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La Organización IQAir, especializada en tecnología de la calidad del aire, en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Greenpeace y el Programa para los Asentamientos Humanos (ONU - Hábitat), participaron de un informe sobre calidad de aire en el mundo que estudió 7.321 ubicaciones en 131 países, territorios y regiones.
En cuanto a los resultados a partir de la medición PM2.5 o Materia Particulada (siglas en inglés), Colombia se encuentra en la posición 63 de los países analizados y es el quinto en Latinoamérica con peor calidad de aire.
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El promedio PM2.5 en Colombia aumentó de 14,1 μg/m3 en 2021 a 15,5 ug/m3 en 2022, un incremento que, explian desde Greenpeace, pudo verse en parte a los incendios forestales en la Amazonía colombiana vividos el año pasado. “Sin duda, hay que ser muy precisos en decir que las regulaciones nacionales deben acoplarse cada vez más a las de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para cumplir con lo establecido, asegurar la salud de las personas y evitar más muertes”, puntualizó Tatiana Céspedes, directora de Campañas de Greenpeace Colombia.
Entre los retos que tiene el país, se encuentra la de diseñar y aplicar políticas de reducción de emisiones y reducir el uso de fuentes contaminantes, entre ellas el transporte y la industria. “Colombia debe comprometerse a mejorar la calidad del aire. Combinadas, las estrategias diseñadas para enfocarse en los mayores emisores de partículas finas (PM2.5), incluida la reducción del uso de vehículos privados, los controles para las fuentes industriales, las flotas de vehículos de baja y cero emisiones y los sistemas de limpieza vial ayudarán a lograr una buena calidad del aire a corto plazo y a largo plazo”, aseguró Céspedes.
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A la mala calidad del aire se le atribuyen más de 6 millones de muertes a nivel global y más de 90 mil millones de días vividos con enfermedad, lo cual implica un costo económico de más de USD$8 billones, es decir, casi el 6,1 % del PIB mundial anual.