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Coldplay y su apuesta por la sostenibilidad

El grupo británico es pionero en la nueva tendencia de los conciertos sostenibles. El de Bogotá dejó una muestra de cómo la industria de los espectáculos puede contribuir al planeta.

Aldo Civico y Especial para El Espectador
21 de septiembre de 2022 - 04:05 p. m.
Las bicicletas en el concierto de Coldplay en Bogotá generaron un promedio de 200 vatios de potencia, capturados en baterías que hacen funcionar elementos del espectáculo.
Las bicicletas en el concierto de Coldplay en Bogotá generaron un promedio de 200 vatios de potencia, capturados en baterías que hacen funcionar elementos del espectáculo.
Foto: Cortesía de OCESA

El concierto de Coldplay acaba de terminar. El Estadio Nemesio Camacho El Campín está brillantemente iluminado. Con orden, la multitud de asistentes fluye hacia las salidas; es un río humano que termina su curso en la carrera 30 de Bogotá. Ya no se escucha la música del icónico grupo británico, sino únicamente el sonido metálico de los martillos de decenas de trabajadores desmontando el escenario.

La asesora de Ocesa para estrategias de sostenibilidad, Abigail Rivera, me espera a la entrada del escenario. Mexicana, el pelo negro largo que acaricia su espalda, sus ojos brillantes comunican orgullo y satisfacción. “Esta es la primera gira totalmente sostenible que se hace en la región”, resalta.

Según un estudio de The Green Music Initiative, cada persona que asiste a un espectáculo genera normalmente cinco kilos de CO2

Mientras hablamos, se acerca Ariel Bojeun, manager para la sostenibilidad de Coldplay. Abre un bolso de plástico blanco y le muestra a Rivera los jabones y las cremas que cada miembro del equipo del grupo británico ha reciclado en los cuartos del hotel, en lugar de botarlos a la basura. “¿Se lo puedes entregar a algún refugio de la ciudad?”, pregunta Bojeun. “Para todos ellos, la sostenibilidad es un estilo de vida. Ellos son así”, me comenta unos instantes después Rivera.

A los minutos, vibra su celular. Es un mensaje de Ariel, “Realmente creo que este podría ser el mayor esfuerzo realizado por cualquier equipo hasta ahora en toda la gira. Todo el trabajo adicional, fuera de lo que solicitamos, es realmente apreciado. ¡Tantas estrellas doradas!”. Porque la sostenibilidad no es solo algo que identifica a Coldplay, sino también un compromiso que Ocesa ha abrazado con convicción.

Coldplay se vuelve verde

En 2019, el COVID-19 obligó al cierre de estadios, escenarios, teatros. Se apagaron las luces del entretenimiento. Fuimos obligados a desacelerar nuestras vidas y a dejar de movernos frenéticamente por todo el mundo. El efecto fue que, en tan solo unas pocas semanas, la cuarentena redujo drásticamente la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero. Fue como darle un respiro al universo.

(Puede ver también: Las estrategias de Coldplay para hacer un tour más sosteible e incluyente)

Fue en ese entonces cuando Coldplay se comprometió a no salir de gira hasta que pudieran hacerlo de una manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. De hecho, el impacto ambiental de cada concierto es profundo. No solo porque durante un espectáculo se tiran botellas y vasos de plástico, papeles y basura, además de desechos orgánicos, sino también por el gasto de energía, que incluye el transporte utilizado para llegar a los estadios, el traslado de equipos y el consumo de electricidad de fuentes no renovables para alimentar luces, sonido y pantallas.

Según un estudio de The Green Music Initiative, cada persona que asiste a un espectáculo genera normalmente cinco kilos de CO2. Eso significa, por ejemplo, que la gira masiva en la que se embarcó U2 entre 2009 y 2011 dejó una huella de carbono equivalente a la de un viaje de ida y vuelta de la Tierra a Marte. “Respecto a otras industrias, la del entretenimiento se ha quedado atrás en temas ambientales”, me dice con candor Abigail Rivera. Pero esto está cambiando poco a poco.

De hecho, la decisión de Coldplay de inaugurar una era de giras sostenibles no es menor (esta tendencia la empezó en 2004 Neil Young), y profundiza el compromiso social del grupo británico, que históricamente se ha regido por los valores de la inclusión y la solidaridad. “Somos muy conscientes de que el planeta se enfrenta a una crisis climática. Por lo tanto, hemos pasado los últimos dos años consultando a expertos ambientales para hacer que esta gira sea lo más sostenible posible y, lo que es más importante, para aprovechar el potencial del tour para impulsar las cosas”, dijo Coldplay al comienzo del su tour mundial, con el cual se comprometieron a reducir las emisiones en un 50 % en comparación con su gira anterior. El ejemplo del grupo británico hoy es seguido por otros artistas, como los jóvenes Billie Eilish y Shawn Mendes, que se sumaron, entre otros, a esta nueva tendencia de las giras sostenibles.

