Cada año, la basura plástica generada podría dar la vuelta al mundo más de 1.500 veces
La investigación reveló que más de dos tercios de la contaminación plástica del planeta proviene de basura no recogida y casi 1.200 millones de personas (el 15% de la población mundial) viven sin acceso a servicios de recolección.
Un grupo de investigadores acaba de crear el primer inventario mundial de contaminación por plásticos. Utilizaron inteligencia artificial para modelar la gestión de residuos en más de 50.000 municipios de todo el mundo. Este modelo les permitió predecir cuántos residuos se generan a nivel mundial y qué sucede con ellos. Los resultados, publicados en Nature, estiman que se generan globalmente alrededor de 52 millones de toneladas métricas de residuos plásticos cada año. Si eso se pusiera en una línea, daría la vuelta al mundo más de 1.500 veces. La mayoría proviene de basura quemada a cielo abierto y residuos no quemados.
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Un grupo de investigadores acaba de crear el primer inventario mundial de contaminación por plásticos. Utilizaron inteligencia artificial para modelar la gestión de residuos en más de 50.000 municipios de todo el mundo. Este modelo les permitió predecir cuántos residuos se generan a nivel mundial y qué sucede con ellos. Los resultados, publicados en Nature, estiman que se generan globalmente alrededor de 52 millones de toneladas métricas de residuos plásticos cada año. Si eso se pusiera en una línea, daría la vuelta al mundo más de 1.500 veces. La mayoría proviene de basura quemada a cielo abierto y residuos no quemados.
Los investigadores explican que usan el término “emisiones” para referirse a la transferencia de plásticos desde sistemas gestionados (donde hay algo de control) al medio ambiente sin control. En otras palabras, se refieren a los plásticos que, en lugar de ser adecuadamente gestionados y reciclados, terminan en el entorno sin ningún tipo de tratamiento o control. Los científicos clasifican estas emisiones en dos categorías principales: desechos y quema al aire libre. Los desechos se refieren a las partículas de plástico mayores de 5 mm que se acumulan en el medio ambiente debido a una gestión inadecuada.
La quema al aire libre, por otra parte, se refiere a la masa de plástico que se quema en incendios no controlados, generando contaminación. Estos dos tipos de emisiones reflejan diferentes formas en las que los plásticos mal gestionados contribuyen a la contaminación ambiental, dicen los autores del estudio.
La investigación reveló que más de dos tercios de la contaminación plástica del planeta proviene de basura no recogida y casi 1.200 millones de personas (el 15% de la población mundial) viven sin acceso a servicios de recolección. Los resultados muestran que en 2020 se quemaron aproximadamente 30 millones de toneladas de plásticos (el 57% de toda la contaminación por plásticos) en hogares, calles y vertederos, sin ningún tipo de control. Costas Velis, académico de Sistemas de Eficiencia de Recursos de la Universidad Leeds y quien dirigió la investigación, dijo: “Necesitamos comenzar a enfocarnos mucho, mucho más en abordar la quema a cielo abierto y los desechos no recogidos antes de que más vidas se vean afectadas por la contaminación plástica. No puede ser ‘ojos que no ven, corazón que no siente’”.
Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico. Muchos son de un solo uso, difíciles de reciclar y pueden permanecer en el medio ambiente durante décadas o siglos, a menudo fragmentados en artículos más pequeños. Algunos plásticos contienen aditivos químicos potencialmente nocivos que podrían suponer una amenaza para la salud humana, especialmente si se queman al aire libre.
Nuevos puntos críticos de contaminación plástica
El norte global y el sur global tuvieron contrastes muy importantes. Aunque los países del norte global como Rusia y Estados Unidos tienen altas emisiones absolutas de plásticos, también muestran cifras altas de emisiones per cápita. Por ejemplo, Rusia, a pesar de estar en el quinto lugar en emisiones absolutas, tiene una alta tasa de emisión per cápita (11,71 kg por persona al año) debido a su baja gestión de residuos.
En contraste, países del sur global como China e India tienen altas emisiones absolutas, pero sus emisiones per cápita son relativamente bajas. China, que es el cuarto mayor emisor absoluto, tiene una emisión per cápita de 1,97 kg, mientras que India, el mayor emisor absoluto, tiene 6,64 kg per cápita. África subsahariana, a pesar de sus bajas emisiones absolutas actuales, podría convertirse en la mayor fuente de contaminación plástica en el futuro debido a su alta tasa de emisión per cápita y el crecimiento poblacional proyectado.
Por otro lado, los residuos no recogidos son el principal contribuyente a la contaminación plástica en el sur global, representando un abrumador 68% de todas las emisiones de residuos plásticos y el 85% de las emisiones de escombros. Estos residuos no recogidos provienen principalmente de países de ingresos medianos y bajos, que representan el 56% de las emisiones de residuos no recogidos a nivel global. Los residuos no recogidos constituyen el 38% de las emisiones plásticas totales y el 51% de las emisiones de escombros. Es decir, los países de ingresos bajos y medios generan mucho menos desechos plásticos, pero una gran parte de ellos no se recogen o se eliminan en vertederos, lo que aumenta los problemas.
“Este es un problema urgente de salud humana mundial, una crisis en curso: las personas cuyos desechos no se recogen no tienen otra opción que tirarlos a la basura o quemarlos: prender fuego a los plásticos puede parecer que los hace ‘desaparecer’, pero de hecho la quema al aire libre de desechos plásticos puede provocar daños sustanciales a la salud humana, incluidos defectos de desarrollo neurológico, reproductivos y de nacimiento; y una dispersión mucho más amplia de la contaminación ambiental”, dijo Velis.
Los investigadores afirman que este primer inventario mundial de contaminación plástica proporciona una base de referencia, comparable a las de las emisiones derivadas del cambio climático, que puede ser utilizada por los responsables de las políticas para hacer frente a este inminente desastre medioambiental. Esperan que su trabajo ayude a los responsables de las políticas a elaborar planes de gestión de residuos, recuperación de recursos y economía circular más amplios.
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