Con lo prometido en la COP26, la temperatura del planeta aumentará 2,4°C
Aunque la idea es limitar el aumento de la temperatura a 1.5°C para finales de siglo, todo parece indicar que no se cumplirá esa meta. Así lo reveló un análisis de Action Climate Tracker en la Conferencia de Cambio Climático.
María Mónica Monsalve
Aunque son muchos los temas que se negocian durante la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26), todas giran alrededor del mismo objetivo: mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C para finales de siglo. Justo días antes de que empezara la COP, el Programa de las Naciones Unidas (UNEP) publicó un informe clave, que se conoce como el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2021, en el que indicaba que si se sumaban todas las promesas de reducir las emisiones que habían hecho los países hasta ese momento, aún estábamos en una ruta de aumento de temperatura de 2.7°C. (Lea “Las cumbres de cambio climático siempre están dominadas por hombre blancos”)
Durante los primeros dos días de la COP26, sin embargo, se dieron varios anuncios que parecían cambiar el panorama. Dos de los más importantes, por lo que podrían implicar en términos de mitigación, fue la promesa del primer ministro de India de que el país tendrá emisiones neta cero para 2070 y la meta que se pusieron más de 100 países, incluido Colombia y grandes emisores como Brasil y Estados Unido, de reducir sus emisiones de metano para 2030. (Lea De Wall Street a la Ciénaga Grande: estrategias de los pescadores para sobrevivir)
“Grandes noticias. Las promesas de la #COP26 significan que Glasgow nos llevará más cerca a cumplir la meta del Acuerdo de París. Un nuevo análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA), muestra que el logro total de todas las promesas netas cero que se han hecho hasta la fecha y la promesa global de metano por parte de quienes la firmaron limitaría el calentamiento global a 1.8°C”, trinó el jueves pasado el director de la IEA, Faith Birol. La noticia, aunque desalentadora porque significaba que no estábamos en la ventana del 1.5°C, era la cifra más cercana a la meta buscada.
Sin embargo, una semana después, las noticias no son tan alentadoras. La organización Climate Action Tracker (CAT), reconocida por monitorear y modelar los escenarios a los que nos llevarán los compromisos climáticos de las naciones, encontró que, incluso con las nuevas promesas de ser carbono neutro de más de 140 países, el incremento puede ser de 2.4°C.
Pero no es la única cifra que pone en tela de juicio la ambición de la que se habla en la COP26, ACT también encontró que más allá de las promesas de los países, las políticas que están implementando contra el cambio climático están en la vía de un aumento de temperatura de 2.7°C para finales de siglo.
Vale recordar que el año pasado se cumplieron cinco años desde que se firmo el Acuerdo de París, lo que significaba que los países tenían que incrementar su ambición sobre el porcentaje de gases de efecto invernadero que iban a reducir para el 2030. Por ejemplo, en el 2015 Colombia se comprometió a reducir el 20% de sus gases de efecto invernadero y, el año pasado, incrementó esta ambición a 51% para 2030. Pero al parecer tanto Colombia como el resto de los países se quedaron cortos: “Se ha dado un impulso insuficiente por parte de los líderes y los gobiernos para aumentar las metas climáticas en Glasgow”, señala el informe de CAT. “Incluso con todas las nuevas promesas de Glasgow para 2030, para ese año se seguirá emitiendo el doble de lo que necesitamos para un escenario de 1.5°C. Por lo tanto, todos los gobiernos deben reconsiderar sus objetivos”.
Sobre ser carbono cero para 2050, una estrategia que, por ejemplo, Colombia lanzó al principio de la COP26 oficialmente, CAT también dice que el mundo va a paso lento, pues el diseño de las estrategias, en su mayoría, es inadecuado. Solo el 6% de los países analizados, entre los que están Reino Unido, la Unión Europea, Chile y Costa Rica, tienen una estrategia carbono neutro a 2050 aceptable. Un 17% tienen una propuesta promedio, el de 29% es una propuesta pobre y en del 27% (grupo en el que se encuentra Colombia) no tiene información suficiente. “El 73% de las meta carbono neutro a 2050 son inaceptables” es la conclusión del análisis.
