La ganadería, una práctica que se desarrolla en las sabanas inundables del Llano hace cientos de años, podría ayudar a conservar la biodiversidad en la Orinoquia.
Foto: Terumoto Fukuda
En la pared de una de las casas que hay sobre el pequeño malecón de San Luis de Palenque (Casanare), a orillas del río Pauto, se ve una pintura que retrata a un hombre adulto, con camisa arremangada y el típico sombrero llanero, atravesando, junto a un caballo, un ancho río que les cubre más de la mitad del cuerpo. Más tarde, el protagonista de la obra —de la que también hay fotos y varios videos en internet— explica que esta es una actividad normal para un llanero como él.