Colombia podría aprovechar mejor su energía hidroeléctrica
Tras analizar el desarrollo de generación eléctrica en 126 países entre 2000 y 2016, se observó una eficiencia entre el 60 y 79,9 % para Colombia, que podría ser mayor, como ocurre en Paraguay, donde casi toda la energía utilizada proviene de la hidroelectricidad.
El auge del gas natural (fuente fósil) ha llevado el aprovechamiento de la hidroelectricidad en el país hacia un estado de estabilización en el que no se genera el potencial de electricidad que se tiene, lo que hizo que la eficiencia no creciera en el tiempo estudiado.
Los países que generen mayor cantidad de energía por medio de esta fuente –como Paraguay– deberían evaluar y seguir sus prácticas de producción.
A estas conclusiones llegó un estudio que midió la eficiencia relativa de la generación eléctrica, adelantado por el ingeniero mecánico Michael Stivens Cifuentes Yate, magíster en Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá.
Para la medición se tomaron fuentes renovables y no renovables de energía, y además las toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente evitado.
“Se buscaba conocer cuáles eran los países más eficientes en generación eléctrica, sus principales fuentes de producción, y enfocar el análisis hacia la eficiencia comparando a Colombia con los otros países”, señala el ingeniero Cifuentes.
En estudios anteriores se encontró que por lo general a Colombia se la compara con países latinoamericanos como México, Venezuela y Ecuador, pero no hay investigaciones que lo compararen con países de Europa, Asia, África y Oceanía.
No compararse con otros países del mundo podría incluso hacer que Colombia refleje más eficiencia de la que realmente tiene, ya que la generación de electricidad en este continente puede ser menor que en Europa o en países como Canadá o Estados Unidos. Este estudio, dirigido por la profesora Gloria Isabel Rodríguez Lozano, de la UNAL Sede Bogotá, trató de ser más global.
“Esto pesa porque los inversionistas, los bancos y las agencias de energía alrededor del mundo están vigilando a qué país se le puede prestar dinero para llevar a cabo sus proyectos y cuál será rentable para que los préstamos puedan ser amortizados”, subraya el ingeniero Cifuentes.
Cálculos matemáticos
Para estos análisis se utilizó un método matemático y una revisión bibliográfica sobre la manera como otros autores manejan estos estudios. Se utilizaron las bases de datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) y la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena).
De la IEA se obtuvieron datos de la producción de energía de cada país a partir de todas las fuentes de energía; de la base de datos de la EIA se consultaron las capacidades de generación; y la Irena proporcionó los datos de CO2 equivalente evitado.
“Estas entidades tienen una calculadora con un registro –de 2000 a 2016– de los países que han acogido las energías renovables, y la Irena han calculado cuánto CO2 se está ahorrando determinado país en producir al cambiar ciertas energías fósiles por renovables”, explica el ingeniero Cifuentes.
Luego se hizo un primer estudio que combina energías renovables y no renovables (generación total de electricidad), y un segundo solo de energías renovables utilizando el programa deaR, especializado en análisis envolvente de datos, que es del software estadístico R para calcular las eficiencias entre países.
Después se determinaron los resultados de rendimientos variables a escala (VRS), modelo para calcular la eficiencia de los países, y por último se hizo un análisis manual por año entre los países eficientes y las fuentes de producción.
Dentro de la media
A nivel general, se halló que la mayoría de los países se ubican entre el 60 y 79,9 % de eficiencia, incluyendo a Colombia en ambas evaluaciones (renovables, no renovables y solo renovables). El 80 % de los países utilizó fuentes fósiles en el primer modelo y fue eficiente, pero en el segundo modelo la mayoría de los que fueron eficientes utilizaron la hidroelectricidad como fuente renovable.
Colombia tuvo un mejor rendimiento en generación total de electricidad (fuentes renovables y no renovables) que en la de solo fuentes renovables, debido a que en el primer modelo la producción de gas natural hacia 2016 fue mayor que en 2000.
Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Islandia y Paraguay se mostraron eficientes en ambas evaluaciones, pero solo Canadá y Paraguay mantuvieron esa eficiencia a lo largo de todo el periodo de estudio.
El auge del gas natural (fuente fósil) ha llevado el aprovechamiento de la hidroelectricidad en el país hacia un estado de estabilización en el que no se genera el potencial de electricidad que se tiene, lo que hizo que la eficiencia no creciera en el tiempo estudiado.
Los países que generen mayor cantidad de energía por medio de esta fuente –como Paraguay– deberían evaluar y seguir sus prácticas de producción.
A estas conclusiones llegó un estudio que midió la eficiencia relativa de la generación eléctrica, adelantado por el ingeniero mecánico Michael Stivens Cifuentes Yate, magíster en Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá.
Para la medición se tomaron fuentes renovables y no renovables de energía, y además las toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente evitado.
“Se buscaba conocer cuáles eran los países más eficientes en generación eléctrica, sus principales fuentes de producción, y enfocar el análisis hacia la eficiencia comparando a Colombia con los otros países”, señala el ingeniero Cifuentes.
En estudios anteriores se encontró que por lo general a Colombia se la compara con países latinoamericanos como México, Venezuela y Ecuador, pero no hay investigaciones que lo compararen con países de Europa, Asia, África y Oceanía.
No compararse con otros países del mundo podría incluso hacer que Colombia refleje más eficiencia de la que realmente tiene, ya que la generación de electricidad en este continente puede ser menor que en Europa o en países como Canadá o Estados Unidos. Este estudio, dirigido por la profesora Gloria Isabel Rodríguez Lozano, de la UNAL Sede Bogotá, trató de ser más global.
“Esto pesa porque los inversionistas, los bancos y las agencias de energía alrededor del mundo están vigilando a qué país se le puede prestar dinero para llevar a cabo sus proyectos y cuál será rentable para que los préstamos puedan ser amortizados”, subraya el ingeniero Cifuentes.
Cálculos matemáticos
Para estos análisis se utilizó un método matemático y una revisión bibliográfica sobre la manera como otros autores manejan estos estudios. Se utilizaron las bases de datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) y la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena).
De la IEA se obtuvieron datos de la producción de energía de cada país a partir de todas las fuentes de energía; de la base de datos de la EIA se consultaron las capacidades de generación; y la Irena proporcionó los datos de CO2 equivalente evitado.
“Estas entidades tienen una calculadora con un registro –de 2000 a 2016– de los países que han acogido las energías renovables, y la Irena han calculado cuánto CO2 se está ahorrando determinado país en producir al cambiar ciertas energías fósiles por renovables”, explica el ingeniero Cifuentes.
Luego se hizo un primer estudio que combina energías renovables y no renovables (generación total de electricidad), y un segundo solo de energías renovables utilizando el programa deaR, especializado en análisis envolvente de datos, que es del software estadístico R para calcular las eficiencias entre países.
Después se determinaron los resultados de rendimientos variables a escala (VRS), modelo para calcular la eficiencia de los países, y por último se hizo un análisis manual por año entre los países eficientes y las fuentes de producción.
Dentro de la media
A nivel general, se halló que la mayoría de los países se ubican entre el 60 y 79,9 % de eficiencia, incluyendo a Colombia en ambas evaluaciones (renovables, no renovables y solo renovables). El 80 % de los países utilizó fuentes fósiles en el primer modelo y fue eficiente, pero en el segundo modelo la mayoría de los que fueron eficientes utilizaron la hidroelectricidad como fuente renovable.
Colombia tuvo un mejor rendimiento en generación total de electricidad (fuentes renovables y no renovables) que en la de solo fuentes renovables, debido a que en el primer modelo la producción de gas natural hacia 2016 fue mayor que en 2000.
Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Islandia y Paraguay se mostraron eficientes en ambas evaluaciones, pero solo Canadá y Paraguay mantuvieron esa eficiencia a lo largo de todo el periodo de estudio.