Chile firma el Acuerdo de Escazú, pero falta que lo apruebe el Congreso
En una de sus primeras decisiones, Gabriel Boric firma la adhesión de su país al tratado regional sobre protección a líderes ambientales, tras unas resistencias que impidieron hacerlo en 2020.
En la que es una de sus primeras medidas como presidente de Chile, Gabriel Boric Font firmó este viernes la adhesión de su país al Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe que busca, entre otras cosas, garantizar los derechos de las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales.
“Activistas medioambientales, ustedes nos han enseñado a perseverar y por ustedes estamos acá. Así como hoy avanzamos en #FirmaEscazú, mañana seguiremos por pensiones dignas, salud de calidad y la erradicación de la violencia de género en establecimientos educacionales”, escribió Boric en su cuenta de Twitter. El proyecto pasará ahora al Congreso que deberá ratificarlo.
Puede ver: Una línea del tiempo para entender el Acuerdo de Escazú que entró en vigor
La historia de Chile con el Acuerdo de Escazú es larga. Pese a que el país fue uno de sus impulsores, en septiembre de 2020 el entonces presidente Sebastián Piñera anunció que no lo firmaría dada las críticas de distintos actores de la sociedad chilena. Los críticos señalaban que, entre otros riesgos, el país se podría exponer a demandas internacionales debido a la introducción de principios ambientales no presentes en la legislación interna.
Puede ver: Cinco razones para que Colombia ratifique el Acuerdo de Escazú
Pese a todo, Boric anunció casi desde su triunfo que su intención era firmar el acuerdo, “cumpliendo nuestro compromiso y entendiendo el sentido de urgencia de la crisis climática, junto a la protección de los DDHH de aquellas y aquellos que defienden los ríos, costas, bosques y todo nuestro entorno”.
Más de una veintena de países de la región han firmado el acuerdo, incluida Colombia, pero esta última, por ejemplo, no lo ha refrendado en el Congreso.
En la que es una de sus primeras medidas como presidente de Chile, Gabriel Boric Font firmó este viernes la adhesión de su país al Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe que busca, entre otras cosas, garantizar los derechos de las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales.
“Activistas medioambientales, ustedes nos han enseñado a perseverar y por ustedes estamos acá. Así como hoy avanzamos en #FirmaEscazú, mañana seguiremos por pensiones dignas, salud de calidad y la erradicación de la violencia de género en establecimientos educacionales”, escribió Boric en su cuenta de Twitter. El proyecto pasará ahora al Congreso que deberá ratificarlo.
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Pese a todo, Boric anunció casi desde su triunfo que su intención era firmar el acuerdo, “cumpliendo nuestro compromiso y entendiendo el sentido de urgencia de la crisis climática, junto a la protección de los DDHH de aquellas y aquellos que defienden los ríos, costas, bosques y todo nuestro entorno”.
Más de una veintena de países de la región han firmado el acuerdo, incluida Colombia, pero esta última, por ejemplo, no lo ha refrendado en el Congreso.