¿Qué significa para las negociaciones de la COP26?
Justo después de que CAT publicara el análisis, Tina Stege, enviada especial del clima de las Islas Marshal, convocó a una rueda de prensa para expresar su preocupación ante esta nueva cifra. “Esto significa que debemos incrementar nuestra ambición a 2030. Volver sobre las NDC (los compromisos climáticos que los países presentaron el año pasado y durante la COP26) para alinearlos con una ventana que nos mantenga dentro de 1,5°C”, señaló.
Su propuesta, por ejemplo, es que se los países revisen sus NDC (o compromisos climáticos) en el 2022 y no en el 2025, como lo estableció el Acuerdo de París. “El momento para actuar es esta década”, concluyó. Si se oficializa esta idea – lo que aún no es claro – de alguna manera cambiaría el rumbo o los retos de las negociaciones, ya que implicaría volver a la mesa para hablar sobre los NDC:
¿Qué hacer para mantenerse en la ventana del 1,5°C?
El análisis de CAT también da unas pistas claras sobre lo que debe pasar para volver a abrir la ventana que nos lleve a un escenario de 1.5°C. Por ejemplo, el carbón debe eliminarse gradualmente del sector energético para 2030 en países de la OCDE y globalmente en 2040. Se debe dejar de apuntar a usar el gas natural, ojalá para 2050, y se deben tomar medidas aún más drásticas en cuanto a las emisiones de metano.
“El compromiso de reducir las emisiones de metano en un 30% a 2030 tiene un potencial máximo para reducir las emisiones de 2030 en un 14% y disminuir el calentamiento en -0,12°C para 2100. Sin embargo, gran parte de este potencial ya está incluido en los compromisos climáticos existentes”.
En otras palabras, varios de los países que se sumaron a la firma de este documento, ya tenían esa meta en los compromisos nacionales, por lo que la promesa, a la final, no contribuye tanto a la reducción de las emisiones.
*Enviada especial a Glasgow, Escocia. Esta historia fue producida como parte del 2021 Climate Change Media Partnership, una beca de periodismo organizada por Internews’ Earth Journalism Network y Stanley Center for Peace and Security.
Aunque son muchos los temas que se negocian durante la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26), todas giran alrededor del mismo objetivo: mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C para finales de siglo. Justo días antes de que empezara la COP, el Programa de las Naciones Unidas (UNEP) publicó un informe clave, que se conoce como el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2021, en el que indicaba que si se sumaban todas las promesas de reducir las emisiones que habían hecho los países hasta ese momento, aún estábamos en una ruta de aumento de temperatura de 2.7°C. (Lea “Las cumbres de cambio climático siempre están dominadas por hombre blancos”)
Durante los primeros dos días de la COP26, sin embargo, se dieron varios anuncios que parecían cambiar el panorama. Dos de los más importantes, por lo que podrían implicar en términos de mitigación, fue la promesa del primer ministro de India de que el país tendrá emisiones neta cero para 2070 y la meta que se pusieron más de 100 países, incluido Colombia y grandes emisores como Brasil y Estados Unido, de reducir sus emisiones de metano para 2030. (Lea De Wall Street a la Ciénaga Grande: estrategias de los pescadores para sobrevivir)
“Grandes noticias. Las promesas de la #COP26 significan que Glasgow nos llevará más cerca a cumplir la meta del Acuerdo de París. Un nuevo análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA), muestra que el logro total de todas las promesas netas cero que se han hecho hasta la fecha y la promesa global de metano por parte de quienes la firmaron limitaría el calentamiento global a 1.8°C”, trinó el jueves pasado el director de la IEA, Faith Birol. La noticia, aunque desalentadora porque significaba que no estábamos en la ventana del 1.5°C, era la cifra más cercana a la meta buscada.
Sin embargo, una semana después, las noticias no son tan alentadoras. La organización Climate Action Tracker (CAT), reconocida por monitorear y modelar los escenarios a los que nos llevarán los compromisos climáticos de las naciones, encontró que, incluso con las nuevas promesas de ser carbono neutro de más de 140 países, el incremento puede ser de 2.4°C.
