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La organización IQAir, especializada en tecnología de calidad del aire, reveló en los últimos días el informe sobre la calidad del aire que respiró el mundo en 2021. La cobertura de este documento abarcó 117 países en todos los continentes y 6.475 ubicaciones a partir de datos originados en miles de estaciones de monitoreo de la calidad del aire regulatorias y de bajo costo, operadas todas por gobiernos, organizaciones sin fines de lucro, instituciones de investigación, instalaciones educativas, empresas y científicos ciudadanos de todo el mundo.
El informe revela el estado de la calidad del aire a partir de la concentración de PM2.5, diminutas partículas finas que miden 2,5 micras o menos de un diámetro y uno de los contaminantes más dañinos para el ser humano. Justamente, en 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó sus pautas de calidad del aire, 15 años después de la última revisión. En la nueva norma redujo la cantidad recomendada de concentración anual de PM2.5 a la mitad, de 10 µg/m3 a 5 µg/m3. Según los nuevos datos de IQAir, solo tres países de los 117 analizados cumple con la nueva normativa, ninguno de ellos ubicado en el continente americano.
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América Latina, una de las regiones más urbanizadas del mundo (más del 80% de la población vive en las ciudades), presentó avances en la reducción de concentración de PM2.5 a nivel de país en naciones como Argentina, Brasil, Colombia y Costa Rica. Aún así, de las 174 ciudades regionales que aportaron datos al informe, solo 12 ciudades, que representan el 2% de la población regional, cumplieron con las pautas de calidad del aire de la OMS de 2021. El país con el aire más contaminado de la región fue Perú, con una concentración anual de 25.9 μg/m³.
Colombia fue, según el documento, el sexto país con el aire más contaminado de Latinoamérica. En el país se presentó una concentración de 14.1 μg/m³, casi tres veces la recomendación de la OMS. Algo positivo que resalta el informe es que las estaciones de monitoreo de aire en Colombia aumentaron 38 % respecto a 2020. “Organizaciones e individuos locales ahora operan el 55% de las estaciones de monitoreo de la región, lo que destaca la efectividad de los esfuerzos comunitarios de los científicos ciudadanos para tomar la iniciativa de expandir las redes de calidad del aire”.
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A pesar de los avances aún queda mucho por lograr. Si bien Colombia redujo 10 % las concentraciones de PM2.5 de 2020 a 2021, los investigadores creen que esto se debió a las restricciones de movilidad relacionadas con la cuarentena y a las actualizaciones de la flota de transporte público a autobuses eléctricos, híbridos y bajos en carbono.
“Las fuentes móviles de contaminación del aire, principalmente el transporte por carretera y los vehículos privados, contribuyen desproporcionadamente a la contaminación del aire en Colombia. Además de las fuentes comunes de contaminación del aire, Colombia también enfrenta el desafío de la mayoría de su población que vive en la Cordillera de los Andes, que está sujeta a fuertes congestiones, calles cerradas y caminos montañosos que pueden afectar la calidad del aire y contribuir a la contaminación, algunos de los niveles más altos de contaminación del aire en América Latina”, señala el informe.
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Medellín, la segunda ciudad colombiana, es la más contaminada, con una concentración de 15.6 μg/m³. A la capital de la montaña le sigue Bogotá, con 13.7 μg/m³, que con ese nivel de contaminación es la sexta capital latinoamericana con peor aire, superada por Lima (31.5), Santiago de Chile (25.8), Ciudad de México (21.7), Ciudad de Guatemala (19.5) y Montevideo (14.2). En Colombia solo un municipio de los estudiados va en camino de cumplir con la norma de la OMS. Se trata de Guarne, en Antioquia, que registró 9.4 μg/m³.