último informe de Global Water Monitor muestra alarmantes cambios en el ciclo del agua en todo el mundo. Basándose en las observaciones de 40 satélites que monitorean la atmósfera y la superficie terrestre, y comparándolas con monitoreos del clima y el agua, los expertos identificaron enclaves en los que se dieron los eventos más alarmantes relacionados con el ciclo del agua en 2022, como inundaciones y sequías. Entre estos puntos se incluyen Europa, Pakistán, India, China, el sudeste Asiático, Australia, Somalia, Sudáfrica, Nigeria, Sudamérica y el occidente de Estados Unidos.
Por medio de los monitoreos, los investigadores analizaron cómo el fenómeno de La Niña prolongado, en su tercer año consecutivo, afectó el ciclo del agua en todo el mundo. Uno de los efectos del fenómeno es que generó que las temperaturas en la superficie del mar fueran más frías de lo normal, por ejemplo, en el Pacífico tropical central y oriental, mientras que más cálidas en el Pacífico occidental. (Lea: El lago salado más grande de Norteamérica podría secarse en cinco años)
Si bien el informe encontró que los registros de lluvias parecen mantenerse intactos, las lluvias en períodos cortos se están volviendo más intensas. De hecho, uno de los puntos más afectados fue Pakistán, en donde unos 8 millones de personas se desplazaron por inundaciones masivas. Las consecuencias más graves fueron los deslizamientos de tierras, que dejaron a cientos de familias sin hogar.
Ahora, algo en lo que el informe hace un énfasis importante es que entre los diferentes factores que han influido en la prolongación de La Niña en los últimos tres años, se encuentra el aumento de la temperatura a nivel global. En el caso de Pakistán las lluvias habrían empeorado por una ola de calor anterior que, incluso, intensificó el derretimiento de los glaciares del Himalaya. (Lea: Registros señalan que 2022 fue el quinto año más caliente)
Otra advertencia del informe es que el aumento de la temperatura hará que, a largo plazo el efecto de los años “fríos” de La Niña se pierda. Algo en lo que coincide la Organización Meteorológica Mundial que señala que el impacto de enfriamiento de La Niña “será de corta duración y no revertirá la tendencia de calentamiento a largo plazo causada por niveles récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en nuestra atmósfera”.
En otro informe realizado por la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) se encontró que 2022 registró una temperatura de 0,89 grados Celsius por encima del promedio desde que se tienen registros (1880). Según ese informe, “la Tierra en 2022 fue cerca de 1,11 grados Celsius (o unos 2 grados Fahrenheit) más cálida que el promedio de finales del siglo XIX”.
“Las últimas dos décadas han visto un aumento de la temperatura del aire y una disminución de la humedad del aire”, indica el informe, por lo que otra de las consecuencias del aumento de la temperatura es que tanto las sequías como los riesgos de incendio se están dando con mayor frecuencia, un evento que preocupa especialmente en los bosques. (Lea: Registros señalan que 2022 fue el quinto año más caliente)
Si bien el informe insiste en que todavía no se detectan cambios en la precipitación global promedio, hay algunas tendencias alarmantes en ciertas regiones, como las monzónicas -desde la India hasta el norte de Australia-, que se están volviendo más húmedas, mientras que zonas de América y África se estarían secando más. De hecho, en 2022 se registró la peor sequía en 40 años en Somalia.
Las olas de calor por fuera de temporada son otras de las afectaciones al ciclo del agua. Por ejemplo, las temporadas de calor en Europa el año pasado causaron sequías de ríos, lo que, además, aumentó “los requisitos de agua para personas, cultivos y ecosistemas por igual”, algo que incide paulatinamente en la presión sobre los recursos hídricos.
Por ahora se prevé que para mediados de 2023 se empiece a notar el fenómeno de El Niño, lo que podría significar menos inundaciones en Asia y Oceanía, pero más lluvias en las regiones que fueron afectadas por sequías en América y África Oriental. Mientras que en Australia se pueden dar más olas de calor e incendios forestales. (Le puede interesar: La historia de una masacre en el Urabá antioqueño que quedó oculta bajo el mar)
Global Water Monitor advierte que si los periodos de La Niña o El Niño se siguen prolongando es probable que se experimenten sequías e inundaciones más intensas que las que hasta ahora hemos visto.
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