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Este mes Cali será la anfitriona la cumbre de biodiversidad más importante del mundo: la COP16, un evento que reunirá representantes de más de 190 países para abordar la pérdida de biodiversidad, una de las crisis que enfrenta el planeta. A pocos días del inicio de la cumbre, que se desarrollará del 21 de octubre al 1 de noviembre, 15 organizaciones de la sociedad civil de Latinoamérica expresaron los elementos fundamentales que se deben tener en cuenta para involucrar a grupos étnicos y comunidades en la toma de decisiones sobre conservación en la región.
En la carta firmada por organizaciones como CAN América Latina, Fundación Avina, Fundación Quantum, Nuestro Futuro AC, Plataforma CIPÓ, Redes Chaco, The Nature Conservancy, Transforma, Wildlands Network y WWF, resaltan que la COP16 y la COP30 (la de cambio climático que se hará el próximo año en Brasil) son “una oportunidad histórica de fortalecer la acción para atender las crisis globales y, de paso, potenciar oportunidades y atender retos específicos de nuestra región”.
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Las organizaciones resaltan que si bien más del 21,4 % del territorio latinoamericano está bajo alguna figura de protección para su conservación, solo el 6,19 % cuenta con una gobernanza que involucra a pueblos étnicos y campesinos. “Esto representa una realidad alarmante, en especial si consideramos que cerca del 60 % de los territorios con alta integridad ecológica en la región están bajo algún tipo de titulación colectiva de pueblos étnicos y campesinos”.
Por esto, el llamado que hacen es a involucrar a estas comunidades en la toma de decisiones, a través de la conservación inclusiva, un enfoque que reconoce y valora el papel central de la construcción colectiva de base en la gestión de los ecosistemas.
“Sabemos que los objetivos en materia de conservación basada en áreas solo serán alcanzables si se adopta un enfoque más inclusivo, efectivo y centrado en derechos humanos”, mencionan en una carta.
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Para esto recomiendan fortalecer los esquemas de gobernanza para la gestión y toma de decisiones en áreas protegidas y apoyar las iniciativas de conservación de base comunitaria. También resaltan la importancia de movilizar recursos, poniendo en marcha mecanismos para hacer efectiva la participación, el fortalecimiento comunitario y organizacional y los insumos físicos, técnicos y de gestión del conocimiento de dichos procesos.
Otro de los pendientes que resaltan es garantizar la distribución justa y equitativa de beneficios, asegurando que los esfuerzos de conservación generen elementos de bienestar para las comunidades locales, incluyendo oportunidades económicas y mejores medios de vida.
“La participación de los pueblos étnicos y las comunidades es determinante para el cumplimiento de las metas globales de biodiversidad y clima. América Latina tiene la responsabilidad y oportunidad de liderar este cambio, garantizando que la conservación de la naturaleza esté intrínsecamente ligada al bienestar de las personas que viven y dependen de esos territorios”, puntualizan.