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Hace dos años, la NASA reveló un dato preocupante: con una temperatura 1,1 °C por encima de la reportada en la era preindustrial, el 2016 se convirtió en el año más caluroso que se ha registrado desde 1880. Es más, fue 0,07 °C más caliente que el 2015, cuando los científicos ya habían prendido las alarmas por las altas temperaturas que se estaban sintiendo alrededor del mundo.
El año que acaba de pasar, el 2018, siguió con la misma tendencia. Aunque no le quitó el récord al 2016 como el más caluroso jamás registrado, sí se convirtió en el cuarto más cálido. En el 2018 la temperatura promedio global del aire en la superficie fue de 14,7 °C, solo 0,2 °C más baja que en 2016, según informó el Servicio de Cambio Climático de Copérnico de la Unión Europea.
El 2018 fue 0,4 °C más caliente que el promedio entre 1981 y el 2010, lo que implica que la temperatura promedio de los últimos cinco años ha sido 1,1 °C mayor que en la era industrial.
A estas malas noticias se suma que las emisiones de gases de efecto invernadero no van en vía contraría, sino que siguen aumentando. El Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico, que hace parte del mismo proyecto, publicó casi de manera paralela que, en solo un año, las emisiones de CO2 aumentaron 2,5 +/- 0,8 ppm/año.
Una cifra significativa si se tiene en cuenta que la tasa de crecimiento para 2017 fue de 2,1 +/- 0,5 ppm/año, aunque menor que los 3,0 +/- 0,4 ppm/año que se registraron en 2015.
“2015 fue un año con un fuerte evento climático de El Niño, lo que hizo que la absorción de CO2 fuera más débil que lo normal. A esto se sumaron grandes emisiones de CO2 por incendios forestales”, indica el Servicio de Cambio Climático.
Al respecto cabe recordar que, en Colombia, el Ideam informó que en 2019 el fenómeno de El Niño ya empezó a madurar, por lo que 741 municipios se encuentran en alerta por incendios, especialmente en la región Andina. Solo en lo que va de este año, a nivel nacional ya se han registrado 62 incendios forestales. El que más llamó la atención fue el del Parque Natural Los Nevados, en Tolima, ya que consumió al menos 20 hectáreas, incluyendo frailejones.
Además, con base en el último Estudio Nacional del Agua, publicado a finales del año pasado, serían cerca de 391 los municipios que podrían enfrentar desabastecimiento de agua en los meses de enero y febrero.
El fenómeno de El Niño, así como el de La Niña, es solo uno de los 15 factores de la variabilidad climática, pero tiene la particularidad de depender del comportamiento de la atmósfera y los océanos. En Colombia, que se declare o no el fenómeno depende de la temperatura del mar de Tumaco.
La temperatura del mar en Tumaco es de 23 ºC en promedio. Si esta variable se ubica sobre un rango de -0,5 o 0,5 ya hay una especie de alerta de que, en el primer caso, llegue La Niña o, en el segundo, El Niño. Sin embargo, para que se declare el fenómeno, el aumento o decrecimiento de la temperatura debe estar por arriba o por debajo de este rango durante cinco meses seguidos.
Es por esto que los expertos hablan de que el fenómeno de El Niño tiene ciertas fases: evolución, desarrollo, maduración, debilitamiento y finalización. Según le explicó Yolanda González, directora del Ideam, a El Nuevo Siglo, en este momento Colombia se encontraría en etapa de maduración.