Contra todo pronóstico, EE.UU. no bloquearía el principal objetivo de la COP27
Durante las últimas horas de la COP27 que se realiza en Egipto, han surgido nuevas pistas que parecen favorecer uno de los principales objetivos del encuentro: crear un fondo para que las naciones más ricas paguen a las menos favorecidas por las pérdidas y daños que les está causando el cambio climático.
Con información de EFE
La cumbre de cambio climático, que se lleva a cabo en Egipto, está a punto de culminar. Aunque debía terminar el viernes 18 de noviembre, los organizadores decidieron extenderla hasta el domingo, pues los delegados de los países no habían podido llegar a algunos acuerdos. Uno de los principales tiene que ver con la idea de que los países más ricos paguen a los aquellos que están enfrentando las consecuencias del cambio climático, algo con lo que no todas las naciones desarrolladas estaban de acuerdo.
Sin embargo, en las últimas horas han empezado a surgir pistas que indican un cambio de posiciones que parecen favorecer ese objetivo. De acuerdo con The New York Times, Estados Unidos, por ejemplo, no se opondrá a esa compensación climática.
Según le aseguró al diario estadounidense un funcionario del Gobierno de Biden, ese país está trabajando para firmar el acuerdo. De ser así, se trataría de una posición histórica, pues EE.UU. ha sido uno de los principales obstáculos para que se cree un fondo.
Tal y como cuenta ese periódico, el cambio de posición surgió este sábado 19 de noviembre, luego de la presión de los delegados de la Unión Europea y de los de varios países en desarrollo que son, finalmente, los que se verían beneficiados con la creación de aquel fondo.
Uno de los puntos que más tensión parecen estar generando tiene que ver con el rol de China. EE.UU. y la Unión Europea (UE) están buscando que ese país, el principal emisor de gases efecto invernadero, contribuya al fondo y no reciba recursos al estar catalogado como un “país en desarrollo”. El país asiático, por el contrario, se resiste a ser tratada como una nación “desarrollada” en las discusiones climáticas.
Bajo este panorama, todo parece indicar que, por el momento, toma fuerza la postura de la Unión Europea sobre quién deberá aportar dinero al fondo de pérdidas y daños y quién se beneficiará de esas ayudas.
El bloque negociador europeo considera que el fondo para pérdidas y daños sólo sería efectivo si se abre el abanico de posibles donantes -a otras potencias económicas o incluso a entidades del sector privado- y si el dinero movilizado para las indemnizaciones climáticas se destina únicamente a los estados “particularmente” afectados por el calentamiento global, en lugar de a todas las naciones en desarrollo.
Según la agencia EFE, en las últimas horas, UE y países como Nueva Zelanda, Australia o Canadá lograron matizar el texto propuesto esta tarde por la presidencia de la COP27, en cabeza de Egipto, respecto a pérdidas y daños y muestran ahora confianza en que salga un texto más acorde a sus condiciones.
En concreto, consiguieron descartar que la línea de base para la clasificación de estados en el diseño del fondo sea la de 1992, como proponían desde el grupo G77 (países en desarrollo) y China, e incluir la referencia a la clasificación de la Red de Santiago, aunque aún queda convenir qué estados pueden considerarse “vulnerables”.
También hace falta decidir si finalmente se abre el espectro de donantes que contribuirán a dicho fondo, para lo que según las fuentes europeas hay algo de margen de debate, si bien la UE no se siente en el lado ganador de esa batalla en estos momentos.
En todo caso, los negociadores del bloque europeo aceptarán el texto de pérdidas y daños siempre que los esfuerzos en mitigación cumplan con, al menos, lo pactado en Glasgow: que se respete el objetivo de limitar el calentamiento por debajo de los 1,5°C respecto a los niveles industriales.
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La cumbre de cambio climático, que se lleva a cabo en Egipto, está a punto de culminar. Aunque debía terminar el viernes 18 de noviembre, los organizadores decidieron extenderla hasta el domingo, pues los delegados de los países no habían podido llegar a algunos acuerdos. Uno de los principales tiene que ver con la idea de que los países más ricos paguen a los aquellos que están enfrentando las consecuencias del cambio climático, algo con lo que no todas las naciones desarrolladas estaban de acuerdo.
Sin embargo, en las últimas horas han empezado a surgir pistas que indican un cambio de posiciones que parecen favorecer ese objetivo. De acuerdo con The New York Times, Estados Unidos, por ejemplo, no se opondrá a esa compensación climática.
Según le aseguró al diario estadounidense un funcionario del Gobierno de Biden, ese país está trabajando para firmar el acuerdo. De ser así, se trataría de una posición histórica, pues EE.UU. ha sido uno de los principales obstáculos para que se cree un fondo.
Tal y como cuenta ese periódico, el cambio de posición surgió este sábado 19 de noviembre, luego de la presión de los delegados de la Unión Europea y de los de varios países en desarrollo que son, finalmente, los que se verían beneficiados con la creación de aquel fondo.
Uno de los puntos que más tensión parecen estar generando tiene que ver con el rol de China. EE.UU. y la Unión Europea (UE) están buscando que ese país, el principal emisor de gases efecto invernadero, contribuya al fondo y no reciba recursos al estar catalogado como un “país en desarrollo”. El país asiático, por el contrario, se resiste a ser tratada como una nación “desarrollada” en las discusiones climáticas.
Bajo este panorama, todo parece indicar que, por el momento, toma fuerza la postura de la Unión Europea sobre quién deberá aportar dinero al fondo de pérdidas y daños y quién se beneficiará de esas ayudas.
El bloque negociador europeo considera que el fondo para pérdidas y daños sólo sería efectivo si se abre el abanico de posibles donantes -a otras potencias económicas o incluso a entidades del sector privado- y si el dinero movilizado para las indemnizaciones climáticas se destina únicamente a los estados “particularmente” afectados por el calentamiento global, en lugar de a todas las naciones en desarrollo.
Según la agencia EFE, en las últimas horas, UE y países como Nueva Zelanda, Australia o Canadá lograron matizar el texto propuesto esta tarde por la presidencia de la COP27, en cabeza de Egipto, respecto a pérdidas y daños y muestran ahora confianza en que salga un texto más acorde a sus condiciones.
En concreto, consiguieron descartar que la línea de base para la clasificación de estados en el diseño del fondo sea la de 1992, como proponían desde el grupo G77 (países en desarrollo) y China, e incluir la referencia a la clasificación de la Red de Santiago, aunque aún queda convenir qué estados pueden considerarse “vulnerables”.
También hace falta decidir si finalmente se abre el espectro de donantes que contribuirán a dicho fondo, para lo que según las fuentes europeas hay algo de margen de debate, si bien la UE no se siente en el lado ganador de esa batalla en estos momentos.
En todo caso, los negociadores del bloque europeo aceptarán el texto de pérdidas y daños siempre que los esfuerzos en mitigación cumplan con, al menos, lo pactado en Glasgow: que se respete el objetivo de limitar el calentamiento por debajo de los 1,5°C respecto a los niveles industriales.
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