Unesco se comprometió a cartografiar el 80 % de los fondos marinos para 2030
“¿Cómo podemos conseguir proteger el océano cuando sabemos tan poco de él?”, se preguntó Audrey Azoulay, directora general del organismo, cuando hizo el anuncio.
La cumbre “Un Océano” que finalizó ayer en Brest, Francia, buscaba que algunos jefes de Estado se pusieran de acuerdo en ciertos compromisos que permitan proteger los mares y océanos del planeta de las diversas amenazas que enfrentan. Pero, como señaló Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es necesario saber más sobre estos ecosistemas.
Puntualmente, Azoulay preguntó: “¿Cómo podemos conseguir proteger el océano cuando sabemos tan poco de él?”. Y es que, hasta el momento, la ciencia solo ha podido cartografiar el 20 % de los fondos marinos. Por eso, al finalizar la cumbre, la directora de la Unesco hizo un importante anuncio: “Tenemos que ir más allá y movilizar a la comunidad internacional para que el 80% de los fondos marinos estén cartografiados de aquí a 2030″. (Puede leer: El lío de tierras que revivió la ampliación del PNN Los Estoraques)
¿Por qué es importante conocer el fondo del mar?
Según la Unesco, conocer la profundidad y el relieve del fondo marino es “esencial para comprender la ubicación de las fallas oceánicas, el funcionamiento de las corrientes oceánicas y las mareas, y el transporte de sedimentos”.
Para el organismo, estos datos son fundamentales para proteger a las poblaciones pues permiten anticipar riesgos sísmicos y de tsunamis, así como ayuda a identificar lugares naturales que deben salvaguardarse. Además, permitiría “identificar los recursos pesqueros para una explotación sostenible, a planificar la construcción de infraestructuras en alta mar o a responder eficazmente a catástrofes como vertidos de petróleo, accidentes aéreos o naufragios”. (Puede interesarle: Deforestación en la Amazonía brasileña rompió récord en enero)
Por último, conocer el fondo marino tiene un rol importante en las evaluaciones que se hagan sobre los efectos del cambio climático. Cabe recordar que, por la crisis climática, la temperatura de estos ecosistemas está aumentando de manera peligrosa lo que a su vez genera la acidificación de los mares y océanos.
¿Qué se necesita para cartografiar el 80 % del fondo marino?
Para cumplir la meta, según Azoulay, se necesitan dos cosas básicas: voluntad de los países y del sector privado, y dinero. Sobre lo primero, la directora general de la Unesco le hizo un llamado a los 150 Estados Miembros de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de este organismo para que apoyen este compromiso.
Puntualmente, de estos Estados y de la empresa privada, se necesitan 5.000 millones de dólares hasta el 2030, unos 625 millones por año. Con este dinero, se podrán movilizar 50 buques que se dediquen a la cartografía de los fondos marinos. Pero, además del dinero, los gobiernos y empresas deben transmitir los datos cartográficos que ya tienen en su poder pero que mantienen archivados, dijo Azoulay. (También puede leer: Mónica Medina, la bióloga caleña pionera en entender los corales)
Si hasta ahora conocemos más la superficie de la luna que la del mar, ¿se logrará la meta?
Hace unos meses, cuando una misión científica apoyada por la Unesco descubrió frente a las costas de Tahití (Polinesia Francesa) uno de los mayores arrecifes de coral sanos del mundo, a una profundidad de entre 30 y 65 metros, Azoulay hizo una analogía esclarecedora: “Hasta la fecha, conocemos mejor la superficie de la Luna que las profundidades del océano”.
Entonces, si hasta el momento conocemos tan solo el 20 % de los fondos marinos, ¿cómo se podrá generar el 60 % restante en tan poco tiempo? La tecnología tiene la respuesta para la directora general de la Unesco. Durante el lanzamiento de este compromiso, Azoulay recordó los avances del programa Seabed 2030. Este es un proyecto adelantado junto con la Nippon Foundation, la mayor fundación privada de Japón. (Puede interesarle: Colombia pedirá a la Unesco que declare a Tribugá como reserva de la biósfera)
En el 2017, cuando se lanzó Seabed 2030, tan solo el 6 % de los fondos marinos estaba cartografiado según las normas modernas. Ahora, cinco años después de su funcionamiento, estamos en el 20 %, señaló Azoulay.
