Colombia perdería cada año $4.3 billones por los efectos del cambio climático
En la cumbre de cambio climático de Egipto, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dio un dato revelador: debido a los daños que genera este fenómeno en el país, Colombia perdería esa cantidad de dinero. ¿Qué implica? ¿Qué sectores están saliendo afectados?
Las inundaciones, huracanes, deslizamientos, sequías e incendios forestales estarían generando pérdidas en el país, cercanas a los $4.3 billones cada año. Así lo dio a conocer la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que se desarrolla en Egipto. (Lea Las expectativas que genera la reunión más importante sobre cambio climático)
Se estima que solo las inundaciones en Colombia generan una pérdida anual de $285.777 millones, y afectan los sectores de salud, industria, comercio, transporte, energía, educación, agua y saneamiento, entre otros,
Por su parte, las afectaciones generadas por los huracanes proyectan pérdidas de $5.729 millones, según el informe del cálculo de daños y pérdidas generadas por el cambio climático que lideró el Ministerio de Ambiente y su estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia (E2050). Aún no se conoce el informe completo, ni la metodología con el que fue construido. Los datos fueron entregados por el Ministerio a través de un boletín.
(Lea también: Deudas a hospitales y clínicas incrementaron $1.1 billones en el último semestre)
Sobre las sequías, el estudio determinó que las pérdidas económicas se aproximan a los $22.889 millones, y afectan especialmente al sector agrícola, con productos como el maíz y el arroz; mientras que las pérdidas por los deslizamientos en vías principales ascienden a los $67.469 y por incendios forestales a $3.953 billones.
Ante este panorama, la Ministra Muhamad, puso sobre la mesa la propuesta de Colombia de cambiar deuda externa por acción climática. “Colombia propone que para el tema de financiamiento se haga un estimativo de cuál es la deuda mundial de los países en desarrollo, los bancos multilaterales más el sistema de Naciones Unidas, para que se comprometan a realizar una reducción en el porcentaje de la deuda inmediatamente en el año 2023. Con esto, se busca abrir el espacio fiscal para implementar acción climática”.
(Lea: Las expectativas que genera la reunión más importante sobre cambio climático)
Justamente uno de los temas a donde apuntan las miradas de la COP27 tiene que ver con la manera como se busca compensar a los países en desarrollo por los daños que sufren debido al cambio climático. Una de las ideas que se han barajado es que esas naciones más ricas paguen fondos de “pérdidas y daños” que compensen los graves efectos que sufren los países menos desarrollados.
“Este es un tema asociado con la justicia climática: los países más vulnerables son los que más enfrentan efectos del cambio climático. Entonces, necesitamos definir con urgencia dos cosas claves frente a esto: lo primero es definir muy bien la gobernanza e institucionalidad. ¿Quiénes van a participar y quiénes van a tomar decisiones? La segunda es el financiamiento. ¿Cómo vamos a financiar las pérdidas y los daños? ¿Cuáles van a hacer los criterios para hacerlo?”, dice Camila Rodríguez, líder de Soluciones Basadas en la Naturaleza para la Mitigación en The Nature Conservancy (TNC) Colombia.
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Otra de las propuestas que comentó la ministra, consiste en que los próximos dos años se consolide una restructuración del sistema financiero internacional para que se pueda responder de manera efectiva a la crisis climática y para el año 2023 se adecúe el fondo de adaptación climática para que se convierta en el fondo de adaptación de pérdidas y daños.
Las inundaciones, huracanes, deslizamientos, sequías e incendios forestales estarían generando pérdidas en el país, cercanas a los $4.3 billones cada año. Así lo dio a conocer la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que se desarrolla en Egipto. (Lea Las expectativas que genera la reunión más importante sobre cambio climático)
Se estima que solo las inundaciones en Colombia generan una pérdida anual de $285.777 millones, y afectan los sectores de salud, industria, comercio, transporte, energía, educación, agua y saneamiento, entre otros,
Por su parte, las afectaciones generadas por los huracanes proyectan pérdidas de $5.729 millones, según el informe del cálculo de daños y pérdidas generadas por el cambio climático que lideró el Ministerio de Ambiente y su estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia (E2050). Aún no se conoce el informe completo, ni la metodología con el que fue construido. Los datos fueron entregados por el Ministerio a través de un boletín.
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Sobre las sequías, el estudio determinó que las pérdidas económicas se aproximan a los $22.889 millones, y afectan especialmente al sector agrícola, con productos como el maíz y el arroz; mientras que las pérdidas por los deslizamientos en vías principales ascienden a los $67.469 y por incendios forestales a $3.953 billones.
Ante este panorama, la Ministra Muhamad, puso sobre la mesa la propuesta de Colombia de cambiar deuda externa por acción climática. “Colombia propone que para el tema de financiamiento se haga un estimativo de cuál es la deuda mundial de los países en desarrollo, los bancos multilaterales más el sistema de Naciones Unidas, para que se comprometan a realizar una reducción en el porcentaje de la deuda inmediatamente en el año 2023. Con esto, se busca abrir el espacio fiscal para implementar acción climática”.
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Justamente uno de los temas a donde apuntan las miradas de la COP27 tiene que ver con la manera como se busca compensar a los países en desarrollo por los daños que sufren debido al cambio climático. Una de las ideas que se han barajado es que esas naciones más ricas paguen fondos de “pérdidas y daños” que compensen los graves efectos que sufren los países menos desarrollados.
“Este es un tema asociado con la justicia climática: los países más vulnerables son los que más enfrentan efectos del cambio climático. Entonces, necesitamos definir con urgencia dos cosas claves frente a esto: lo primero es definir muy bien la gobernanza e institucionalidad. ¿Quiénes van a participar y quiénes van a tomar decisiones? La segunda es el financiamiento. ¿Cómo vamos a financiar las pérdidas y los daños? ¿Cuáles van a hacer los criterios para hacerlo?”, dice Camila Rodríguez, líder de Soluciones Basadas en la Naturaleza para la Mitigación en The Nature Conservancy (TNC) Colombia.
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Otra de las propuestas que comentó la ministra, consiste en que los próximos dos años se consolide una restructuración del sistema financiero internacional para que se pueda responder de manera efectiva a la crisis climática y para el año 2023 se adecúe el fondo de adaptación climática para que se convierta en el fondo de adaptación de pérdidas y daños.