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El consumo de carne a nivel mundial se ha convertido en una de las grandes incógnitas a resolver en relación con temas ambientales, como el cambio climático, por los grandes impactos que su producción genera en el suelo, las emisiones de metano y las grandes extensiones de tierra que requiere. (Le puede interesar: Con el cacao, campesinos del Caquetá le apuestan a la paz y a la reforestación)
De acuerdo con cifras de Statista, entre 1990 y 2021, el consumo de carne en el mundo se duplicó, pasando de poco más de 150 toneladas métricas, a cerca de 330 para el final de ese período. Además, el consumo de carne de aves, dentro de las que el más popular es el pollo, pasó de 34 toneladas métricas a más de 132.
Este miércoles 21 de junio, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos dio el visto bueno final para comercializar al público carne de pollo que es cultivada en un laboratorio.
La idea empezó a desarrollarse hace varios años, tras el boom de carnes “falsas”, que son producidas a partir de proteínas vegetales y otros ingredientes. (Le recomendamos: El FMI y el BM lanzan señales de reforma para la financiación climática)
En este caso, se trata de un producto que utiliza las células de pollos vivos para reproducirlas en un laboratorio, creando carne sin la necesidad de sacrificar animales.
La empresa Good Meat (que traduce “buena carne”), es una de las que fue autorizada por los Estados Unidos para comercializar sus productos. Desde inicios de este año, cuando recibieron la autorización de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés), su procedimiento para producir esta carne entró a revisión por parte del Departamento de Agricultura.
Con esto, las entidades estadounidenses certifican que se trata de un producto que no representa un riesgo para la vida de las personas y dan luz verde para que se venda en su país. La empresa y otros referentes en la industria de estos productos celebraron la decisión como “un punto clave en nuestro viaje para construir un sistema de salud más seguro y eficiente”, en palabras de Bruce Friedrich, presidente del Good Food Institute. (También puede leer: Lo que genera el ruido del tráfico y las industrias en la fauna y las personas)
Sin embargo, este anuncio no significa que la carne cultivada empiece a ser vendida de manera masiva en ese país. De hecho, la empresa anunció una alianza con la cadena de restaurantes de lujo de José Andrés, un reconocido chef español, que tiene 30 sedes en todo el país. Allí se servirá la carne.
En 2020, cuando se empezó a vender en Singapur, primer país en dar la autorización para la comercialización de este producto, se empezó con un sistema similar: vender en restaurantes de lujo.
El motivo es que, en la actualidad, la producción de carne cultivada tiene costos muy elevados como para tener un producto de acceso masivo. Aunque es un mercado que está creciendo y que parece prometer hacia el futuro, por ahora está restringido para quienes cuenten con los recursos para comprarla. (Lea: ¿Qué tan sostenibles son las carnes falsas?)
Por ahora, parece estar lejos de competir con la industria ganadera y avícola, pero Good Food indicó que a inicios de año recibieron buenas noticias relacionadas con la disminución de sus costos de producción, algo que podría impactar positivamente a esta industria a futuro.
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