Pero no es la única cifra que pone en tela de juicio la ambición de la que se habla en la COP26, ACT también encontró que más allá de las promesas de los países, las políticas que están implementando contra el cambio climático están en la vía de un aumento de temperatura de 2.7°C para finales de siglo.
Vale recordar que el año pasado se cumplieron cinco años desde que se firmo el Acuerdo de París, lo que significaba que los países tenían que incrementar su ambición sobre el porcentaje de gases de efecto invernadero que iban a reducir para el 2030. Por ejemplo, en el 2015 Colombia se comprometió a reducir el 20% de sus gases de efecto invernadero y, el año pasado, incrementó esta ambición a 51% para 2030. Pero al parecer tanto Colombia como el resto de los países se quedaron cortos: “Se ha dado un impulso insuficiente por parte de los líderes y los gobiernos para aumentar las metas climáticas en Glasgow”, señala el informe de CAT. “Incluso con todas las nuevas promesas de Glasgow para 2030, para ese año se seguirá emitiendo el doble de lo que necesitamos para un escenario de 1.5°C. Por lo tanto, todos los gobiernos deben reconsiderar sus objetivos”.
Sobre ser carbono cero para 2050, una estrategia que, por ejemplo, Colombia lanzó al principio de la COP26 oficialmente, CAT también dice que el mundo va a paso lento, pues el diseño de las estrategias, en su mayoría, es inadecuado. Solo el 6% de los países analizados, entre los que están Reino Unido, la Unión Europea, Chile y Costa Rica, tienen una estrategia carbono neutro a 2050 aceptable. Un 17% tienen una propuesta promedio, el de 29% es una propuesta pobre y en del 27% (grupo en el que se encuentra Colombia) no tiene información suficiente. “El 73% de las meta carbono neutro a 2050 son inaceptables” es la conclusión del análisis.
¿Qué significa para las negociaciones de la COP26?
Justo después de que CAT publicara el análisis, Tina Stege, enviada especial del clima de las Islas Marshal, convocó a una rueda de prensa para expresar su preocupación ante esta nueva cifra. “Esto significa que debemos incrementar nuestra ambición a 2030. Volver sobre las NDC (los compromisos climáticos que los países presentaron el año pasado y durante la COP26) para alinearlos con una ventana que nos mantenga dentro de 1,5°C”, señaló.
Su propuesta, por ejemplo, es que se los países revisen sus NDC (o compromisos climáticos) en el 2022 y no en el 2025, como lo estableció el Acuerdo de París. “El momento para actuar es esta década”, concluyó. Si se oficializa esta idea – lo que aún no es claro – de alguna manera cambiaría el rumbo o los retos de las negociaciones, ya que implicaría volver a la mesa para hablar sobre los NDC:
¿Qué hacer para mantenerse en la ventana del 1,5°C?
El análisis de CAT también da unas pistas claras sobre lo que debe pasar para volver a abrir la ventana que nos lleve a un escenario de 1.5°C. Por ejemplo, el carbón debe eliminarse gradualmente del sector energético para 2030 en países de la OCDE y globalmente en 2040. Se debe dejar de apuntar a usar el gas natural, ojalá para 2050, y se deben tomar medidas aún más drásticas en cuanto a las emisiones de metano.
“El compromiso de reducir las emisiones de metano en un 30% a 2030 tiene un potencial máximo para reducir las emisiones de 2030 en un 14% y disminuir el calentamiento en -0,12°C para 2100. Sin embargo, gran parte de este potencial ya está incluido en los compromisos climáticos existentes”.
En otras palabras, varios de los países que se sumaron a la firma de este documento, ya tenían esa meta en los compromisos nacionales, por lo que la promesa, a la final, no contribuye tanto a la reducción de las emisiones.
*Enviada especial a Glasgow, Escocia. Esta historia fue producida como parte del 2021 Climate Change Media Partnership, una beca de periodismo organizada por Internews’ Earth Journalism Network y Stanley Center for Peace and Security.