El terremoto de magnitud 7.6 que sacudió a Japón el pasado 1 de enero, que causó que miles de residentes evacuaran zonas costeras afectadas por el sismo y enormes olas, parece también haber afectado los niveles de la costa de la península de Noto, al norte del país. Esto apuntan imágenes satelitales que muestran, al comparar el antes y después de las zonas afectadas, que la línea costera se amplió hasta en 250 metros, es decir, un poco más de dos campos fútbol profesional.
Imágenes divulgadas por Nahel Belgherze, un investigador climático, muestran que, en ciertas zonas de la costa, el fondo marino se ha elevado por encima del agua, creando nuevas playas expuestas. En algunas zonas, por ejemplo, tras el sismo, algunos puertos quedaron completamente secos e inaccesibles para embarcaciones.
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The earthquake that struck Japan’s Noto peninsula on Monday was so strong that the coastline has moved up to 250 meters offshore due to significant land uplift. pic.twitter.com/XpxBMLRTUU
— Nahel Belgherze (@WxNB_) January 4, 2024
Estos hallazgos están soportados por reportes de la Universidad de Tokio que muestran que en diez ubicaciones de la península se registraron levantamientos costeros coseísmicos relacionados con el terremoto de la península de Noto.
“Las alturas de las conchas y las algas marinas emergentes en el sitio de Sen-no-ura (en el norte del país) se utilizaron para medir alrededor de 0,2 metros de levantamiento coseísmico [es decir, el levantamiento de la línea de costa], sin tener en cuenta los cambios de marea. También identificamos posibles rastros de tsunamis en tierra en siete lugares, algunos de los cuales han sido confirmados mediante entrevistas, donde las alturas estimadas entre 1,4 y 2,6 metros.”, indica un pronunciamiento de la Universidad de Tokio.
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Además, según un comunicado de la Autoridad de Información Geoespacial de Japón, al comparar imágenes del satélite entre el junio de 2023 y el 2 de enero, muestran cómo la línea costera se desplazó hacia el mar en múltiples áreas, incluyendo el puerto de Nafune, la ciudad de Wajima y la bahía de Minazuki.
Vale señalar que aunque estos reportes muestran cambios importantes, aún se desarrollan investigaciones para determinar el impacto total en la zona.
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