Científicos dan noticias esperanzadoras para los renos en medio del cambio climático
Investigadores de la Universidad de Oulu (Finlandia) hallaron cómo el cambio climático ha modificado la dieta de los renos en Svalbard, un archipiélago noruego en medio del Océano Ártico. Aunque hay noticias esperanzadoras para los renos de esta región, las condiciones podrían no repetirse en otras zonas del Ártico.
La afectación del cambio climático en zonas glaciares sigue preocupando a los científicos. Por ejemplo, un reciente estudio de la Universidad de Texas encontró que los glaciares de Groenlandia se están derritiendo hasta 100 veces más rápido de lo normal.
Sin embargo, en medio de la crisis climática, investigadores de la Universidad de Oulu (Finlandia) encontraron una noticia alentadora. Publicaron un estudio en la revista Global Change Biology que muestra que el hecho de que las temperaturas aumenten, específicamente en Svalbard (un archipiélago noruego en medio del Océano Ártico), está impulsando el crecimiento de plantas gramíneas, permitiendo que los renos se alimenten de estas y tengan más tiempo para acumular grasa.
(Lea: Se prevé que 2023 sea uno de los años más calurosos registrados en la Tierra)
Para el estudio los científicos recolectaron muestras de sangre anuales con las que podían identificar la dieta de los renos. Encontraron que entre 1995 y 2012 hubo una variación en su dieta que los alejó de musgos pequeños, empezando a comer gramíneas, que se debió, precisamente, al aumento de lluvias sobre la nieve, aumento de temperaturas y crecimiento en la población de renos.
Jeffrey Welker, profesor de la Universidad de Oulu, explicó para The Guardian que “la naturaleza erguida de los tallos de las graminoides permite que el forraje esté disponible para los animales, aunque tenga aproximadamente un centímetro de hielo”. Las gramíneas crecen como pastos entre la nieve. (Lea: Las piangueras transforman su arte en el Pacífico para proteger los manglares)
Por otro lado, los excrementos de los renos también favorecen el crecimiento de las gramíneas, algo que según los investigadores es una buena noticia para los renos en medio de los efectos del cambio climático. Aunque advierten que estas condiciones podrían no darse en otras zonas del Ártico. (Lea: Una solución al problema de basuras en Leticia)
“Así como vemos señales de que una población de renos en Svalbard podría tener algunas formas de adaptarse y ajustarse a estos cambios, que podrían permitirles mantenerse, tenemos otros grupos en Alaska, por ejemplo, que están disminuyendo”, agregó Welker.
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La afectación del cambio climático en zonas glaciares sigue preocupando a los científicos. Por ejemplo, un reciente estudio de la Universidad de Texas encontró que los glaciares de Groenlandia se están derritiendo hasta 100 veces más rápido de lo normal.
Sin embargo, en medio de la crisis climática, investigadores de la Universidad de Oulu (Finlandia) encontraron una noticia alentadora. Publicaron un estudio en la revista Global Change Biology que muestra que el hecho de que las temperaturas aumenten, específicamente en Svalbard (un archipiélago noruego en medio del Océano Ártico), está impulsando el crecimiento de plantas gramíneas, permitiendo que los renos se alimenten de estas y tengan más tiempo para acumular grasa.
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Para el estudio los científicos recolectaron muestras de sangre anuales con las que podían identificar la dieta de los renos. Encontraron que entre 1995 y 2012 hubo una variación en su dieta que los alejó de musgos pequeños, empezando a comer gramíneas, que se debió, precisamente, al aumento de lluvias sobre la nieve, aumento de temperaturas y crecimiento en la población de renos.
Jeffrey Welker, profesor de la Universidad de Oulu, explicó para The Guardian que “la naturaleza erguida de los tallos de las graminoides permite que el forraje esté disponible para los animales, aunque tenga aproximadamente un centímetro de hielo”. Las gramíneas crecen como pastos entre la nieve. (Lea: Las piangueras transforman su arte en el Pacífico para proteger los manglares)
Por otro lado, los excrementos de los renos también favorecen el crecimiento de las gramíneas, algo que según los investigadores es una buena noticia para los renos en medio de los efectos del cambio climático. Aunque advierten que estas condiciones podrían no darse en otras zonas del Ártico. (Lea: Una solución al problema de basuras en Leticia)
“Así como vemos señales de que una población de renos en Svalbard podría tener algunas formas de adaptarse y ajustarse a estos cambios, que podrían permitirles mantenerse, tenemos otros grupos en Alaska, por ejemplo, que están disminuyendo”, agregó Welker.
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