La cumbre “Un Océano” que finalizó ayer en Brest, Francia, buscaba que algunos jefes de Estado se pusieran de acuerdo en ciertos compromisos que permitan proteger los mares y océanos del planeta de las diversas amenazas que enfrentan. Pero, como señaló Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es necesario saber más sobre estos ecosistemas.
Puntualmente, Azoulay preguntó: “¿Cómo podemos conseguir proteger el océano cuando sabemos tan poco de él?”. Y es que, hasta el momento, la ciencia solo ha podido cartografiar el 20 % de los fondos marinos. Por eso, al finalizar la cumbre, la directora de la Unesco hizo un importante anuncio: “Tenemos que ir más allá y movilizar a la comunidad internacional para que el 80% de los fondos marinos estén cartografiados de aquí a 2030″. (Puede leer: El lío de tierras que revivió la ampliación del PNN Los Estoraques)
¿Por qué es importante conocer el fondo del mar?
Según la Unesco, conocer la profundidad y el relieve del fondo marino es “esencial para comprender la ubicación de las fallas oceánicas, el funcionamiento de las corrientes oceánicas y las mareas, y el transporte de sedimentos”.
Para el organismo, estos datos son fundamentales para proteger a las poblaciones pues permiten anticipar riesgos sísmicos y de tsunamis, así como ayuda a identificar lugares naturales que deben salvaguardarse. Además, permitiría “identificar los recursos pesqueros para una explotación sostenible, a planificar la construcción de infraestructuras en alta mar o a responder eficazmente a catástrofes como vertidos de petróleo, accidentes aéreos o naufragios”. (Puede interesarle: Deforestación en la Amazonía brasileña rompió récord en enero)
Por último, conocer el fondo marino tiene un rol importante en las evaluaciones que se hagan sobre los efectos del cambio climático. Cabe recordar que, por la crisis climática, la temperatura de estos ecosistemas está aumentando de manera peligrosa lo que a su vez genera la acidificación de los mares y océanos.
¿Qué se necesita para cartografiar el 80 % del fondo marino?
Para cumplir la meta, según Azoulay, se necesitan dos cosas básicas: voluntad de los países y del sector privado, y dinero. Sobre lo primero, la directora general de la Unesco le hizo un llamado a los 150 Estados Miembros de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de este organismo para que apoyen este compromiso.
Puntualmente, de estos Estados y de la empresa privada, se necesitan 5.000 millones de dólares hasta el 2030, unos 625 millones por año. Con este dinero, se podrán movilizar 50 buques que se dediquen a la cartografía de los fondos marinos. Pero, además del dinero, los gobiernos y empresas deben transmitir los datos cartográficos que ya tienen en su poder pero que mantienen archivados, dijo Azoulay. (También puede leer: Mónica Medina, la bióloga caleña pionera en entender los corales)
Si hasta ahora conocemos más la superficie de la luna que la del mar, ¿se logrará la meta?
Hace unos meses, cuando una misión científica apoyada por la Unesco descubrió frente a las costas de Tahití (Polinesia Francesa) uno de los mayores arrecifes de coral sanos del mundo, a una profundidad de entre 30 y 65 metros, Azoulay hizo una analogía esclarecedora: “Hasta la fecha, conocemos mejor la superficie de la Luna que las profundidades del océano”.
Entonces, si hasta el momento conocemos tan solo el 20 % de los fondos marinos, ¿cómo se podrá generar el 60 % restante en tan poco tiempo? La tecnología tiene la respuesta para la directora general de la Unesco. Durante el lanzamiento de este compromiso, Azoulay recordó los avances del programa Seabed 2030. Este es un proyecto adelantado junto con la Nippon Foundation, la mayor fundación privada de Japón. (Puede interesarle: Colombia pedirá a la Unesco que declare a Tribugá como reserva de la biósfera)
En el 2017, cuando se lanzó Seabed 2030, tan solo el 6 % de los fondos marinos estaba cartografiado según las normas modernas. Ahora, cinco años después de su funcionamiento, estamos en el 20 %, señaló Azoulay.