Soluciones pragmáticas

Para volver realidad su visión y encontrar soluciones pragmáticas, Coldplay se alió con el Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medioambiente del Imperial College London. Esta colaboración permitió adoptar una perspectiva pragmática e introducir una serie de medidas favorables al medio ambiente. El escenario de la gira, por ejemplo, está hecho de acero reciclado. Se ideó por primera vez para un tour, un sistema de energía fabricado con 40 baterías de automóviles eléctricos BMW reutilizadas y reciclables. Se utilizan pisos cinéticos y bicicletas estacionarias para almacenar energía. De esta manera, los asistentes ayudan a generar la energía para el concierto mientras bailan o pedalean.

(Le puede interesar: Coldplay: una noche llena de estrellas en Bogotá)

La estrategia demostró su valor también en Bogotá, donde antes del concierto hubo una competición al ritmo de música entre grupos de espectadores para ver quién puede generar más energía. En el solo concierto del sábado, los asistentes generaron alrededor de 11 kWh, suficiente para alimentar todo el espectáculo (luces, sonidos e instrumentos) para el próximo concierto (el de Bogotá fue alimentado con las baterías recargadas por los asistentes al concierto de Perú). Mientras tanto, las bicicletas generaron un promedio de 200 vatios de potencia, capturados en baterías que hacen funcionar elementos del espectáculo. Además, se utilizaron paneles solares, confeti biodegradable, pulseras LED reutilizables y todo el merchandising ofrecido también fue sostenible.

En el concierto del sábado en Bogotá, los asistentes generaron alrededor de 11 kWh, suficiente para alimentar todo el espectáculo (luces, sonidos e instrumentos) para el próximo concierto

Para el traslado de una capital a la otra del tour mundial, Coldplay hizo una alianza con la compañía finlandesa Neste, que es una productora líder de diésel renovable y combustible de aviación sostenible que está fabricado solo a partir de aceite de cocina usado y desechos de grasa animal. Además, como parte de los esfuerzos para recuperar cualquier carbono que se emita inevitablemente a la atmósfera como resultado de la gira, un árbol será plantado por cada espectador que asista a los conciertos, con esquemas de plantación ya establecidos desde California y Haití, hasta Rumania y Brasil. “No pretendemos ser perfectos y somos conscientes que este es un trabajo en progreso. No pretendemos haberlo hecho todo bien todavía. Pero en términos del concierto en sí, todo el espectáculo funciona con energía renovable, lo cual es increíble,” dice Coldplay.

La experiencia de Bogotá

En Colombia, la promotora Ocesa se ha vuelto la aliada de Coldplay para la promoción de la sostenibilidad. Apalancando la experiencia hecha previamente en México, esta alianza permitió fortalecer un ecosistema para la sostenibilidad que cuenta con organizaciones cómo Muta, NOMO Waste, el Banco de Alimentos, Cáscara, Nueva Vida para Mujeres y la Pastoral de la calle.

Todo el papel utilizado en producción por Ocesa fue de hojas compostables de caña. Los materiales utilizados por los concesionarios también fueron eco-amigables. Con la ayuda de un equipo de 80 guardianes ambientales se logró gestionar y recuperar cerca de 5 toneladas de residuos aprovechables. Muta y NOMO Waste proporcionaron botellas de agua reutilizables para uso del personal del concierto. Pronto se realizará con NOMO Waste una jornada de donación de abono para los espacios verdes en las inmediaciones del estadio, producto del compostaje realizado con el material orgánico y los empaques compostables presentes en el concierto. “Este concierto marca un precedente. Fue constatar que, si nos unimos, podemos mitigar la crisis climática. Por primera vez varias organizaciones de Bogotá se conocieron y se aliaron alrededor de este propósito. Seguramente saldrán cosas nuevas a partir de esta experiencia”, me dice Juanita Landínez, relacionista pública de Muta y creadora de contenido ambiental.

Un cambio de mentalidad

Pero más allá de los importantes resultados, quizás el hecho más contundente es cómo Coldplay en sus conciertos, y con la app del tour, logra involucrar a sus fans y a comprometerlos con la sostenibilidad, a través de una experiencia que sensibiliza y cambia la conciencia. Quizás sea esto el legado más importante de este tour verde del grupo británico. “El público cada vez premia más a los artistas que demuestran coherencia y seriedad con los temas ambientales”, confirma Abigail Rivera. El reto ahora, me confiesa Juanita Landínez, es que el concierto de Coldplay no sea simplemente un episodio, sino el primer paso para que la sostenibilidad se vuelva un estándar generalizado. A ritmo de música es más fácil.

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Por Especial para El Espectador

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