Colombia es el país de Latinoamérica que más acumula basura en las playas
Con la ayuda de 700 voluntarios, un equipo de científicos analizó 12 mil km de playas en América Latina. Hallaron en que Colombia y Costa Rica están las más contaminadas. ¿Cómo enfrentar este gran problema?
Cerca de 700 voluntarios en México, Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, y Chile, visitaron 130 playas, que cubrieron 12.000 km de línea de la costa este del océano Pacífico. El objetivo era estudiar una problemática que representa uno de los mayores desafíos para estos países: la contaminación por la basura marina.
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Cerca de 700 voluntarios en México, Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, y Chile, visitaron 130 playas, que cubrieron 12.000 km de línea de la costa este del océano Pacífico. El objetivo era estudiar una problemática que representa uno de los mayores desafíos para estos países: la contaminación por la basura marina.
Cada día, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que el equivalente a más de 2.000 camiones de basura llenos de plástico se vierte en los océanos, ríos y lagos. Enfrentar esta crisis requiere generar conocimiento para saber cuánta basura marina se acumula, de qué tipo y dónde se origina. (Lea: Las fuertes lluvias al norte del país, en medio de probabilidad de ciclón)
En ese sentido, Científicos de la Basura, una organización que nació en 2008 en Chile y se extendió a más países de Latinoamérica en 2018, y que se encarga de investigar este problema en las playas, realizó un estudio en los países de la región con costa en el océano Pacífico. El objetivo era responder cuatro preguntas: ¿qué países tenían las playas más contaminadas? ¿Cuál era el tipo de basura más abundante en las playas? ¿En qué parte se acumulaba la mayor cantidad? Y, ¿cuáles eran las fuentes más probables de ese tipo de contaminación?
El muestreo se hizo en el segundo semestre de 2021, cuando el mundo aún estaba saliendo de la pandemia del covid-19. Científicos de la Basura hizo un llamado a través de las redes sociales para convocar a los voluntarios y alianzas con diferentes organizaciones en cada uno de los países. En el camino encontró la Fundación Valve, conformada por estudiantes de ciencias de diferentes países, que participaron de lo que denominaron el I Muestreo Internacional de Macrobasura.
De manera virtual capacitaron a 230 personas, para explicarles como recolectar los datos. Finalmente, estas personas se acercaban a las playas con los voluntarios. “Teníamos que estandarizar nuestros datos para poder comparar entre diferentes lugares. Entonces, con unas cuerdas marcábamos un metro cuadrado para poder contar, sacar y clasificar la basura que había en cada área”, explica Diamela De Veer, doctora en Biología y Ecología Aplicada y autora principal del estudio, que fue publicado recientemente en la revista Internacional Marine Pollution Bulletin.
Playas llenas de basura
De las 130 playas donde se realizó el muestreo, solo una no tenía basura. Al recolectar la información, los investigadores notaron que Colombia y Costa Rica son los países que acumulan más residuos sólidos. Según el estudio, en ambos, se encuentra, en promedio, dos tipos de basura por cada metro cuadrado. “Podrían ser dos botellas o una botella y una colilla. Algunas playas tienen más, otras menos, pero ese es el promedio”, agrega De Veer. Panamá, por su lado, es el país que menos acumula basura en sus playas.
Para el estudio, los investigadores identificaron varios ítems: plástico, colillas de cigarrillo, latas, papel, vidrio, madera procesada, tapabocas y otros (ropa, basura orgánica…). Encontraron que en los once países donde se hizo el muestreo, el plástico es la basura que más abunda, con un 63 %, seguido de las colillas (10 %). (Lea: Lo que debe saber sobre el tratado que busca eliminar la contaminación plástica)
“En el caso de Centroamérica, pudimos ver que los ríos también juegan un rol importante llevando basura a las playas, sobre todo plásticos, porque estos flotan. Estos afluentes van acumulando lo que le llega de las cuencas hidrográficas donde hay mucha población y finalmente se desplazan hasta el mar. Allí el oleaje lo distribuye en las playas cercanas a la desembocadura del río. Esto ocurre especialmente allí, porque los ríos son muy cortos y además son muy caudalosos”, explica la autora.
Los lugares dentro de las playas donde más se acumulan los residuos son las zonas altas, es decir, lejos del agua, pero cerca de las carreteras o los paseos marítimos. Toda esta información permite determinar algo que era clave para los investigadores: el origen de la basura marina.
“La basura se está generando localmente, es decir, en el entorno de la playa. Llega hasta allí por los mismos turistas o por quienes viven allí”, sostiene De Veer. Esto se puede concluir porque muchos de los plásticos, por ejemplo, corresponden a botellas, tapas, vasos donde normalmente sirven productos como ceviches, que a su vez, corresponden a plásticos de un solo uso. “Al final son un tipo de residuo que apunta a las mismas actividades socioeconómicas que se hacen en el entorno de la playa”, agrega.
A esto se suma que otros tipos de basuras que se encontraron, como papel que correspondió al 4,4 %, metales (3.9 %) o vidrios (2.7 %), tienen un origen local, porque a diferencia del plástico no flotan tan fácil como para transportarse de un lugar a otro. (Lea: Por primera vez calculan el consumo de combustibles fósiles de nuestra comida)
Una base para tomar decisiones
Si bien este tipo de estudio ya se había realizado en las playas de Chile y Ecuador, esto representa, según los autores, los primeros datos para varios de los países como Guatemala, El Salvador o Panamá. Los resultados se presentan en un momento clave, pues los países que conforman Naciones Unidas se encuentran realizando un tratado internacional que impulse la eliminación de la contaminación plástica.
La resolución, en la que participan más de 170 países, debe abordar la contaminación en todo el ciclo de vida de los plásticos y no solo la gestión de residuos sólidos, lo que lo hace diferente de otros acuerdos. Se espera que para 2024 ya haya texto negociado, con una posible adopción para 2025.
“Prevenir el problema en estos países requiere reconocer la conexión entre las zonas pobladas, los ríos y la costa, proponiendo estrategias de gestión que integren todos estos elementos”, apuntan los autores en el estudio de Científicos de la Basura.
Otro punto importante que mencionan los investigadores es que las prohibiciones y medidas legislativas efectivas deben ir acompañadas de educación para aumentar el conocimiento y la conciencia sobre los impactos de la basura marina. “Algunos países ya han tomado medidas para regular los plásticos de un solo uso. Además, este año en México, y el año pasado en Chile, se prohibió fumar en las playas, los ríos y en los lagos”, sostiene la bióloga.
Pero, además de la regulación y la educación, mencionan la importancia del monitoreo. El doctor de la Universidad Católica del Norte, y director del programa Científicos de la Basura, Nelson Vásquez, dice que hay que seguir realizando estudios con la participación de ciudadanos, “no solo por la cobertura geográfica o por la diversidad de personas que participan, sino también porque la gente puede observar y conocer de primera mano lo qué está ocurriendo sin que nadie se lo diga”.
Agrega que “para intentar buscar soluciones al problema, qué mejor que considerar las ideas que surgen desde las mismas personas que habitan en las diferentes localidades”.