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Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, encontró que los bonobos y los chimpancés, al igual que los humanos, pueden reconocer a familiares, amigos y conocidos que han visto en más de dos décadas. De acuerdo con los investigadores, “este es el recuerdo no humano más duradero jamás registrado”. (Lea: Aletas de este delfín llaman la atención: son ganchudas y dan la apariencia de pulgares)
Para llegar a esta conclusión, el equipo dirigido por una psicóloga empleó cámaras infrarrojas de seguimiento ocular. El principal propósito era registrar los puntos a donde miraban los bonobos y los chimpancés cuando se les mostraban imágenes de otros ejemplares de su especie uno al lado del otro.
En los resultados publicados en la revista Proceedings of the National Academies of Science, los investigadores explicaron que expusieron a los simios a dos fotos: una en la que estaba un extraño y en la otra estaba un bonobo o chimpancé con la que el ejemplar del experimento había vivido durante un año o más tiempo.
Tras varios análisis, los investigadores encontraron que los ojos de los participantes estaban más tiempo apuntando a aquellas imágenes donde estaban los ejemplares conocidos con los que habían vivido anteriormente. Esto, añadieron, “sugiere cierto grado de reconocimiento”.
Uno de los ejemplos que exponen los investigadores en los resultados es el de Louise, un bonobo que no había visto a Loretta, su hermana, y Erin, su sobrino, durante 26 años. “Cuando les mostramos sus imágenes, sus ojos se centraron en las fotografías”, añadieron. (Puede leer: La actividad humana provocó, por primera vez, la extinción de una especie marina)
Laura Simone Lewis, becaria postdoctoral del presidente de la UC en el departamento de psicología de Berkeley y autora principal del estudio, señaló que “estos animales se reconocen mutuamente entre sí (...) No sabemos exactamente cómo es esa representación, pero sabemos que dura años. Este estudio no nos muestra cuán diferentes somos de otros simios, si no cuán similares somos a ellos y cuán similares son ellos a nosotros”.
De acuerdo con la investigadora, estos resultados entregan nuevas pistas sobre la memoria a largo plazo en los animales. Además, dijo, “plantean cuestiones centrales para la biología y la psicología evolutiva”. (Le puede interesar: Los renos cambian el color de sus ojos durante el invierno, ¿por qué?)
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