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El mundo está a pocas semanas de comenzar la cumbre del clima en Glasgow. A la cita sobre cambio climático más importante del año los países llegan con varias alarmas. La antesala es el desarrollo de una pandemia global y la advertencia de la comunidad científica de que incluso fenómenos sanitarios como este se repetirán hacia el futuro si la humanidad no cambia su relación con el planeta. En ese marco, Colombia acaba de anunciar la puesta en marcha de la Política Pública para la consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del país. (Lea: La deforestación se disparó en Colombia)
Así lo dijo el presidente de la República, Iván Duque, al final de la III Cumbre Presidencial del Pacto de Leticia llevada a cabo este viernes 8 de octubre. “Con esta política pública no solamente se formaliza y se fortalece la capacidad de cooperación entre todas las agencias del Estado, sino que también queremos que la protección del territorio sea responsabilidad de todo el Sistema Nacional Ambiental, invitando también al sector privado y a todos los niveles de la administración central’', aseguró.
Mediante dicha sinergia, el Estado colombiano pretende “reducir el riesgo de pérdida de naturaleza, garantizando la protección de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos”. Además de las entidades colombianas, en esta política tuvieron también un papel el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sigla en inglés); el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Duque, además, hizo un par de anuncios más. El primero tiene que ver con una estrategia que el Gobierno Nacional llamó Herencia Colombia (HeCo). Estará liderada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Parques Nacionales Naturales y asegurará la conservación de de 20 millones de hectáreas, que representan el 10 % del territorio colombiano. El segundo implicó al BID y al Amazonas.
“Hoy tengo el gusto de reportar que esta misma semana logramos la aprobación por parte del director del Fondo Verde para el Clima de 279 millones de dólares para el establecimiento de un fondo de bioeconomía para el Amazonas. Vamos a movilizar más de 400 millones de capital privado a través de bonos, líneas de créditos e inversión para este tipo de programas en territorios amazónicos. Esta es la mayor contribución del Fondo para actividades de desarrollo sostenible en Amazonas”, afirmó Mauricio Claver-Carone, presidente del BID
La III Cumbre del Pacto de Leticia (un mecanismo que buscar fortalecer la protección del Amazonas) contó con la participación de los mandatarios de Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam, además de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo y representantes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Justamente el Amazonas es la región que más ha padecido el flagelo de la deforestación. En esa región se concentró la tala ilegal en 2020. Mientras 2019 se talaron 98.256 ha, el año pasado esa cifra fue de 109.302 ha.
De hecho, pese a los esfuerzos anunciados por el Gobierno, en 2020 la deforestación creció en el país. El año pasado se deforestó un total de 171.685 hectáreas (ha) de bosque, una cifra 8% superior a la de 2019, cuando el país perdió 158.894. En 2018, se habían talado 197.159 ha.
Hay 5 departamentos donde se concentró el 70% de ese fenómeno: Caquetá, Guaviare, Putumayo, Antioquia y Meta.